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La obra de Ambrosio de Salazar: Un español en la Corte de Luis XIII de Francia

  • Autores: Ana María Navarrete Curbelo
  • Directores de la Tesis: Tomás Albaladejo (dir. tes.), María del Carmen Ruiz de la Cierva (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad Autónoma de Madrid ( España ) en 2013
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Francisco Javier Díez de Revenga Torres (presid.), Juan Carlos Gómez Alonso (secret.), Isabel Romero Tabares (voc.), Francisco Chico-Rico (voc.), María Victoria Sotomayor Sáez (voc.)
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  • Resumen
    • El primer autor que se dedicó a estudiar la obra de Ambrosio de Salazar fue Alfred Morel-Fatio (1850-1924), hispanista francés que, junto con Merimée, impulsó los estudios relacionados con el español en Francia.

      Morel-Fatio estuvo encargado del departamento de manuscritos de la Biblioteca Nacional de Francia entre 1875 y 1880. Durante ese periodo realizó el Catálogo de manuscritos españoles y portugueses de dicha Biblioteca. Después vivió en Argel y cuando volvió a Francia en 1885 aceptó la cátedra de Lengua y Literatura de Europa del Sur en el Collège de France. En 1894 fue lector en la Universidad de Oxford.

      Fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua en la categoría de Académico Correspondiente Extranjero14 y Caballero de la Orden de Carlos III. En su país fue miembro del Instituto de Francia (1910) y caballero de la Legión de Honor. Desde 1874 Morel-Fatio participó activamente en la revista Romania, y desde 1899 fue uno de los directores del Bulletin hispanique. Entre sus obras más señaladas cabe destacar España en los siglos XVI y XVII, publicada en 1878, y Estudios sobre España, publicados entre los años 1888-1925. En 1900 publicó Ambrosio de Salazar et l¿étude de l¿espagnol en France sous Louis XIII15 .

      Hasta el momento es la obra más importante y completa publicada sobre el autor. Se trata de un librito de 230 páginas, que ilumina sobre el concepto que los hispanistas extranjeros tenían de España, los españoles y nuestra cultura, a finales del siglo XIX y principios del XX.

      Me permito traducir lo que dice en el prólogo de su obra sobre el trabajo que presenta de Ambrosio de Salazar: Hoy, intento arreglar un apartado poco explorado de ¿España en Francia¿; querría destacar cómo modestos gramáticos, profesores de lengua e intérpretes, han creado y organizado la enseñanza del castellano en nuestro país, con qué mentalidad y con qué medios, españoles y franceses, han acometido esta tarea al mismo tiempo, si no en un trabajo en común y cuáles fueron los resultados positivos de este trabajo que fue como una competición viva y rica en incidentes personales, que forman parte de la famosa rivalidad entre las dos naciones. La primera mitad del siglo XVII es el único momento de nuestra historia en el que los franceses en número bastante elevado, se aplicaron al estudio de la lengua española, considerada entonces como una de las que un hombre honrado debía conocer y practicar. /¿/ A esto se propone responder este librito en el que he recogido en torno a la biografía de uno de los maestros de la lengua española más renombrados de la época, todas la información que he podido reunir /¿/ sobre el estudio del español en Francia en el momento en que este idioma estaba de moda en nuestro país16 .

      Junio 1900.

      Está claro que es la obra básica para abordar el estudio del autor, a la que hace referencia Menéndez Pelayo en Los orígenes de la novela17 .

      En los últimos años otros autores contemporáneos han hecho estudios parciales como José Fradejas Lebrero 18 o Isabel López Martínez y Eulalia Hernández Sánchez19 , además de varios artículos escritos en revistas literarias especializadas y de la edición facsímil del Espejo de la Gramática, que es la obra en la que se han centrado casi todos estos estudiosos, a excepción de Fradejas que lo hace también en Las clavellinas de recreación por ser la que contiene más cuentos.

      El estudio del profesor Fradejas arranca del de Morel-Fatio y de las teorías de Menéndez Pelayo. Se detiene específicamente en cinco de las obras que contienen cuentos, unos 350, de los que citando al propio Salazar, dice que no son originales. Empieza con Las clavellinas de recreación, pp. 29-151, y parte de la edición de la BN de Madrid: R- 13495, le da la razón a Menéndez Pelayo sobre el valor de estos cuentos, pero matizándolos.

      Lo más sobresaliente es que Las horas de recreación, empezando por una parte del título (Clavellinas de recreación), son la base fundamental y, seguramente, las tres cuartas partes de los cuentos proceden de la obra de Guicciardini.

      A partir de la p. 31 recoge uno a uno los cuentos de la obra de Salazar.

      De algunos dice en qué otras obras aparecen, en Los Dichos y hechos de Valerio Máximo, en los Cuentecillos de Timoneda, en la Floresta de Asensio y otros, pero no hace estas referencias con todos los cuentos, sino solo con algunos.

      A partir de la p. 155 y hasta a 168 sigue haciendo lo mismo y dice lo siguiente: El Espejo general de la gramática en diálogos, Rouén, Adrien Morront, 1614, conoció ocho ediciones y es su obra gramatical más importante. En ella expresa sus teorías gramaticales, que fueron estudiadas por el malogrado don José Muñoz Garrigós.

      De esta obra hemos entresacado veintinueve cuentecillos: los números 16 a 23 se dedican a mujeres famosas; son tan parcas las menciones que hemos decidido, para no hacer lo que se ve con relación a Semíramis en Las clavellinas de recreación (núm.51), dar una pequeña bibliografía de obras que tratan de elogios y críticas femeninas y otras citadas en la bibliografía: Pero Sánchez, Basilio Santoro, Alonso Villegas (Fructus sanctorum), etc. (Fradejas, 155).

      A continuación cita siete obras referidas a lo que acaba de decir y a la recopilación de los 29 cuentos.

      Entre las pp. 171-181 está la recopilación de 16 cuentos del Libro de las flores para lo que ha manejado el ejemplar de la BN de Madrid, R-3330.

      En este caso los cuentos seleccionados siguen este criterio: Los cuentos, anécdotas o noticias curiosas seleccionadas proceden del Tratado II, cuya fuente directa es: Salazar, dice que no son originales. Empieza con Las clavellinas de recreación, pp. 29-151, y parte de la edición de la BN de Madrid: R- 13495, le da la razón a Menéndez Pelayo sobre el valor de estos cuentos, pero matizándolos.

      Lo más sobresaliente es que Las horas de recreación, empezando por una parte del título (Clavellinas de recreación), son la base fundamental y, seguramente, las tres cuartas partes de los cuentos proceden de la obra de Guicciardini.

      A partir de la p. 31 recoge uno a uno los cuentos de la obra de Salazar.

      De algunos dice en qué otras obras aparecen, en Los Dichos y hechos de Valerio Máximo, en los Cuentecillos de Timoneda, en la Floresta de Asensio y otros, pero no hace estas referencias con todos los cuentos, sino solo con algunos.

      A partir de la p. 155 y hasta a 168 sigue haciendo lo mismo y dice lo siguiente: El Espejo general de la gramática en diálogos, Rouén, Adrien Morront, 1614, conoció ocho ediciones y es su obra gramatical más importante. En ella expresa sus teorías gramaticales, que fueron estudiadas por el malogrado don José Muñoz Garrigós.

      De esta obra hemos entresacado veintinueve cuentecillos: los números 16 a 23 se dedican a mujeres famosas; son tan parcas las menciones que hemos decidido, para no hacer lo que se ve con relación a Semíramis en Las clavellinas de recreación (núm.51), dar una pequeña bibliografía de obras que tratan de elogios y críticas femeninas y otras citadas en la bibliografía: Pero Sánchez, Basilio Santoro, Alonso Villegas (Fructus sanctorum), etc. (Fradejas, 155).

      A continuación cita siete obras referidas a lo que acaba de decir y a la recopilación de los 29 cuentos.


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