Los reservorios del VIH-1 se establecen en fases muy iniciales de la infección. Un estudio reciente documenta la presencia de gran cantidad de ARN vírico en ganglios linfáticos de individuos expuestos dos días después de la aparición de síntomas asociados con la infección aguda, incluso antes de la detección de anticuerpos.
También se ha demostrado la existencia de un pequeño pool de células de vida media larga, linfocitos T CD4+ infectados, a partir del cual se puede recuperar el virus mediante técnicas de cultivo ultrasensible, teniendo la mayoría de los linfocitos T CD4+ fenotipo memoria. La vida media de este reservorio es contradictoria, estimándose entre 6 y 43 meses aunque datos recientes sugieren que podría durar más de 60 meses. De todas maneras los linfocitos T CD4+ infectados que permanecen latentes son sólo uno de los reservorios en la infección por el VIH-1 existiendo otros como pueden ser el sistema nervioso central, el semen, el tejido renal y el tejido linfático que es el motivo principal de nuestros estudios.
Los principales marcadores para el seguimiento y pronóstico de los pacientes infectados con el VIH-1 son la carga viral plasmática y las subpoblaciones de linfocitos T en sangre periférica. Su eficacia para el estudio de la replicación viral y la inmunodeficiencia o como predictores de la evolución de pacientes con o sin tratamiento ha sido ampliamente demostrada. Sin embargo, en ocasiones, pueden no ser suficiente para el estudio de los cambios acaecidos después de la terapia antirretroviral administrada ya que diversos trabajos han evidenciado discrepancias entre los hallazgos en sangre periférica y en tejido linfático, tanto al valorar la replicación viral como los cambios en los niveles de las subpoblaciones de linfocitos. Incluso se ha descrito la existencia de pacientes con carga viral plasmática indetectable pero con presencia de carga viral en varios compartimentos, entre ellos el tejido linfático. Esto podría explicar casos clínicos de respuesta discordante de pacientes con caída de linfocitos T CD4+ a pesar de tener un buen control de la replicación viral El manejo de la infección por el VIH-1 se basa actualmente en el uso de tratamientos antirretrovirales altamente efectivos combinados con la monitorización del efecto virológico del tratamiento en plasma. El objetivo de estos tratamientos es suprimir la replicación viral con tal de prevenir el desarrollo de resistencias y la progresión clínica, y permitir así la restauración de la función inmune.
En diversos estudios de investigación se produce la discusión de cómo se produce la restauración inmunológica, de cual es la replicación viral residual después de la supresión de la viremia o porque existen discrepancias entre la carga viral y la respuesta de las células CD4+ en algunos pacientes infectados por el VIH-1 que reciben terapia antirretroviral. Este conocimiento de la dinámica de la replicación viral y de las poblaciones linfocitarias es esencial para poder combatir esta infección. Se cree que la CVTL influye sobre la CVP y los parámetros del sistema inmunológico del tejido linfático y de la sangre periférica tanto antes como después de TARGA, además de correlacionarse con los cambios anatomopatológicos en tejido linfático.
Está demostrado que los pacientes con CVP < 200 copias/ml y CVTL detectable tienen más posibilidad de fracaso que aquellos con CVTL indetectable. Por lo tanto, el conocimiento de las relaciones entre el tejido linfático y la sangre periférica permitiría identificar marcadores en periferia, más accesibles y repetibles, que nos indicasen qué pacientes están realmente inhibidos en tejido linfático y por tanto tienen menor riesgo de fracaso. Esto permitiría modificar las pautas de TARGA para evitar dicho fracaso.
Estos últimos interrogantes y el comportamiento diferente entre la sangre periférica y el tejido linfático ha promovido que las investigaciones actuales profundicen en el estudio de este tejido para poder dilucidar su papel como reservorio de la replicación viral y poder valorar con mayor exactitud el efecto de la medicación antirretroviral y la recuperación inmunológica con inmunoterapia o para pronosticar el tiempo con viremia suprimida después del tratamiento.
Siguiendo esta línea, en nuestros estudios, hemos investigado las relaciones entre los cambios producidos en la carga viral y las subpoblaciones de linfocitos en el tejido linfático amigdalar y en sangre periférica con el objetivo de buscar marcadores más exactos para el seguimiento y pronóstico de los pacientes infectados con el VIH-1, así como la influencia de esta carga viral, antes o después de la instauración del tratamiento, en la persistencia de las alteraciones en el sistema inmunológico del tejido linfático 1º ARTÍCULO: PREDICTORS OF TONSILLAR TISSUE HIV-1 VIRAL BURDEN AT BASELINE AND AFTER 1 YEAR OF ANTIRETROVIRAL THERAPY. Antiviral Therapyt 8:635-637 .
En pacientes naive infectados de forma crónica por el VIH, se observa una correlación entre la carga viral de tejido amigdalar y diferentes parámetros inmunológicos y virológicos de sangre periférica, que no se observan después de 1 año de tratamiento antirretroviral de alta actividad (TARGA). Los regímenes que contienen un inhibidor de la proteasa son los mejores predictores de una buena respuesta virológica en el tejido amigdalar después de un año de TARGA.
Palabras clave: carga viral en tejido amigdalar, carga viral plasmática, marcadores, activación inmune.
2º ARTÍCULO: IMMUNOARCHITECTURE OF LYMPHOID TISSUE IN HIV-INFECTION DURING ANTIRETROVIRAL THERAPY CORRELATES WITH VIRAL PERSISTENCE. Modern Pathology (2005) 18, 127-136
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