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Resumen de Importancia de la calidad analítica con método POCT para el seguimiento estricto de la glucemia capilar

Manuel Salvador Rodríguez Oliva

  • El uso del control estricto de la glucemia está muy extendido en los protocolos hospitalarios, sobre todo en las unidades de cuidados críticos. Hay estudios que demuestran la mejoría de los pacientes, Van den Berghe demostró que el TGC (Tight Glucose Control) provoc& oacute; la reducción de la mortalidad en una tercera parte de los pacientes de cuidados intensivos quirúrgicos (Van den Berghe G et al, 2001). Otros estudios también demostraron marcados y significativos beneficios en las tasas de infección y mortalidad, todos los protocolos de TGC tienen el objetivo de mantener el estricto control de la glucemia en pacientes en estado crítico (Wiener RS et al, 2008). . El incremento de la diabetes tipo 2 y el reconocimiento de que el logro de objetivos específicos sobre la glucemia puede reducir sustancialmente la morbilidad, han hecho que el tratamiento efectivo de la hiperglucemia sea considerado una de las principales prioridades en el manejo del paciente diabético (American Diabetes Association (ADA), 2008; European Diabetes Policy Group (EDPG), 1999; National Institute for Clinical Excellence (NICE), 2002). Por otra parte las terapias dirigidas a otras características coincidentes, tales como dislipemia, hipertensión, obesidad, aumento de la coagulación sanguínea y resistencia a la insulina, también han sido objetivos importantes de la investigación y la terapia (Nathan DM. et al, 2009). Mantener los niveles de glucemia lo más cerca posible de los valores de referencia ha demostrado en diabetes tipo 1, tener un poderoso efecto beneficioso sobre la evolución de la enfermedad, previniendo la aparición de complicaciones microvasculares específicas, incluyendo retinopatía, nefropatía y neuropatía, en el establecimiento de la diabetes tipo 1 (Diabetes Control and Complications Trial Research Group, 1993; Reichard P. et al, 1993). En la diabetes tipo 2, las estrategias de tratamiento más intensivo también han demostrado que sirven para reducir las complicaciones microvasculares (UKPDS 33, 1998; UKPDS 34, 1998; Ohkubo Y. et al, 1995). La intervención intensiva sobre la glucemia y por lo tanto sobre los niveles de HbA1c consiguiente también han demostrado tener un efecto beneficioso en la reducción de las enfermedades cardiovasculares (ECV) y las complicaciones en la diabetes tipo 1 (DCCT/EDIC, 2003; DCCT/EDIC, 2005), sin embargo, los estudios actuales no han demostrado un efecto beneficioso de la terapia intensiva de la diabetes sobre las enfermedades cardiovasculares en la diabetes tipo 2 (The Action to Control Cardiovascular Risk in Diabetes Study Group, 2008; The ADVANCE Collaborative Group, 2008; Abraira C et al, 2008). El uso de medidores de glucosa en los hospitales se comenzó a extender al final de 1980 y su uso se convirtió en estándar de la atención hospitalaria, para el ajuste de dosis de insulina a mediados de 1990. Sin embargo, los alentadores resultados de los estudios TGC en la primera parte de esta década pueden proporcionar la primera evidencia de soporte basados en la prueba de glucosa para POCT (Point Of Care Testing) en pacientes hospitalizados. Considerando que las pruebas POCT son claramente necesarias si se llevaran a cabo protocolos TGC (las pruebas de laboratorio central serían demasiado lenta), la elección del dispositivo a utilizar para la prueba de glucosa en POCT se nos antoja fundamental. Aunque el diseño y especificaciones de los medidores de glucosa no se establecieron con el propósito de hacer el seguimiento y la toma de decisiones para la dosis de insulina en los protocolos de TGC (Boyd JC, et al, 2001). El error admisible para el laboratorio central en la prueba de glucemia plasmática es de 10%; y en los medidores de glucosa, la FDA (Food and Drug Administration) permite hasta un 20%, del mismo modo, el Consejo Nacional de Academia de Bioquímica Clínica (NACB) y de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomienda para el diagnóstico de la diabetes los métodos de laboratorio central y que no se utilicen los medidores de glucosa POCT. Si un dispositivo no debe utilizarse para el diagnóstico, que depende de un único valor de corte, ¿cómo es posible disponer de las características de calidad necesarias que precisan los valores de corte que se utilizan en las decisiones para ajustar las dosis de insulina del paciente?, actualmente existe una total dependencia del resultado dado por los medidores de glucosa POCT a la hora de decidir el tratamiento en estos protocolos y de los resultados de los valores de glucosa en los pacientes. Creemos que es importante que en el futuro los medidores de glucosa utilizados en estos protocolos han de estar sujetos a los mismos requisitos reglamentarios que los métodos de laboratorio central (Kimberly MM et al, 2006; Scott MG et al, 2009). Los laboratorios y más concretamente las Unidades POCT de los mismos, tienen un reto importante en la evaluación, elección y control de Calidad de las nuevas tecnologías aplicables al seguimiento de la enfermedad en la asistencia directa al paciente. En nuestros centros del Área Hospitalaria Virgen Macarena, el error total en la imprecisión de los medidores de glucosa muestra un Coeficiente de Variación (CV) del 4 al 6 %. (Sánchez-Margalet V et al, 2005; Rodríguez-Oliva MS et al, 2008).


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