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Monitorización del comportamiento y las actitudes de la población relacionadas con la COVID-19 en España

  • Autores: María Teresa Beca Martínez
  • Directores de la Tesis: MarÍa Romay Barja (dir. tes.), Agustín Benito Llanes (codir. tes.)
  • Lectura: En la UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia ( España ) en 2025
  • Idioma: español
  • Número de páginas: 184
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Pilar Aparicio Azcárraga (presid.), Paloma Collado Guirao (secret.), Ana Isabel González González (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      La pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 desde su identificación inicial en diciembre de 2019, causante de la enfermedad denominada COVID-19, ha afectado de manera significativa a millones de personas en todo el mundo y desafiado la capacidad de respuesta de los sistemas de salud y las estructuras sociales y económicas a nivel global. Ante la falta de una vacuna accesible desde el principio, la respuesta a la pandemia incluyó restricciones de movilidad, y medidas de prevención como la higiene de manos, el uso de mascarillas, y el distanciamiento social, y posteriormente una intensa campaña de vacunación en España. La pandemia se desarrolló a lo largo de diferentes ondas, cada una con características particulares, que influyeron en la respuesta de las autoridades de salud pública y profesionales sanitarios, para implementar medidas de control y prevención, así como adaptar los mensajes de comunicación, con el objetivo de proteger a la población y reducir al máximo el impacto generado por la COVID-19.

      El objetivo principal de esta tesis doctoral ha sido estudiar y monitorizar el conocimiento, las actitudes, las prácticas, la percepción del riesgo y los factores relacionados con el comportamiento de la población española frente a la pandemia de COVID-19.

      Los objetivos específicos fueron:

      1. Evaluar el cumplimiento de las principales medidas preventivas (higiene de manos, uso de la mascarilla y distancia de seguridad) en la población general y su asociación con el conocimiento, las actitudes y la percepción del riesgo, para ayudar a comprender la adherencia a las medidas de prevención y promover el diseño de campañas de información basadas en la evidencia.

      2. Analizar los factores asociados con la intención de vacunación contra la COVID-19 y sus tendencias temporales, para diseñar mensajes adecuados de salud pública dirigidos a aclarar las dudas de la población, combatir la desinformación y promover la vacunación.

      3. Evaluar las características sociodemográficas y factores asociados con los adultos que no contrajeron la COVID-19 en los primeros dos años de la pandemia, para entender qué factores contextuales, personales y de comportamiento pueden haber influido en no haber contraído la enfermedad y la importancia de desarrollar medidas de prevención para esta y posibles futuras pandemias.

      El marco teórico aborda diferentes teorías y enfoques relacionados con el comportamiento en salud (CeS), que ayudan a tratar de comprender qué factores pueden influir en que las personas adopten y mantengan comportamientos preventivos y saludables.

      Las encuestas de conocimientos, actitudes y prácticas (CAP) son herramientas clave para conocer y analizar cómo la población percibe y actúa frente a problemas de salud, además de identificar brechas en el conocimiento, percepciones, y comportamientos, facilitando la creación de estrategias de salud pública adaptadas a las necesidades de la población. Las encuestas CAP son esenciales para evaluar la efectividad de las intervenciones, definir mensajes de salud y promover cambios de comportamiento basados en la evidencia.

      La metodología empleada en esta tesis doctoral se basa principalmente en el COVID-19 Snapshot Monitoring (COSMO), un sistema de encuestas lanzado por la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo de 2020, adaptado al contexto español con la denominación de COSMO-Spain.

      A través de diferentes rondas de encuestas realizadas entre mayo de 2020 y septiembre de 2022, con muestras representativas de la población española adulta mayor de 18 años, se recogieron tanto datos cuantitativos como cualitativos relacionados con los CAP, las percepciones de riesgo, la confianza en las autoridades sanitarias, y la aceptación de las medidas preventivas y la vacunación frente a la COVID-19 en España. El análisis de estos datos se centró en identificar tendencias y variaciones a lo largo del tiempo, especialmente a medida que la pandemia evolucionaba. La tesis se estructuró en tres fases, cada una enfocada en diferentes aspectos y momentos de la pandemia, para tratar de obtener una visión amplia de cómo la población española se adaptaba a la pandemia, cómo percibía el riesgo y las intervenciones de salud pública, y qué factores influían en su comportamiento preventivo, en la aceptación de la vacunación y en no haber contraído la enfermedad.

      El objetivo principal y los objetivos específicos se dan respuesta en tres publicaciones científicas que presentan los siguientes resultados:

      En el primer estudio, los factores asociados con el cumplimiento de las tres medidas preventivas principales frente a la COVID-19, denominadas 3M (lavado de manos, uso de la mascarilla y mantenerlos metros de distancia social) fueron: tener mayor edad (más de 45 años: OR=1,76; más de 60 años: OR=2,27), conocer que la COVID-19 se transmite por gotas al toser y/o hablar (OR=2,46), usar las mascarillas de manera adecuada (para evitar infectar a otras personas: OR=2,38; debiendo lavar las manos antes y después de utilizarlas: OR=1,65; y solo tocando la mascarilla por el cordón ajustable de la oreja: OR=1,58), estar de acuerdo con el uso obligatorio de las mascarillas (OR=1,77), sentir que el virus se propagaba rápidamente (OR=1,59), tener preocupación por las personas que no usaban la mascarilla (OR=1,81), tener una mayor adherencia a medidas preventivas como quedarse en casa y teletrabajar (OR=39,56), y una elevada confianza en la información transmitida por los profesionales de salud (OR=1,75). Sin embargo, tener confianza en las redes sociales (Facebook, Twitter, YouTube y WhatsApp) se vio como un factor de menor probabilidad de adherencia a las tres medidas preventivas principales (OR=0,60).

      En el segundo estudio, se observó que la aceptación de la vacunación aumentó del 43,1% en septiembre de 2020 al 84,5% en mayo de 2021. Algunas de las principales variables asociadas con una mayor aceptación de la vacunación fueron: la edad (OR=1,01), tener una mayor preocupación sobre la enfermedad (OR=1,29), y sobre las personas que no usaban mascarilla (OR=1,31), mayor adherencia a comportamientos preventivos como el uso del gel hidroalcohólico y otros desinfectantes (OR=1,32), y la utilización de mascarillas siguiendo las recomendaciones (OR=1,75), mayor alfabetización en salud sobre la COVID-19 (consultando información: OR=1,30; y valorando si la información es fiable: OR=1,20), mayor confianza en la información proporcionada por los profesionales de salud (OR=1,60), y por la OMS (OR=1,27), mayor confianza en los científicos (OR=1,72), y en los centros educativos (OR=1,36), estar de acuerdo con las decisiones tomadas por el gobierno (OR=1,56), y con la necesidad de confinamiento ante un nuevo brote (OR=1,15). En 2021, se vio una mayor aceptación a la vacunación frente a la COVID-19 en las personas que estaban preocupadas por el incumplimiento de medidas preventivas como el uso de mascarillas (en marzo: OR=2,10 y en mayo: OR=2,00), en las que usaban la mascarilla habitualmente (en marzo: OR=2,70 y en mayo: OR=3,70), en las que consideraban muy fácil encontrar información sobre el coronavirus (en marzo: OR=2,00, y en mayo: OR=1,90), y en las personas que confiaban más en los científicos (en enero: OR=2,00, en marzo OR=1,90 y en mayo: OR=2,50). Por el contrario, la preocupación económica mantuvo una tendencia negativa (en enero: OR=0,61), asociándose consistentemente con una menor disposición a la vacunación.

      En el tercer estudio, casi la mitad de los encuestados (47,8%) reportaron no haber tenido la COVID-19. Tras el análisis multivariable, los factores asociados a no haber tenido la enfermedad fueron: el sexo masculino (OR=1,40), tener mayor edad (OR=1,01), una percepción de que su salud física era igual o mejor que antes de la pandemia (OR=1,85), un mayor índice de adherencia a las medidas preventivas (OR=1,02), una mayor percepción de la gravedad de la enfermedad (OR=4,71), y haber recibido un esquema completo de vacunación frente a la COVID-19 con dosis de refuerzo (OR=1,56). Por otro lado, las personas que reportaron no haber tenido la COVID-19 tenían menos miembros de la familia que habían fallecido por COVID-19 (OR=0,67), menor sensación de que la COVID-19 se estaba propagando rápidamente (OR=0,60) y un índice de conocimiento de la enfermedad más bajo (OR=0,91).

      Las conclusiones de esta tesis doctoral destacan la importancia de monitorizar los CeS, los conocimientos, las preocupaciones, los miedos y las percepciones de riesgo de la población frente a una enfermedad transmisible desconocida en una situación epidemiológica cambiante, como ha sido la pandemia causada por la COVID-19. Este tipo de estudios generan evidencia científica contextualizada, de forma que pueden ayudar a diseñar estrategias de salud pública centradas en las necesidades de cada momento.

      Es fundamental reforzar el conocimiento, el mantenimiento de actitudes positivas, y de prácticas preventivas adecuadas, enfatizando la importancia de la combinación de las tres medidas preventivas principales para proteger a la población frente a la transmisión de la enfermedad.

      Las autoridades de salud pública deben desarrollar programas y estrategias de salud pública efectivas de educación para la salud y campañas de comunicación dirigidas principalmente a las personas con menor adherencia a las medidas preventivas, como los jóvenes y aquellas con bajo percepción del riesgo y bajo percepción de su autoeficacia.

      Comprender los factores asociados con la aceptación de la vacunación contra la COVID-19 permite diseñar intervenciones más efectivas dirigidas a las personas con menor aceptación, que como muestran nuestros resultados en España fueron las mujeres, las personas jóvenes, personas con problemas económicos, o con baja percepción de su autoeficacia.

      Asimismo, conocer las características y comportamientos de las personas que no contrajeron la COVID-19 durante los dos primeros años de la pandemia ayuda a identificar y poder analizar posibles factores que hayan podido influir en no haber contraído la enfermedad, como el sexo masculino, tener mayor edad, menor nivel educativo, una mayor percepción de gravedad, un mejor estado de vacunación con dosis de refuerzo, y un mayor índice de adherencia a las medidas preventivas.

      Aumentar la confianza en las instituciones, autoridades de salud pública y trabajadores sanitarios es clave para abordar futuras pandemias.

      Los refuerzos deben dirigirse a poblaciones vulnerables y de alto riesgo para aumentar la conciencia sobre la importancia del cumplimiento de los comportamientos preventivos y la adherencia a ellos.

    • English

      The pandemic caused by the SARS-CoV-2 virus, since its initial identification in December 2019, which led to the disease known as COVID-19, has significantly affected millions of people worldwide and challenged the response capacity of healthcare systems as well as social and economic structures on a global scale.

      In the absence of an accesible vaccine from the outset, the response to the pandemic included mobility restrictions and preventive measures such as hand hygiene, mask-wearing, and social distancing, followed by an intensive vaccination campaign in Spain. The pandemic evolved through different waves, each with distint characteristics that influenced the response of public health authorities and the healthcare system.

      The data generated through continous epidemiological surveillance allowed for the adaptation of strategies and recommendations issued by public health authorities and healthcare professionals to implement control and prevention measures, as well as to tailor communication messages with the aim tf protecting the population and minimizing the impact of COVID-19.

      The main objective of this doctoral thesis has been to study and monitor the knowledge, attitudes, practices, risk preception, and factors related to the behaviour of the Spanish population in response to the COVID-19 pandemic.

      The specific objectives were:

      1. To evaluate the adherence to key preventive measures (hand hygiene, mask use, and social diatancing) in the general population and its association with knowledge the design of evidence-based information campaigns.

      2. To analyze the factors associated with the intention to vaccinate against COVID-19 and its temporal trends, to design appropriate public health messages aimed at clarifying the population's doubts, combating misinformation, and promoting vaccination.

      3. To evaluate the sociodemographic characteristics and associated factors of adults who did not contract COVID-19 in the first two years of the pandemic, in order to understand the contextual, personal, and behavioral factors that may have influenced not contracting the disease, and the importance of developing prevention measures for this and potential future pandemics.

      The theoretical framework addresses different theories and approaches related to health behavior (HB), which help to understand the factors that may influence individuals in adopting and maintaining preventive and healthy behaviors.

      Knowledge, Attitudes, and Practices (KAP) surveys are key tools for understanding and analyzing how the population perceives and responds to health issues. They help identify gaps in knowledge, precepctions, and behaviors, faciliting the development of public health strategies tailored to the population's needs. KAP surveys are essential for evaluating the effectiveness of interventions, defining health messages, and promoting evidence-based behavoir change.

      The methodology used in this doctoral thesis is primarily based on the COVID-19 Snapshot Monitoring (COSMO), a survey system launched by the World Health Organization (WHO) Regional Office for Europe in March 2020, adapted to the Spanish context under the name COSMO-Spain.

      Through different rounds of surveys conducted between May 2020 and September 2022, with representative samples of the Spanish adult population aged 18 and over, both quantitative and qualitative data were collected regarding KAP, risk perceptions, trust in health authorities, adherence to preventive measures, and acceptance of COVID-19 vaccination in Spain. The analysis of these data focused on identifying trends and variations over time, particularly as the pandemic evolved. The thesis was structured into three phases, each addressing different aspects and moments of the pandemic, aiming to provide a broad perspective on how the Spanish population adapted to the pandemic, perceived risk and public health interventions, and what factors influenced their preventive behavior, vaccination acceptance, and not having contracted the disease.

      The main objective and specific objectives are addressed in three scientific publications presenting the following results:

      In the first study, the factors associated with adherence to the three main preventive measures against COVID-19, known as the 3W (washing the hands, wearing a mask, and watching social distance) were: being older (over 45 years: OR=1.76; over 60 years: OR=2.27), knowing that COVID-19 is transmitted through droplets when coughing and/or speaking (OR=2.46), using masks properly (to avoid infecting others: OR=2.38; washing hands before and after use: OR=1.65; and only touching the mask by the ear loops: OR=1.58), agreeing with the mandatory use of masks (OR=1.77), perceiving that the virus was spreading rapidly (OR=1.59), being concerned about people who did not wear masks (OR=1.81), having greater adherence to preventive measures such as staying at home and teleworking (OR=39.56), and having high confidence in information provided by health professionals (OR=1.75). However, trusting social media (Facebook, Twitter, YouTube, and WhatsApp) was associated with a lower likelihood of adhering to the three main preventive measures (OR=0.60).

      In the second study, it was observed that vaccination acceptance increased from 43.1% in September 2020 to 84.5% in May 2021. Some of the main variables associated with higher vaccination acceptance were: age (OR=1.01), having greater concern about the disease (OR=1.29), and about people not wearing masks (OR=1.31), higher adherence to preventive behaviors such as the use of hand sanitizer and other disinfectants (OR=1.32) and following mask-wearing recommendations (OR=1.75), higher health literacy regarding COVID-19 (consulting information: OR=1.30; and evaluating whether the information was reliable: OR=1.20), greater trust in information provided by healthcare professionals (OR=1.60), and by the WHO (OR=1.27), higher trust in scientists (OR=1.72), and educational institutions (OR=1.36), and agreeing with the decisions made by the government (OR=1.56), and with the need for lockdown in case of a new outbreak (OR=1.15). In 2021, higher COVID-19 vaccine acceptance was observed among individuals concerned about non-compliance with preventive measures such as mask use (March: OR=2.10; May: OR=2.00), those who regularly wore masks (March: OR=2.70; May: OR=3.70), those who found it very easy to access coronavirus-related information (March: OR=2.00; May: OR=1.90), and those with greater trust in scientists (January: OR=2.00; March: OR=1.90; May: OR=2.50). On the other hand, economic concerns consistently showed a negative trend (January: OR=0.61), being associated with lower willingness to get vaccinated.

      In the third study, almost half of the respondents (47.8%) reported not having had COVID-19. After multivariable analysis, the factors associated with not having contracted the disease were: male sex (OR=1.40), older age (OR=1.01), a perception that their physical health was the same or better than before the pandemic (OR=1.85), a higher adherence index to preventive measures (OR=1.02), a greater perception of the severity of the disease (OR=4.71), and having received a full COVID-19 vaccination regimen with a booster dose (OR=1.56). On the other hand, those who reported not having had COVID- 19 had fewer family members who had died from the disease (OR=0.67), a lower perception that COVID-19 was spreading rapidly (OR=0.60), and a lower knowledge index of the disease (OR=0.91).

      The conclusions of this doctoral thesis highlight the importance of monitoring people's knowledge, concerns, fears, and risk perceptions regarding an unknown transmissible disease in a changing epidemiological situation, such as the COVID-19 pandemic. This type of study generates contextualized scientific evidence, which can help design public health strategies focused on the needs of each moment.

      It is essential to reinforce knowledge, maintain positive attitudes, and encourage appropriate preventive practices, emphasizing the importance of combining the three main preventive measures to protect the population from disease transmission.

      Public health authorities must develop effective public health education programs and communication campaigns, primarily aimed at individuals with lower adherence to preventive measures, such as young people and those with low-risk perception and low self-efficacy perception.

      Understanding the factors associated with the acceptance of the COVID-19 vaccine allows for the design of more effective interventions targeting individuals with lower acceptance, who, as our results show in Spain, were women, young people, individuals with economic problems, or those with low self-efficacy perception.

      Moreover, knowing the characteristics and behaviors of people who did not contract COVID-19 during the first two years of the pandemic helps identify and analyze possible factors that may have influenced not contracting the disease, such as male sex, older age, lower education level, higher perceived severity, better vaccination status with booster doses, and greater adherence to preventive measures.

      Increasing trust in institutions, public health authorities, and healthcare workers is key to addressing future pandemics.

      Efforts should be directed towards vulnerable and high-risk populations to raise awareness about the importance of complying with preventive behaviors and adhering to them.


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