El trasplante renal es la mejor técnica sustitutiva de la función renal, siendo el daño aloinmune la principal causa de disfunción del trasplante renal y la pérdida del injerto. La rutina habitual de seguimiento precisa de un método invasivo como es la biopsia renal para identificar inflamación significativa mediada por células T y anticuerpos. Existen varios biomarcadores séricos que se relacionan con los diferentes hallazgos histológicos, aunque los biomarcadores urinarios serían preferibles para el diagnóstico y seguimiento de los receptores de trasplante renal dado que el análisis de las muestras urinarias son realmente una técnica no invasiva que permitiría su repetitividad. La quimiocina relacionada con interferón gamma CXCL10 está claramente relacionada con la inflamación clínica y subclínica mediada por células T, si bien su relación con el daño mediado por anticuerpos y las variables que influyen en su excreción en orina no se conocen con precisión. Al igual que tampoco se conocen las variables relacionadas con la excreción de CXCL10 urinario.
Esta tesis muestra la correlación de CXCL10 urinario con el rechazo mediado por células T (RMCT) y por anticuerpos (RMAC) tanto clínico como subclínico, independiente de otras variables que se emplean en la monitorización del trasplante renal, y es independiente de factores de confusión como el recuento leucocitos urinarios. CXCL10 urinario en el 6º mes del trasplante predice los hallazgos histológicos subclínicos en la biopsia de seguimiento al año.
La única variable claramente correlacionada con la excreción urinaria de CXCL10 es la presencia de anticuerpos donante específicos (ADE), denotando valores más altos del biomarcador una mayor inflamación intrainjerto.
Por último, describimos por primera vez la relación específica de la excreción urinaria de CXCL10 con la discordancia de eplets de HLA-DQ, lo que se ha relacionado con una mayor tasa de desarrollo de ADE de novo, un mayor riesgo de RMCT y RMAC graves y una menor supervivencia del injerto.
Kidney transplantation is the best replacement technique for kidney function, with alloimmune damage being the main cause of kidney transplant dysfunction and graft loss. The usual follow-up routine requires an invasive method such as renal biopsy to identify significant inflammation mediated by T cells and antibodies. Non-invasive urinary biomarkers would be preferable for the diagnosis and monitoring of patients. The gamma interferon-related chemokine CXCL10 is clearly related to clinical and subclinical T cell-mediated inflammation, although its relationship to antibody-mediated damage and the variables that influence its excretion in urine are not precisely understood.
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