En este trabajo se ha realizado un estudio de la evolución desde el nacimiento hasta la 10ª semana de vida de los anticuerpos maternales frente a las toxinas RTX (ApxI, II, III y IV) y frente a la proteína OmpA de Actinobacillus pleuropneumoniae. Para este fin se han empleado pruebas de ensayo inmunoenzimático (ELISA) frente a las toxinas Apx I, II, III, y IV y la proteína OmpA en 42 lechones procedentes de 7 cerdas de una granja comercial positiva a la bacteria. Se tomaron muestras de suero sanguíneo de las cerdas a las 24 horas post parto y de los lechones a las 24 horas, y posteriormente cada 7 días, hasta la 10ª semana de vida, para determinar la dinámica y duración de estos anticuerpos. Otro de los objetivos del presente trabajo fue evitar que los lechones fuesen colonizados por la bacteria, y de este asegurar que los anticuerpos detectados se debiesen exclusivamente a los transmitidos por su madre. A este fin, se llevó a cabo un protocolo consistente en el tratamiento antibiótico de todas las cerdas el día del parto, así como a los 11 días de lactación. Por otro lado, los lechones seleccionados fueron tratados con otro antibiótico cada 14 días desde la segunda hasta la decimosexta semana de edad. Se comprobó con muestras de suero tomadas a las 18ª semana de edad. Por otro lado, se evaluó el comportamiento de estas pruebas serológicas frente a las toxinas ApxI-IV y la proteína OmpA en animales negativos a A. pleuropneumoniae, analizando la posible presencia de anticuerpos debido a otros patógenos con producción de toxinas ApxI-III u otras toxinas RTX antigénicamente relacionadas, o con proteínas de membrana que pudiesen presentar reacción serológica cruzada con las pruebas empleadas. Una vez analizados los resultados, se observó que en todos los casos el nivel de anticuerpos de la madre condiciona el nivel de anticuerpos de los lechones a las 24 horas. La vida media de estos anticuerpos puede ser muy diferente en función del antígeno de que se trate, encontrando vidas medias inferiores a las 2-3 semanas en el caso de los anticuerpos frente a las toxinas ApxI, ApxIII y la proteína OmpA, así como vidas medias más elevadas en el resto, superando en el caso de la ApxII las 5 semanas y en el caso de la ApxIV las 8 semanas, llegando a encontrarse con estas dos últimas un considerable número de animales con anticuerpos maternales a la 10ª semana de vida. Además, la cantidad de anticuerpos maternales no es homogénea en todos los lechones a las 24 horas de vida. Esta heterogeneidad está influida por el nivel de anticuerpos de la cerda. Se ha observado un elevado número de animales en la granja negativa con anticuerpos frente a la toxina ApxII. Este hecho indica que aquellos antígenos que pueden estar presentes en otras bacterias, como las toxinas ApxI-III, podrían lugar a la aparición de reacciones serológicas cruzadas con las pruebas ELISA frente a las mismas, presentando por tanto estas pruebas una baja especificidad para la detección de infecciones por A. pleuropneumoniae. En animales negativos, la concordancia observada entre las pruebas para detección de anticuerpos frente a la toxina ApxIV y frente a la proteína OmpA es muy elevada, así como la concordancia de la prueba de detección de anticuerpos frente a la toxina ApxII respecto al resto de pruebas es muy baja. La mejor estrategia para evaluar la situación de una granja respecto a A. pleuropneumoniae es la combinación de varias pruebas serológicas frente a distintos antígenos. Finalmente, con el protocolo profiláctico establecido no se detectó seroconversión de los animales con ninguna de las pruebas realizadas al menos hasta la semana 18ª, pudiendo establecer el éxito de este para evitar el contagio de los animales hasta aproximadamente la semana 14ª de edad.
In this study, the evolution of maternal antibodies against RTX toxins (ApxI, II, III and IV) and against the OmpA protein of Actinobacillus pleuropneumoniae from birth to 10 weeks of life was studied. For this purpose, enzyme-linked immunosorbent assay (ELISA) tests against Apx toxins I, II, III, and IV and OmpA protein were used on 42 piglets from 7 sows from a commercial sow farm positive for the bacterium. Blood serum samples were taken from the sows 24 hours after farrowing and from the piglets 24 hours after farrowing, and then every 7 days until the 10th week of life, to determine the dynamics and duration of these antibodies. Another objective of the present work was to prevent the piglets from being colonised by the bacteria, and thus ensure that the antibodies detected were exclusively due to those transmitted by their mother. To this end, a protocol was carried out consisting of antibiotic treatment of all the sows on the day of farrowing, as well as 11 days after lactation. On the other hand, selected piglets were treated with another antibiotic every 14 days from the second to the sixteenth week of age. This was checked with serum samples taken at 18 weeks of age. On the other hand, the behaviour of these serological tests against ApxI-IV toxins and OmpA protein in A. pleuropneumoniae negative animals was evaluated, analysing the possible presence of antibodies due to other pathogens with ApxI-III toxin production or other antigenically related RTX toxins, or with membrane proteins that could present serological cross-reaction with the tests used. After analysis of the results, it was observed that in all cases the level of maternal antibodies determines the level of antibodies in the piglets at 24 hours. The half-life of these antibodies can be very different depending on the antigen in question, finding half-lives of less than 2-3 weeks in the case of the antibodies against ApxI, ApxIII toxins and the OmpA protein, as well as higher half-lives in the rest, exceeding 5 weeks in the case of ApxII and 8 weeks in the case of ApxIV, with the latter two finding a considerable number of animals with maternal antibodies at 10 weeks of life. Moreover, the amount of maternal antibodies is not homogeneous in all piglets at 24 hours of life. This heterogeneity is influenced by the antibody level of the sow. A high number of animals on the negative farm have been observed with antibodies to ApxII toxin. This fact indicates that antigens that may be present in other bacteria, such as ApxI-III toxins, could lead to serological cross-reactions with ELISA tests against them, thus presenting a low specificity for the detection of A. pleuropneumoniae infections . In negative animals, the concordance observed between the tests for detection of antibodies against ApxIV toxin and against OmpA protein is very high, and the concordance of the test for detection of antibodies against ApxII toxin with respect to the other tests is very low. The best strategy to evaluate the A. pleuropneumoniae status of a farm is the combination of several serological tests against different antigens. Finally, with the established prophylactic protocol, no seroconversion of the animals was detected with any of the tests performed until at least the 18th week, and the success of this protocol to avoid the infection of the animals until approximately the 14th week of age can be established.
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