Introducción.
La lesión por isquemia-reperfusión (LIR) que aparece después del implante hepático está acompañada de peores resultados a nivel funcional y una disminución de la supervivencia del injerto. Podemos clasificar este daño mediante el estudio anatomopatológico con la biopsia hepática tras la reperfusión o biopsia en tiempo cero (BTC). La solución de preservación de Universidad de Wisconsin (UW) ha sido el gold estándar en el trasplante hepático. Entre sus inconvenientes están: alta viscosidad, alta concentración en potasio y mayor agregación eritrocitaria. Como alternativa apareció la solución de histidina-tryptófanoketoglutarato (HTK), de menor viscosidad y coste económico.
La combinación de las ventajas de una solución de baja viscosidad (HTK) que permita el lavado óptimo de la microcirculación hepática junto a las propiedades ideales de UW podría ser una alternativa para disminuir la LIR, como se ha visto en estudios experimentales en animales.
Hipótesis de trabajo y objetivos.
La perfusión combinada del injerto hepático mediante lavado inicial con HTK y el posterior almacenamiento en frío con UW disminuye la lesión isquemiareperfusión (LIR) frente a la perfusión única con HTK.
El objetivo principal es comparar la LIR en el trasplante hepático entre ambos grupos. Como secundarios, se analizarán: el fallo primario del injerto (FPI), la disfunción precoz del injerto (DPI), retrasplante, complicaciones arteriales y biliares. Así como la supervivencia del injerto y del paciente a uno, tres y cinco años.
Material y métodos.
Se ha realizado un estudio cuasiexperimental longitudinal prospectivo. Se incluyeron un total de 80 pacientes, 40 en cada grupo, sometidos a trasplante hepático con donantes en muerte encefálica en el Hospital Regional Universitario de Málaga entre 2015 y 2018. En un grupo se realizó perfusión única del injerto con HTK y en el otro, lavado inicial con HTK y posterior almacenamiento en UW. Se realizó un seguimiento de 5 años.
Resultados.
El pico enzimático de GOT y GPT en la primera semana tras el TH fue mayor en grupo de HTK: media de GOT de 1434,32 UL frente a 1021,55 U/L (p=0,10) y de GPT 1052,65 U/L frente a 688,65 U/L (p = 0,14). La DPI, siguiendo los criterios de Olthoff, fue la única variable que presentó diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos comparados a favor del uso combinado de soluciones (40% vs 17,5%; p = 0,03). El uso de HTK y UW fue un factor protector para el desarrollo de DPI (OR: 0,343; IC 95%:0,120-0,98; p:0,046). El FPI tuvo lugar en un caso (2,5%) en cada uno de los grupos (p=1,00). El retrasplante estuvo presente en 2 casos en grupo HTK y 1 caso en combinado (p=0,75). El uso combinado de las soluciones de preservación HTK y UW, actuó como factor protector (OR:0,297; IC95%:0,097-0,906; p=0,033) para el desarrollo de LIR moderada o severa. El 20% de las LIR moderadas o severas presentaron rechazo celular agudo frente al 6% de las nulas o leves (p=0,055).
La complicación arterial se manifestó exclusivamente mediante trombosis de la arteria hepática (TAH): dos casos con perfusión única y uno con combinada (p = 0,63). Las complicaciones biliares descritas fueron estenosis anastomóticas: 15% en grupo HTK y 10% en HTK-UW (p=0,50).
Las supervivencias del injerto y paciente a 1, 3 y 5 años entre ambos grupos no presentaron diferencias estadísticamente significativas. En el grupo HTK la supervivencia del injerto fue de 92.5%, 80%, 72.5% y en HTK-UW de 90%, 82.5%, 82.5%, respectivamente. La supervivencia del paciente en el grupo con perfusión única fue: 97.5%, 85%, 72.5% y en la combinación de ambos líquidos: 92.5%, 85%, 85%, respectivamente.
Conclusiones.
El uso combinado de HTK y UW en la perfusión del injerto hepático es un método seguro y con buenos resultados. En nuestro estudio se asoció a una LIR de menor severidad y a una menor incidencia de DPI respecto a la perfusión única con HTK.
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