Andrés Esteban Molina Sandoval
Los estuarios son ecosistemas clave para el estudio de la contaminación por mercurio, al recibir el mercurio directamente a través de los ríos y la escorrentía, y tener condiciones ambientales que permiten su acumulación, biodisponibilidad y flujo. Con el objetivo de determinar la influencia de la estructura de la comunidad sobre el flujo de mercurio en estuarios tropicales, se tomó como modelo biológico los ensamblajes peces y como ecosistema modelo el estuario Bahía de Buenaventura. Se colectaron muestras representativas de los gradientes espaciotemporales del estuario de granulometría, materia orgánica y mercurio total (HgT) en sedimentos, de variables fisicoquímicas del agua, de la comunidad de peces y del contenido de HgT en musculo de peces. El ensamblaje de peces de la Bahía de Buenaventura estuvo dominado por 14 de las 69 especies encontradas, representando el 90% de la densidad y el 81% de la biomasa. El mayor número de especies, densidad y biomasa se encontraron asociados a las zonas con mayor influencia de ríos. Por otra parte, la MO y el HgT en sedimentos fueron mayores en época de lluvia y en la parte interna del estuario, pudiéndose modelar su distribución y acumulación a partir de la MO y la salinidad, donde la MO representa el medio de transporte y acumulación del HgT y la salinidad representa la influencia de las variaciones hidroclimáticas y los gradientes ambientales del estuario. En la Bahía de Buenaventura el proceso de bioacumulación de mercurio en peces está activo, detectándose la presencia de mercurio en todas las especies analizadas, registrándose concentraciones de HgT superiores a 0.2 µg g-1 en más de la mitad de las especies. Por esto se escogieron las especies: Urotrygon rogersi, Cathorops multiradiatus, Achirus mazatlanus, Achirus klunzingeri, Sphoeroides trichocephalus, Daector dowi y Citharichthys gilberti para su análisis individual. Se identificaron tres grupos de peces, según los principales factores conductores del proceso de acumulación de HgT, que fueron la biodisponibilidad, las concentraciones iniciales en el ambiente y la fisiología específica de las especies, siendo la especie U. rogersi la que presentó el mayor potencial para ser utilizada como bioindicador para la contaminación por mercurio en este estuario. Para las siete especies de peces analizadas individualmente se encontraron Factores de Acumulación Biota-Sedimento (FABS) mayores a uno, comprobando que el proceso de bioacumulación está activo en este estuario. Adicionalmente, se observó que el proceso de transferencia de HgT de los sedimentos a los peces fue más eficiente en época seca y en la parte externa del estuario. Por otra parte, según la influencia de los descriptores de la estructura del ensamblaje de peces sobre los FABS, se identificaron tres tipos de interacción: 1) asociados a la variedad de respuestas a la contaminación por mercurio, relacionados con el número de especies; 2) por el aumento en el ingreso y flujo de mercurio por la producción de biomasa y nuevos individuos cuando los FABS fueron mayores al aumentar la densidad y la biomasa y 3) por los cambios tróficos por variaciones en la oferta de alimento, relacionados con la disminución de los FABS cuando aumento la densidad. Según los resultados de esta investigación la conservación de la diversidad y la dinámica ecológica puede hacer a los ecosistemas estuarinos más resistentes a la contaminación por mercurio.
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