Una de las causas más frecuentes de fallo prematuro de los recubrimientos de pintura, aplicados en estructuras de acero expuestas a la atmósfera, es la presencia en la intercara metal/pintura de sales solubles.
Estas sales se encuentran distribuidas entre los productos de corrosión y tienen orígenes diversos, si bien la fuente más común de la presencia de sales solubles en la superficie metálica, es la exposición del acero, antes de pintar, a medios agresivos como pueden ser las atmósferas contaminadas: marinas, industriales, etc.
En la práctica, las sales solubles se encuentran heterogéneamente distribuidas entre la herrumbre, acumulándose preferentemente en las capas más internas de productos de corrosión, incluso a veces en el interior de picadruas del substrato. Sin embargo, en la mayor parte de los estudios llevados a cabo sobre la temática, los substratos de acero limpios se han contaminado con los niveles deseados de sales solubles, dosificando el contaminante de una manera uniforme sobre el substrato. Este hecho supone un distanciamiento del caso real. Por ello, en un intento de aproximación al caso práctico, se ha establecido una metodología para contaminar artificialmente substratos de acero, con niveles conocidos de cloruros y sulfatos, tratando de reproducir en unas cámaras climáticas de laboratorio los ambientes contaminados con SO2 o cloruros y obtener así una distribución de las sales solubles más cercana a la que tiene lugar en la atmósfera. La caracterización superficial realizada mediante diferentes técnicas, como la Espectroscopía Fotoelectrónica de Rayos X (XPS), Microscopía Electrónica de Barrido/Análisis por Energía Dispersiva de Rayos X (SEM/DEX), Difracción de Rayos X (DRX) y la Sonda Kelvin, permiten afirmar que la distribución de las sales obtenida con este nuevo método de contaminación, se aproxima con mayor fidelidad al caso natural, que la obtenida con el método convencio
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