El aumento de la calidad comercial y vegetal de arbustos ornamentales pasa por aumentar tamaño y frondosidad a la vez que se mantiene un estado nutritivo óptimo para soportar el transplante y resistir enfermedades. La utilización de técnicas como la fertirrigación, sustratos adecuados y unas concentraciones fertilizantes adecuadas permitiría maximizar la producción de biomasa y mantener unos niveles adecuados de nutrientes. Además permtiría utilizar fertilizantes nitrogenados más ricos en amonio, que permanezcan más tiempo en el medio de cultivo y reducir así las pérdidas por lixiviación e, indirectamente, reducir esta vía de contaminación de acuíferos y aguas superficiales. Hay que tener en cuenta que el amonio puede resultar tóxico a partir de determinadas concentraciones, por lo que se deberá controlar su concentración hasta la máxima a la que no se produce detrimento de la calidad de la planta, tanto en producción como en niveles de nutrientes. La optimización del nitrógeno es clave en la consecución de estos objetivos, ya que es el nutriente esencial que más influencia tiene en el desarrollo de las plantas y en la absorción de otros nutrientes. Se estudian tres arbustos ornamentales; Viburnum tinus, Pittosporum tobira y Arbutus unedo, todos seleccionados por viveristas y muy utilizados en la Comunidad de Madrid.
En un primer ciclo de cultivo se estudia en hidroponía la concentración óptima de N para cada una de las especies. En un segundo ciclo de cultivo se estudia la relación nitrato/amonio más baja que es capaz de mantener la producción y el estado nutricional de modo que se pueda maximizar la fertilización amónica.
En un tercer ciclo de cultivo se estudian las relaciones nitrato/amonio en un sustrato comercial y estudiar las relaciones utilizadas con y sin la presencia del inhibidor de la nitrificación DMPP. De este modo se podrá mantener durante más tiempo las relaciones nitrato/amonio ini
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