En las últimas décadas, la preocupación por la salud y el bienestar ha adquirido una relevancia significativa en todo el mundo. La adopción de un estilo de vida saludable, que incluye una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico, se ha convertido en un objetivo para muchas personas En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002) recomienda la práctica regular de ejercicio físico, una alimentación equilibrada y una imagen corporal positiva como elementos fundamentales para alcanzar un estilo de vida saludable (Landeros-Olvera et al., 2020; Mínguez, 2020; Narváez et al., 2022). Por todo lo anterior, debemos considerar que los estudiantes universitarios constituyen una población muy atrayente para la realización de estudios (Flores-Allende & Ruíz, 2010; Pavón, 2004; Pavón & Moreno, 2008).
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