La presente investigación se centró en determinar la magnitud de la respuesta de IGF-1 medido en saliva tras realizar un programa de entrenamiento HIIT. A su vez, se comprobó el efecto en variables relacionadas con la salud, como son la composición corporal, condición física, calidad de vida y funciones ejecutivas. Éstas se midieron a través de las pruebas Stroop test (ST), test de cartas de Wisconsin (WCST) y Digit Span test (DST). Además, se determinó el efecto agudo de un esfuerzo máximo en la concentración de IGF-1 y en las funciones ejecutivas en los tres momentos que se evaluaron (Pre, post y Follow up). Un total de 58 mujeres jóvenes universitarias y sedentarias participaron de forma voluntaria en la investigación, en la cual desarrollaron un programa de entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) durante 12 semanas, con una frecuencia de tres entrenamientos/semana. La población de estudio fue aleatorizada en tres grupos, siendo estos el grupo control (GC) el cual no realizó ningún cambio en su estilo de vida y dos grupos de intervención. Por un lado, se encontraba el grupo HIIT (tres entrenamientos HIIT/semana) y el grupo HIIT+AF (tres entrenamientos HIIT junto a un incremento de su AF diaria). Antes de desarrollar el programa, tras su finalización y tras un periodo de tres meses de seguimiento (Follow-up), todas las mujeres fueron evaluadas para comprobar el estado de las diferentes variables estudiadas en cada momento. Los resultados muestran cómo un programa de entrenamiento HIIT con una duración de 12 semanas puede mejorar de forma significativa la concentración de IGF-1 en mujeres jóvenes universitarias y sedentarias. Además, se observó que las mejoras dadas se incrementaron en mayor medida tras la evaluación de Follow-up, obteniendo el grupo HIIT+AF un mayor porcentaje de cambio. Respecto al efecto agudo, en la evaluación inicial se pudo observar un incremento significativo en la concentración de IGF-1 en todos los grupos del estudio. Por otro lado, respecto a las funciones ejecutivas, tan solo el grupo HIIT+AF obtuvo una mayor eficiencia en el control inhibitorio (ST) tras el programa de entrenamiento. En relación al efecto agudo, se observa que un esfuerzo máximo de forma incremental puede mejorar el rendimiento en el control inhibitorio. El grupo HIIT+AF en la evaluación inicial y el GC en la evaluación Post, obtuvieron un incremento significativo en dicha función ejecutiva. Respecto a la flexibilidad cognitiva (WCST), existen ciertas mejoras en los grupos HIIT y HIIT+AF tras el programa HIIT, pero es tras el Follow-up cuando el grupo HIIT+AF muestra un mayor rendimiento. Respecto a la memoria de trabajo, el grupo HIIT obtuvo un cambio significativo tras el programa de entrenamiento y tras el periodo de Follow-up en la prueba DST hasta atrás (DST-I), la cual requiere de una mayor demanda de la memoria de trabajo. En relación a la composición corporal, todos los grupos consiguieron una reducción significativa del porcentaje de masa grasa, manteniéndose tras el periodo de Follow-up tan solo en los grupos HIIT. La masa muscular incrementó de forma significativa en los grupos HIIT tras las 12 semanas de entrenamiento, y además los beneficios se mantuvieron pasados los tres meses de Follow-up. Por último, respecto a la calidad de vida tras el programa de entrenamiento, principalmente se observaron cambios en el grupo HIIT+AF, especialmente en la vitalidad, salud general y salud mental. Se puede concluir, por tanto, que, el ejercicio físico de alta intensidad supone un esfuerzo eficaz para la estimulación del IGF-1 y así potenciar las funciones ejecutivas. Además, los resultados parecen indicar que dicha estimulación y sus posibles adaptaciones pueden darse en mayor medida a largo plazo, algo que debe ser tenido en cuenta en futuras investigaciones. A su vez, este programa de entrenamiento es efectivo para mejorar la composición corporal, condición física y calidad de vida, siendo más notorio junto a un incremento de actividad física diaria.
The present investigation focused on determining the magnitude of the IGF-1 response measured in saliva after a HIIT training program. In turn, the effect on health-related variables such as body composition, physical condition, quality of life and executive functions was tested. These were measured by means of the Stroop test (ST), Wisconsin Card Test (WCST) and Digit Span Test (DST). In addition, the acute effect of a maximal effort on IGF-1 concentration and executive functions was determined at the three moments that were evaluated (Pre, Post and Follow up). A total of 58 sedentary young university women voluntarily participated in the research, in which they underwent a high interval intensity training (HIIT) program for 12 weeks, with a frequency of three workouts/week. The study population was randomized into three groups, being the control group (CG), which did not make any changes in their lifestyle and two intervention groups. On the one hand, there was the HIIT group (three HIIT workouts/week) and the HIIT+AF group (three HIIT workouts together with an increase in their daily physical activity). Before developing the program, after its completion and after a three-month Follow-up period, all the women were evaluated to check the status of the different variables studied at each moment. The results show how a HIIT training program lasting 12 weeks can significantly improve the IGF-1 concentration in young sedentary university women. Furthermore, it was observed that the given improvements increased to a greater extent after the Follow-up evaluation, with the HIIT+AF group obtaining a higher percentage of change. Regarding the acute effect, a significant increase in IGF-1 concentration was observed in all the study groups at the initial evaluation. On the other hand, with respect to executive functions, only the HIIT+AF group obtained greater efficiency in inhibitory control (ST) after the training program. In relation to the acute effect, it is observed that an incremental maximal effort can improve performance in inhibitory control. The HIIT+AF group in the initial evaluation and the CG in the Post evaluation, obtained a significant increase in this executive function. Regarding cognitive flexibility (WCST), there are certain improvements in the HIIT and HIIT+AF groups after the HIIT program, but it is after the Follow-up when the HIIT+AF group shows a higher performance. Regarding working memory, the HIIT group obtained a significant change after the training program and after the Follow-up period in the DST to back test (DST-I), which requires a greater demand on working memory. In relation to body composition, all groups achieved a significant reduction in the percentage of fat mass, which was maintained after the Follow-up period only in the HIIT groups. Muscle mass increased significantly in the HIIT groups after 12 weeks of training, and the benefits were maintained after three months of Follow-up. Finally, regarding quality of life after the training program, changes were mainly observed in the HIIT+AF group, especially in vitality, general health and mental health. Therefore, it can be concluded that high-intensity physical exercise is an effective effort to stimulate IGF-1 and thus enhance executive functions. Furthermore, the results seem to indicate that such stimulation and its possible adaptations may occur to a greater extent in the long term, something that should be taken into account in future research. In turn, this training program is effective in improving body composition, physical condition and quality of life, being more noticeable in conjunction with an increase in daily physical activity.
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