Las Lágrimas Artificiales (LA) constituyen el primer escalón de tratamiento para la Enfermedad de Ojo Seco (EOS), así como complemento en cualquier estadio de esta enfermedad. Tradicionalmente, los laboratorios fabricantes reportan su composición química en términos de principios activos, conservantes y otros componentes, y con esta información es con la que se realizan estudios de seguridad y eficacia, sirviendo también como pautas para prescripción médica.
Los tipos y subtipos de la EOS, junto con esta información química, guían el tipo de LA recomendada para cada paciente, teniendo como objetivo aportar el componente más similar posible al alterado en la lágrima biológica.
Sin embargo, la fricción entre las caras de la Superficie Ocular (SO) es clave en la etiología y gravedad de enfermedades de la SO, incluida la EOS. Esta fricción puede provocar o empeorar el desgaste de los epitelios que recubren la SO y, con ello, sintomatología en el paciente.
Muy pocas veces se atiende a la física de fluidos que subyace entre las interacciones de la SO y la lágrima y que es responsable de dicha fricción. En este sentido, la lágrima puede interpretarse como un fluido lubricante que baña las caras sólidas de la SO, sufriendo deformaciones de cizalla a velocidades muy variables. Esto se llama sistema tribológico.
Por este motivo, no son sólo importantes las características químicas del fluido como osmolaridad, pH o componentes, sino también su comportamiento físico en cuanto a viscosidad, tensión superficial o bioadherencia.
Respecto a esta “cara B” de las fichas técnicas de las LA, en la mayoría de las ocasiones sólo se distingue la denominación de “colirios”, “geles” o “pomadas”, sin detalles ni variables objetivas. Una información más completa y su comportamiento en el sistema tribológico de la SO podría aportar conocimiento para mejorar la eficacia y la prescripción del tratamiento más personalizada.
Este estudio se centra en la descripción detallada de la viscosidad y tensión superficial de varias LA comercializadas en España, así como la medida de otras características que muy pocas veces se pueden encontrar en la información de una formulación, tales como la osmolaridad, el pH, índice de refracción, fosfatos, etc.
Con esta extensa información se tratará de crear grupos o familias de lágrimas que compartan características en común, y se estudiarán las posibles relaciones entre los componentes y comportamientos medidos.
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