En los contenidos de esta tesis se caracteriza un núcleo normativo de continuidad entre la tradición republicana-democrática y el socialismo, atendiendo centralmente la recepción crítica del legado del iusnaturalismo popular revolucionario en la crítica al trabajo asalariado capitalista en la obra de Karl Marx. La contribución de Marx y Engels al movimiento socialista consiste en una profunda revisión de constructos conceptuales republicano-democráticos en un contexto inaudito de transformaciones sociales. Marx tomó conciencia de las implicaciones de la derrota de la Revolución Francesa y del conflicto neurálgico en torno a concepciones antagónicas sobre la propiedad que se manifestaron en su desarrollo. Además, identifica mecanismos socioinstitucionales en los que emergen antagonismos que incitan a una toma de conciencia revolucionaria. Se argumenta que su crítica de la Economía Política se basa en fundamentos ontológico-sociales que fueron previamente articulados por movilizaciones populares, a través de un lenguaje de derechos naturales con fines antiexpropiatorios. Este núcleo se compone, en primer lugar, de un principio universalista de no-instrumentalización y una comprensión plurimotivacional de la racionalidad humana. En segundo lugar, se destaca un papel central del molde institucional basado en relaciones fiduciarias para la evaluación o justificación de formas de apropiación y la legitimidad política. En definitiva, Marx y Engels politizan los nuevos movimientos obreros en una coyuntura marcada por la necesidad de un programa antiexpropiatorio adaptando este núcleo normativo a las condiciones objetivas que surgieron con la industrialización, señalando críticamente los posibles cauces hacia una asociación republicana de productores libres e iguales.
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