Casimiro Espino y Teisler (Madrid, 1845-1888) fue un compositor y director de la segunda mitad del siglo XIX, reconocido especialmente por su labor al frente de la orquesta Unión Artístico-Musical de Madrid, así como por la composición de un buen número de zarzuelas en colaboración con Ángel Rubio. Sin embargo, el maestro Espino también ejerció como primer violín en varias de las principales compañías y agrupaciones de la época, siendo ejemplos la Sociedad de Conciertos de Madrid o la orquesta del Teatro Real. Asimismo, sus labores de dirección no se restringieron a la Unión Artístico-Musical, sino que estuvo al frente de diversas compañías, como las de los teatros Eslava y Variedades, desempeñando un papel destacado en el asentamiento del teatro por horas. Al frente de la Unión, desarrolló una intensa labor de difusión de repertorio nacional e internacional, brindando al público madrileño la oportunidad de escuchar por primera vez obras como el preludio de Parsifal de Wagner y permitiendo que muchos de nuestros jóvenes compositores se dieran a conocer. Trabajó codo con codo junto a reputados artistas españoles, como Manuel Fernández Caballero, Manuel Nieto o Juan Goula, así como extranjeros, siendo ejemplos Víctor Mirecki, Giovanni Bottesini o Adelina Patti. Asimismo, se incorporó como profesor en el Instituto Filarmónico, tomando parte activa en un proceso de renovación de la enseñanza de la época. Su amplio legado musical supera el centenar de composiciones, comprendiendo obras líricas, sinfónicas y religiosas, algunas de las cuales obtuvieron muy buena acogida a nivel nacional e internacional.
La presente Tesis Doctoral facilita un acercamiento a la vida y obra de este compositor y director, rescatando a una figura destacada del Madrid de finales del siglo XIX.
En el primer capítulo se realiza una reconstrucción biográfica basada fundamentalmente en su trayectoria profesional. En este sentido, se recoge su paso por el Real Conservatorio de Música y Declamación, donde se formó con Juan Díez, Rafael Hernando y Emilio Arrieta, obteniendo los primeros premios en violín (1864) y en composición (1869).
Los siguientes cinco capítulos desarrollan su intensa trayectoria profesional en función de los diversos ámbitos de intervención.
Así, el segundo capítulo se destina a la música religiosa, abordando sus facetas como director y compositor de un total de 23 obras e incorporando el análisis en los casos en que se conservan partituras.
El tercer capítulo recoge sus funciones como intérprete, compositor y director en las agrupaciones sinfónicas madrileñas Sociedad de Conciertos, Filarmónica de Madrid y Unión Artístico-Musical, incluyendo el estudio completo de esta última formación. Asimismo, se analizan 12 obras sinfónicas.
El cuarto capítulo se consagra al teatro lírico, aludiendo a sus labores de concertino y director en diversas compañías teatrales y analizando su extenso corpus en términos de recepción hasta 1890, dada la necesidad de acotar temporalmente la investigación. El capítulo facilita, al mismo tiempo, información relevante sobre buena parte de la producción de Ángel Rubio, teniendo en cuenta que 59 de las 75 obras localizadas surgieron de la razón social Rubio-Espino.
En el quinto capítulo se analizan cuatro casos seleccionados del repertorio lírico:
Una tiple de café (1876), ¡Cómo está la sociedad! (1883), Meterse en Honduras (1883) y ¡Quién fuera libre! (1884). Las tres últimas, compuestas junto a Ángel Rubio, constituyen las obras más exitosas, al menos desde el punto de vista del número de reprogramaciones que tuvieron y de su impacto en otras provincias e incluso en Latinoamérica. El estudio de estos cuatro casos permite ahondar en su estilo compositivo, así como en otros aspectos relacionados con la recepción y difusión del género chico a nivel nacional e internacional.
Por último, en el sexto capítulo se recogen sus intervenciones en otros ámbitos, tales como beneficios y bailes de máscaras, en los que acometió funciones de intérprete, director y compositor. En este sentido, cabe destacar la dirección de la compañía del Teatro Real en la representación de Roberto el diablo (1881), así como las veladas camerísticas ofrecidas junto a reputados miembros de la Filarmónica de Madrid (1872- 1874), en las que se dio a conocer un repertorio poco habitual en la época. Asimismo, se incluyen las 21 piezas que Espino compuso para los bailes de máscaras de la Zarzuela y del Real, y se analizan las cuatro partituras que se conservan: El correo de amor, Las amazonas, Hércules y La Paquita.
El contenido de estos capítulos se complementa en los apéndices, donde se incluye el catálogo completo de su obra. Cabe destacar el último, que incorpora todos los programas de concierto ofrecidos por la Unión Artístico-Musical de Madrid, constituyendo una valiosa fuente de información en términos de circulación del repertorio sinfónico en España.
De este modo, la presente investigación facilita un acercamiento a la figura de Casimiro Espino en sus principales dimensiones y contribuye al conocimiento de la historia musical del siglo XIX en España.
Casimiro Espino y Teisler (Madrid, 1845-1888) was a composer and conductor from the second half of the 19th century. He was especially recognized for his work leading the Unión Artístico-Musical de Madrid orchestra and for the composition of a large number of zarzuelas in collaboration with Ángel Rubio. However, Espino also served as 1st violin in several of the main companies and groups from the period, such as the Sociedad de Conciertos de Madrid or the Teatro Real orchestra. Likewise, his role as conductor wasn’t restricted to the Unión Artístico-Musical, since he directed different theater companies such as the Eslava and Variedades theaters, participating in the establishment of the teatro por horas. As conductor of the Unión Artístico-Musical, he spread national and international repertoire, he gave the Madrid public the opportunity to listen the Wagner’s Parsifal prelude for the first time, and he allowed many young Spanish composers to became known. He worked alongside renowned Spanish artists, such as Manuel Fernández Caballero, Manuel Nieto or Juan Goula, as well as foreigners, for example Víctor Mirecki, Giovanni Bottesini and Adelina Patti.
Additionally, he joined as a teacher in the Instituto Filarmónico, which allowed him to take an active part in the educational reform process of the period. His musical legacy exceeds one hundred compositions and includes lyrical, symphonic and religious works, some of which were well received both in Spain and abroad.
This PhD Thesis allows an approach to the life and work of this composer and conductor, reviving an important figure of the end of the 19th century in Madrid.
In the first chapter, a biographical reconstruction based on his professional career is carried out. In this sense, his stage in the Real Conservatorio de Música y Declamación is deepened, where he studied with Juan Díez, Rafael Hernando and Emilio Arrieta, winning first prizes in violin (1864) and composition (1869).
The following five chapters develop his intense professional career based on the various areas of intervention.
The second chapter is dedicated to religious music, addressing his facets as director and composer of a total of 23 works and incorporating the analysis in the cases in which scores are preserved.
The third chapter collects his functions as interpreter, composer and conductor in the Madrid symphonic groups Sociedad de Conciertos, Filarmónica de Madrid and Unión Artístico-Musical, including the complete study of this last orchestra. Likewise, 12 symphonic works are analyzed.
The fourth chapter is devoted to lyrical theater, alluding to his work as concertmaster and director in various theater companies and analyzing his extensive corpus in terms of reception until 1890, due to the need to temporarily limit the investigation. At the same time, this chapter provides relevant information on a large part of Ángel Rubio's production, taking into account that 59 of the 75 works located arose from the Rubio-Espino company name.
In the fifth chapter, four selected cases of the lyrical repertoire are analyzed: Una tiple de café (1876), ¡Cómo está la sociedad! (1883), Meterse en Honduras (1883) and ¡Quién fuera libre! (1884). The last three, composed together with Ángel Rubio, constitute the most successful works, at least from the point of view of the number of repeat performances they had and their impact in other provinces and even in Latin America. The study of these four cases allows us to delve into his compositional style, as well as into other aspects related to the reception and diffusion of the género chico at a national and international level.
Finally, the sixth chapter includes his interventions in other areas, such as benefits and masked balls, in which he undertook the functions of performer, conductor and composer. In this sense, it is worth mentioning the direction of the Teatro Real company in the performance of Roberto el diablo (1881), as well as the chamber music evenings offered with renowned members of the Filarmónica de Madrid (1872-1874), in which the audience were introduced to an unusual repertoire at the time. Likewise, the 21 pieces that Espino composed for the Zarzuela and Real masked balls are included, analyzing the four scores that are preserved: El correo de amor, Las amazonas, Hércules and La Paquita.
The content of these chapters is complemented in the appendices, where the catalogue of his work is included. The last one should be highlighted, which incorporates all the concert programs offered by the Unión Artístico-Musical de Madrid, constituting a valuable source of information in terms of circulation of the symphonic repertoire in Spain.
In this way, the present investigation provides an approach to the figure of Casimiro Espino in its main dimensions and contributes to the knowledge of the musical history of the 19th century in Spain.
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