Susana Castro Blanco
Los procesos hipóxicos se definen como aquellas situaciones que cursan con un aporte deficiente de oxígeno (O2) a un tejido, órgano o sistema.
En el caso concreto de hipoxia hipobárica es la disminución en la presión total atmosférica quien desencadena una disminución en la concentración celular de O2.
Ante estas situaciones deficitarias de O2 se desencadenan una serie de mecanismo compensatorios biológicos para garantizar un correcto aporte de este gas, y entre ellos destaca el fenómeno de vasodilatación. El óxido nítrico (NO) es una molécula gaseosa con multiples funciones biológicas en el sistema nervioso central, entre las que destacan su actuación como neurotransmisor atípico y segundo mensajero intracelular que interviene entre otros en procesos de vasorelajación, en fenómenos de neuroplasticidad neuronal o en la inhibición de la agregación plaquetaria, fenómenos por los cuales el NO ha sido implicado en procesos de neuroprotección ante daños del tipo hipóxico. Sin embargo, ante un exceso de su producción, el NO puede interaccionar con especies reactivas derivadas del O2 para formar peroxintrito (ONOO-), molécula con gran capacidad oxidante y que puede producir daños en el ADN, fenómenos de lipoperoxidación lipídica o de nitración proteica, alteraciones por las que se implica al NO en los procesos de neurotoxicidad. Entre los múltiples sistemas diana de la acción del sistema del NO cabe mencionar a las metaloproteinasas de matriz (MMPs) que se definen como una familia de endoproteasas implicadas en la degradación de los componentes de la matriz extracelular y que por tanto, se relacionan no solo con fenómenos de remodelación vascular (formación de edema y angiogénesis) sino también en los de remodelación neuronal.
Nuestro estudio experimental englobó el uso de una cámara hipobárica en la que ratas albino wistar fueron sometidas a una presión atmosférica equivalente a 38.000 pies dur
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