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La construcción del ideal de belleza en Freud.: Viajes y encuentros decisivos en torno a Italia (1895-1913)

  • Autores: Carmen Bueno Acero
  • Directores de la Tesis: José Miguel Marinas Herreras (dir. tes.), Ana María Leyra Soriano (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad Complutense de Madrid ( España ) en 2022
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Luís Montiel Llorente (presid.), Jorge Marugán Kraus (secret.), María Fernanda Santiago Bolaños (voc.), Constanza Nieto Yusta (voc.), Francisco José Martínez Martínez (voc.)
  • Programa de doctorado: Programa de Doctorado en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid
  • Materias:
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      Sabemos que de 1895 a 1913, Freud visitó Italia diez veces en sus vacaciones de verano. Durante el invierno, después de atender a sus pacientes, leía y se documentaba en profundidad en torno al arte y la cultura de este país. Los viajes realizados por el maestro vienés en este periodo suponían -en sus propias palabras- una fuente de goce y bienestar corporal, pero también los entendía como viajes de estudio y reflexión. Son años fundamentales en la maduración de grandes temas metapsicológicos como la sexualidad, el sentimiento de culpa o la importancia de la fantasía que habrán de culminar en su formulación del tema del ideal del yo/narcisismo y su relación con el «ideal de la belleza». En el presente trabajo se establecen tres etapas fundamentales en torno a la evolución del concepto freudiano de belleza: una fase inicial hasta 1910, basada en las obras de pintores italianos como Moretto, Tiziano o Rafael. El arquetipo femenino de la madre asexuada (Madonna) representa un ideal de belleza, basado en la virginidad. Asociado a este ideal, Freud se va a referir a los temas clínicos de la culpa y el síntoma histérico. Una fase intermedia (1910-1913) centrada en la figura de Leonardo da Vinci. El ideal de belleza se sitúa en este momento más allá de la diferenciación de los sexos. La «sonrisa de Leonardo» nos remitiría al reconocimiento de la bisexualidad. Y, por último, una fase final (1913-1914) centrada en las obras de Miguel Ángel, concretamente en su Moisés. En este momento, Freud afirma que la belleza surge del vínculo amoroso que el artista establece con su creación. El Moisés -como un reflejo del propio Miguel Ángel- representa la contención de la agresividad y el triunfo de la pulsión de vida. De ahí que, este concepto de narcisismo, establecido también en su obra de 1914, marque definitivamente la diferencia entre la enfermedad y la salud. Una inadecuada articulación del «ideal del yo» puede conducir al delirio, tal y como se presentaba en el escrito freudiano sobre la Gradiva de Jensen (1906), pero en el artista el proceso es diferente: el estancamiento de la libido en el yo puede ser sublimado a través de su obra, siempre que satisfaga su «yo ideal» (narcisismo primario). Desde este punto de vista, Freud explica la destrucción por parte de Miguel Ángel de su obra La Pietá florentina. Pero también hemos querido señalar en nuestro trabajo, lo que hemos denominado «encuentros decisivos». Con ello queremos referirnos a la importancia que tuvo el acercamiento a las humanidades en la constitución de un método psicoterapéutico original y novedoso como fue el psicoanálisis a principios del siglo XX. Sabemos que grandes pioneros como S. Ferenczi, K. Abraham o Lou Andreas-Salomé, mostraron un enorme interés por temas relacionados con el arte y la cultura y escribieron obras muy interesantes sobre lo que se ha considerado el psicoanálisis aplicado. Por último, nos gustaría señalar que este trabajo está basado principalmente en las referencias bibliográficas a la cultura italiana que aparecen en los escritos y en la correspondencia del fundador del psicoanálisis, así como en las Actas de la Sociedad psicoanalítica de Viena. La escasa bibliografía sobre la influencia de los viajes a Italia en la obra freudiana, nos animó a llevar a cabo este proyecto.

    • English

      As far as we are aware, Freud visited Italy ten times from 1895 to 1913, duringh is summer holidays. Through winter season, after taking care of his patients, he would read and deeply research about Italian art and culture. According to his own words, the Viennese master described those trips a “source of joy and physical well-being”, although he also considered them as trips to reflect and study. Those years were essential for maturing some major metapsychological subjects such as sexuality, sense of guilt or the importance of fantasy, that would culminate in his formulation of the “ideal of self/narcissism” and its relation with the “ideal of beauty”. Three fundamental stages around the evolution of the Freudian beauty concept are outlined in the present work: an initial stage that runs until 1910, based on the works of Italian painters such as Moretto, Titian or Raphael. The feminine archetype of asexual mother (Madonna) represents an ideal of beauty based on virginity. Related to this ideal, Freud refers to clinical matters such as guilt and hysterical symptom. An intermediate stage (1910-1913) is focused on Leonardo da Vinci. The ideal of beauty is now placed beyond differentiation of sexes. “Leonardo smile” would refer us to conciliation of bisexuality. Third and final stage (1913-1914) is focused on the works of Miquelangelo, in particular to his Moses...


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