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Resumen de Cultura humana y evolución: una perspectiva biológica desde la Ecología del Comportamiento y la Teoría de la Herencia Dual

Álvaro Moreno Marín

  • Esta tesis aborda principalmente el papel de la cultura en la evolución de nuestra especie, así como los mecanismos que configuran la evolución cultural y su relación con la evolución biológica. Para entender a fondo la estructura y dinámica de la cultura es imprescindible establecer su conexión con el desarrollo evolutivo de nuestra especie. Sólo así se puede medir su impacto en la evolución en el ámbito genético y establecer el alcance de la interrelación de las adaptaciones genéticas y culturales.

    De esta manera realizo un estudio de dos de los enfoques actuales más relevantes acerca de la evolución de la cultura, su posible analogía con la evolución biológica y la repercusión en el panorama filosófico actual de las implicaciones que ello conlleva.

    Estos dos enfoques derivan de los planteamientos biológicos sobre el comportamiento y la cultura humanas, en la medida en que éstos inciden directamente sobre la eficacia biológica de los individuos u organismos a los que pertenecen. No entro a considerar otros planteamientos que se apoyan en la teoría de la evolución por selección natural para abordar este mismo objeto de estudio, ya sean los que consideran más relevantes los efectos de la dinámica cultural sobre sus propias unidades constituyentes (Teoría Memética), o bien los que lo hacen desde una perspectiva centrada en la conformación evolutiva de las características mentales o psicológicas de los individuos (Psicología Evolucionista). Los programas de investigación que abordo proceden exclusivamente del campo de la biología y su objeto de estudio guarda relación con la contribución de la cultura y del comportamiento a la eficacia biológica de los organismos. Esto me lleva a dirigir mi investigación hacia los enfoques de la Ecología del Comportamiento Humano y de la Teoría de la Herencia Dual. En esta tesis analizo cómo el primero de estos enfoques aborda la cultura humana entendiéndola principalmente como comportamiento adaptativo, para pasar después a indagar cómo el segundo la considera como información adaptativa. Ambos investigan los efectos sobre la eficacia biológica de los individuos aplicando diversos modelos procedentes de la biología a los aspectos culturales y sociales de las poblaciones humanas.

    En esta tesis se abordan aquellos aspectos aún confusos de la relación entre evolución biológica y evolución cultural, tratando de poner de manifiesto las dificultades a las que se enfrentan los diversos enfoques que la abordan desde planteamientos estrictamente biológicos.

    Todos los aspectos estudiados a lo largo de la tesis apuntan al hecho de que la cultura es un mecanismo de adaptación extraordinariamente rápido y potente que ha permitido a los humanos convertirnos en la exitosa especie que somos hoy día. Si comparamos los parámetros de rango geográfico y ecológico ocupado, biomasa total y aprovechamiento energético, con el de otras especies, la nuestra constituye una clara anomalía evolutiva. Sin embargo, este éxito no ha dependido únicamente de nuestra inteligencia individual. La diversidad de entornos habitados imponen unas exigencias muy diferentes para la supervivencia de los grupos humanos, y a menudo demandan técnicas de aprovechamiento de los recursos que van más allá de lo que un individuo aislado podría descubrir por sí solo, con independencia de su inteligencia individual. Si los humanos han podido asentarse en entornos tan diferentes como desiertos, archipiélagos o montañas ha sido más bien debido a la capacidad de acumular y transmitir conocimientos, de acomodar el comportamiento individual y social a las exigencias de esos entornos, para lograr así sobrevivir y perpetuarse en ellos. Los humanos somos la especie más dependiente de la cultura de cuantas habitan el planeta, y adquirimos de ella prácticamente todo lo necesario para sobrevivir desde nuestros primeros años de vida. Somos, por tanto, una especie esencialmente cultural.

    La cultura es una manera de generar variantes fenotípicas mucho más rápida y eficaz que lo que los genes son capaces de producir de manera aislada, y este hecho hace necesaria la introducción de una perspectiva evolutiva para entender su importancia y su significado en nuestra especie. No sólo nos ha dotado de una capacidad de adaptación extraordinaria, sino que nos ha constituido en lo que somos, como especie y como individuos. Dependemos ya de ella para sobrevivir en una realidad determinada, pero también nos configura: en ella encontramos las claves para comprender, evaluar, manipular, experimentar… en definitiva, acercarnos a la realidad que nos circunda. Sin embargo, es necesario no perder de vista el sentido biológico que tiene la cultura. La conclusión de esta tesis bien podría entenderse como la afirmación de que el ser humano no ha trascendido a la biología. La cultura es una adaptación que proporciona una ventaja inestimable a nuestra especie, pero que está ahí como resultado de la dinámica evolutiva que nos empuja a sobrevivir y perpetuarnos, al igual que cualquier otra especie. En este sentido forma parte de nuestra biología tanto como la postura bípeda o el tamaño craneoencefálico. No es, en suma, un ámbito separado ni una continuación de nuestra naturaleza.


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