Los dermatofibromas, que son tumores fibrohistiocíticos benignos de la piel, han sido estudiados en esta tesis, desde el punto de vista clínico, histológico, inmunohistoquímico y ultraestructural.
El material de estudio, consistió en 157 dermatofibromas, obtenidos mediante extirpación completa de la lesión y recogidos en los Servicios de Dermatología y Anatomía Patológica del Hospital Universitario de Canarias.
El método fue el convencional para las técnicas de microscopía óptica, electrónica e inmunohistoquímica. Se seleccionaron los 157 casos para microscopía óptica, 60 casos para electrónica y 55 casos para inmunohistoquimia, para esta última técnica se evaluó su positividad siguiendo criterios de grado semicuantitativos.
En cuanto a sus resultados clínicos, la máxima incidencia de estos tumores fue entre los 20 y 30 años, predominaron en el sexo femenino, siendo la localización preferente las extremidades inferiores. La práctica totalidad de la muestra se presentó como lesión única, en forma de pápula o nódulo de coloración parduzca y consistencia firme. De sus resultados histológicos se desprende, que el tipo más frecuente es el dermatofibroma fibroso (86,62%), seguido del histiocítico (10,89%) y el vascular (2,54%). Dentro del tipo fibroso, destaca el subtipo clásico como el más frecuentes. Se estudiaron, además una serie de parámetros histológicos tales como: células gigantes multinucleadas, células xantomatosas, depósitos de hemosiderina, la reacción inflamatoria estromal y peritumoral y el número de mitosis, correlacionandoles con los diferentes tipos histológicos.
En lo que respecta a los estudios inmunohistoquímicos, el factor XIIIa mostró en la mayoría de los casos inmunoreactividad positiva (89,10%), sugiriendo su inmunoreactividad a partir de los dendrocitos dérmicos tipo I. El marcador histiocitario a-1 antiquimotripsina presentó respuesta inconstante, lo que cuesti
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