Resumen de Demonios sin instrucciones: del verdugo y la crueldad en el mito de la violencia justa
Heredera de las ideas liberales de Beccaria y de Elias, la modernidad occidental ha construido su propio mito civilizatorio sobre la justicia de su violencia y la intolerancia a la crueldad. El recurso a la violencia cruel ha servido como criterio para distinguir lo civilizado de lo bárbaro, o, incluso, los totalitarismos de las democracias. Paradójicamente, la tortura, las masacres y las atrocidades de la guerra parecen irrumpir cada vez más frecuentemente en el mundo moderno, de la mano de las necesidades de seguridad de los Estados frente al terrorismo o de la inevitable violencia de la praxis revolucionaria frente a la crueldad de los tiranos.
¿Cómo definir entonces los límites de la llamada violencia justa? ¿Cómo distinguirla de todas aquellas otras formas de violencia extrema y moralmente intolerables a las que solemos referirnos como salvajismo, brutalidad, barbarie o terror? ¿Hasta qué punto la violencia justa puede ella prescindir de un cierto espíritu de crueldad: de una voluntad de hacer sufrir al enemigo o al culpable; de una voluntad de castigo que inspire la cuota mínima de miedo necesario para la obediencia a la ley? Esta tesis estudia el fenómeno de la crueldad ligado a la fundación o conservación de los sistemas simbólicos de poder político, así como las especificidades del instrumento que sirve en el mundo moderno para su ejecución: el demonio sin instrucciones, el tipo de verdugo que permite la distancia con el poder, cuando la crueldad es justificable, o la negación social, cuando esta resulta estéticamente intolerable; el instrumento especializado de la violencia cruel o extrema que — aunque chocante e inmoral— sirve a los fines lógicos y racionales de una voluntad superior: la del Estado o la de la Revolución.
Con el telón de fondo de la historia de la violencia colombiana, el anarquismo europeo o la guerra moderna, en diálogo permanente entre la filosofía y las ciencias sociales, esta investigación revisa los diferentes acercamientos filosóficos a la crueldad que han aportado a su comprensión actual en la política moderna. En ella se sustenta la tesis de que lo verdaderamente característico de la organización social y política moderna es la posibilidad de negación de la crueldad que emana de su derecho, a través de formas específicas de mediación y distancia moral, como el demonio sin instrucciones o la producción social de mitos que expresan una voluntad colectiva fantasma (anónima y flotante) de castigo y sufrimiento contra una amenaza idealmente construida
