La tesis que aquí se presenta es una propuesta de reconstrucción de la evolución urbanística de una parte del puerto de Tarragona, en concreto el sector oriental, desde su primera ocupación en época ibérica hasta principios del siglo XIX con la planificación y diseño del actual barrio del puerto, teniendo como elemento principal de este trabajo el teatro romano. Este estudio diacrónico se amplía hasta el siglo XX en el solar del teatro y área occidental del mismo, donde se hallan los restos de un edificio monumental anexo a este. En definitiva se pretende identificar los elementos principales que conforman el paisaje de cada período histórico para poder reconstruir su evolución partiendo de un marco geográfico conformado por una llanura litoral, dos promontorios que la enmarcan y un acantilado que los unifica. Estos elementos son el reflejo de las diferentes actividades que se han llevado a cabo en este sector de la ciudad, desde las productivas y habitacionales hasta las de ocio, de culto, defensivas etc. También forman parte de estos las infraestructuras que vertebran el territorio como la vialidad y el sistema de eliminación de residuos, tanto sólidos como líquidos. Para definir los elementos desde época ibérica hasta la edad media se han utilizado básicamente los diferentes resultados obtenidos por las escasas intervenciones arqueológicas realizadas en este sector de la ciudad desde el siglo XIX al XXI. A partir del siglo XII las fuentes históricas son las que han servido de base para la configuración de la evolución del paisaje, destacando la cartografía, los dibujos paisajísticos, las actas de los acuerdos municipales desde el siglo XV al XIX, los archivos de protocolo y del arzobispado, las licencias urbanísticas, la fotografía y la hemeroteca. El primer asentamiento documentado en este sector es el poblado ibérico que se ubicó en el promontorio occidental que dominaba tanto la bahía del puerto natural, como la desembocadura del río Francolí y la llanura fértil del curso inferior de este. El período que va desde la conquista romana hasta la formación de la ciudad del siglo II a.C. también está escasamente representado en este espacio ya que la ocupación romana se reduce al praesidium construido en el extremo NE de la plataforma costera sobre la que se desarrollara esta ciudad. Es en este momento cuando se crea el camino que comunica el puerto con este núcleo primero de ocupación romana y que dará origen al cardo maximus. En el siglo II a.C. la ciudad de Tarraco se planifica en insulae definidas por ejes viarios de cardines y decumani que también se desarrollan en la llanura litoral. Es el momento de la construcción de la muralla que envolvía teóricamente los dos promontorios que encuadran el puerto natural. Trazas de este nuevo urbanismo se han conservado en el área de estudio sobre todo un cardo que marcará el eje del teatro y un decumanus que unía el puerto con el foro, el cual se está planificando en este momento junto al ángulo NE del poblado anterior. Esta planificación urbanística sirvió de base a la urbanización del área portuaria. Entre el siglo I a.C. y Augusto los edificios documentados son básicamente de carácter comercial entre los que destacan almacenes portuarios y un edificio mercantil de tabernae. También se han documentado los restos de un acueducto posiblemente para el abastecimiento de agua al puerto. En época de Tiberio se produce un cambio urbanístico importante, que tiene como núcleo central la construcción del teatro. De este edificio se hace un estudio pormenorizado sobre el proceso constructivo, su implantación en el territorio y los elementos que lo constituyen y se realiza una nueva propuesta de restitución de la cavea y del frente escénico. Esta actividad lúdica se completa con otros conjuntos termales en la llanura portuaria y en el promontorio oriental en el eje marcado por el decumanus maximus. La actividad de culto en época romana en este sector se reduce a un posible templo situado en el promontorio occidental. A partir del siglo III d.C. se documenta una ocupación de carácter doméstico en espacios anteriores que se reutilizan como el teatro, las termas de San Miguel y algunos almacenes. En la edad media, tras el abandono de este sector desde el siglo VIII, las primeras construcciones que se implantan son el molino harinero y la capilla de San Miguel del Mar. En torno al primero se fue formando un espacio de habitación y de actividades económicas que será el núcleo del posterior barrio del puerto. A finales del siglo XV se construye el primer muelle ante los graves problemas para la actividad portuaria que generaba el puerto natural. En el siglo XVI se realiza una primera torre defensiva en el promontorio oriental junto al puerto y se reconstruye el muelle. A partir del siglo XVII el incipiente barrio del puerto se rodea de una cinta muraria con baluartes y se construye el convento de capuchinos en el lugar de la antigua capilla. El siglo XVIII supone la ampliación hacia el este del barrio portuario, la creación de la plaza de la Aduana y la ocupación del sector exterior de la muralla con casetas de navegantes y pescadores. Finalmente, con la construcción del nuevo puerto en 1790 se diseña y se planifica en 1806 un nuevo barrio que será la base del actual, esto supone la segunda planificación desde el poder político de este sector de la ciudad desde la que se realizó en el II a.C.
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