ANTECEDENTES:
Las relaciones sexuales entre hombres han recibido y siguen recibiendo una atención preferente en las últimas décadas en el ámbito de la investigación en salud pública, por razones tanto sociológicas como epidemiológicas, fundamentalmente por la emergencia de la epidemia de infección por VIH que ha afectado de forma especial a esta minoría sexual. Hay bastantes evidencias de que el consumo de drogas entre hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) es bastante más elevado que entre la población general de su misma edad y sexo tanto con fines recreativos, como para tener relaciones sexuales (consumo sexualizado de drogas -CSD-).
Además, parece que los patrones de CSD, están cambiando en los últimos años de forma que el consumo de un conjunto de sustancias que se han agrupado frecuentemente bajo la etiqueta de drogas recreativas (fundamentalmente cocaína, éxtasis o MDMA y anfetamina) estarían siendo sustituidas por otro grupo de sustancias de introducción más reciente, para cuyo empleo en el contexto sexual, los anglosajones han acuñado el término de drogas “chemsex”, que nosotros aceptaremos sin traducción. Las sustancias más habitualmente consideradas dentro del chemsex son GHB/GBL, mefedrona, metanfetamina y ketamina. Estas sustancias incrementan la excitación y el funcionamiento durante las relaciones sexuales y son habitualmente tomadas en fiestas privadas de sexo o en lugares de encuentro sexual.
El fenómeno ha sido descrito en muchos países de casi todos los continentes y en prácticamente en todos los países europeos. Sin embargo, la emergencia del mismo se produjo en el Reino Unido y, sobre todo, en Londres. En este país ha sido donde se ha estudiado más en profundidad. Se ha planteado que estos consumos constituían un problema prioritario de salud pública, pues, además de los efectos de tales sustancias sobre la salud mental o física (incluida la muerte por sobredosis), estaban asociados con un incremento sustancial de los comportamientos sexuales y de inyección con muy alto riesgo de transmisión de VIH y otras infecciones de trasmisión sexual (ITS) o hemática (VHB, VHC, sífilis, gonorrea, etc.).
Cuando se plantearon los dos proyectos de investigación en que se basa la presente tesis, en España la información era mucho más limitada. Sólo se disponía de dos publicaciones indexadas con datos exclusivamente de España, concretamente de Madrid. Una de ellas es de escasa utilidad por lo limitado de su muestra: 15 pacientes. La otra restringida a los VIH positivos del área metropolitana de Madrid. Además, se habían publicado dos estudios sobre consumo en grandes ciudades europeas, que incluyen también información sobre la ciudad de Barcelona y, además, en uno de ellos, también a las ciudades de Madrid y Valencia. De forma muy general podíamos decir que el consumo en las ciudades españolas se situaba entre los más altos del conjunto de las ciudades estudiadas, pero siempre por debajo de las ciudades del Reino Unido.
Además de lo limitado del conocimiento de la extensión del fenómeno del consumo de drogas entre los HSH en España, conviene precisar que los fenómenos de consumo de sustancias están muy modulados por las características y dinámicas sociales propias de cada país, lo que nos debe llevar a ser prudentes en la generalización de evidencia científica obtenida en otros contextos.
OBJETIVO GENERAL: Obtener información relevante para conocer la magnitud y características del uso de drogas con cualquier finalidad, así como su consumo sexualizado, en los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres residentes en España y sus implicaciones para el control de la epidemia de VIH y otras ITS.
MATERIAL Y MÉTODOS:
La investigación de la presente tesis doctoral se realizó en el Instituto de Salud Carlos III. Para alcanzar los objetivos planteados se han utilizado datos basados principalmente en dos proyectos de investigación financiados en convocatorias públicas competitivas: 1) Operational knowledge to improve HIV early diagnosis and treatment among vulnerable groups in Europe. EURO HIV EDAT. (CHAFEA 2013: 20131101) y 2) Uso recreativo y sexualizado de drogas en hombres gais, bisexuales, otros HSH y mujeres trans en España: perfil epidemiológico e implicaciones para la extensión del uso de drogas. (PNSD 2019: 2019I017).
En el marco del proyecto europeo en el que participaron 8 países, una parte de la población de estudio fueron los HSH. Para contestar a una parte de los objetivos de esta tesis, se reclutó a los participantes fundamentalmente en las principales webs de contacto gay de cada país. La información se recogió mediante un cuestionario electrónico autoadministrado traducido al idioma de cada país y que incluía variables sociodemográficas, de conductas sexuales, sobre antecedentes de pruebas de VIH y otras ITS, así como un apartado sobre CSD, incluyendo las drogas chemsex, referido a los últimos 12 meses. Otra parte de los objetivos de esta tesis se basó en el análisis de la información correspondiente a los participantes de este proyecto europeo residentes en España dado que era el país con mayor tamaño muestral. El mayor número de HSH reclutados permitió profundizar en el análisis de los patrones de CSD y en la práctica de chemsex diferenciando a la población de estudio en dos grupos: 1) los VIH positivos y 2) los VIH negativos y que nunca se habían hecho la prueba del VIH.
Los participantes del segundo proyecto fueron HSH no diagnosticados de infección por el VIH que fueron reclutados en cuatro centros: a) dos centros de diagnóstico de ITS de las ciudades de Madrid y Barcelona y b) dos programas comunitarios de pruebas rápidas de VIH y de otras ITS (uno en cada ciudad). A todos los usuarios de estos centros sin diagnóstico previo de VIH se les ofreció la oportunidad de participar. Aquéllos que firmaron el consentimiento informado cumplimentaron un cuestionario online autoadministrado sin identificadores personales en una tablet. El cuestionario tenía diferentes secciones: variables sociodemográficas, historial de pruebas del VIH, conductas sexuales de riesgo, así como consumo recreativo y sexualizado de drogas, inyección de esteroides, así como de drogas para consumo recreativo o en contexto sexual.
Además de los análisis estadísticos básicos, se llevaron a cabo análisis multivariantes con regresión logística y regresión de Poisson para identificar los factores asociados, y Análisis de Clases Latentes para identificar tipologías de policonsumo.
RESULTADOS Y CONCLUSIONES:
Los resultados obtenidos en el marco de los dos proyectos anteriormente indicados y que se recogen en la presente tesis doctoral han permitido que el doctorando sea el primer autor de 5 artículos científicos publicados en revistas del campo de las adicciones y de la salud pública: uno en una revista del primer decil, tres en revistas del primer cuartil y uno en una revista del tercer cuartil.
Los resultados/conclusiones más relevantes de estos artículos son:
- Es el primer estudio que aporta información comparativa del consumo de drogas entre una subpoblación de HSH (aunque tenga limitaciones de representatividad) y los hombres de la población general. Los HSH mostraron mayores prevalencias de consumo de todas las drogas, siendo esta diferencia muchísimo mayor para el consumo del último año y para aquellas drogas consideradas más sexualizadas, como los inhalantes y las drogas chemsex. Los HSH también presentaban diferentes tipologías de policonsumo caracterizadas por la presencia de estas drogas sexualizadas en todos los perfiles y porque el perfil de consumo intensivo de todas las drogas, incluye a más de uno de cada diez HSH para el consumo de último año y a casi uno de cada cinco para el consumo de por vida.
- El CSD es relativamente frecuente entre los HSH de los siete países analizados: uno de cada diez lo habían hecho en el último año en el país con menor consumo (Rumanía) frente a más de uno de cada cinco en España (país de mayor consumo). Las prevalencias crecientes de tres comportamientos sexuales de riesgo y las prevalencias de infección por VIH y otras ITS conforman una escalera de perfiles de riesgo, con las prevalencias más bajas entre quienes no han consumido drogas y el más alto entre quienes han consumido tanto drogas recreativas como drogas chemsex.
- En España, el CSD es más del doble entre los VIH positivos que entre los negativos o sin prueba. Esta diferencia se observó en todos los perfiles de CSD e igualmente en la prevalencia de los mencionados comportamientos sexuales de riesgo.
- Sólo dos de cada cien HSH se habían inyectado drogas alguna vez, pero cuatro de cada cinco lo hicieron para tener sexo la primera vez que se inyectaron. La inyección para sexo es claramente la puerta de entrada a la inyección de drogas en esta subpoblación y además supone un alto riesgo de adquirir enfermedades transmitidas por sangre, pues cuatro de cada diez han compartido droga o material de inyección. La inyección de estas sustancias (fundamentalmente mefedrona y metanfetamina) parece de reciente aparición y se da a edades no tan tempranas como lo hace la inyección en la población general.
- Seis de cada cien HSH se han inyectado esteroides, pero menos de dos de cada cien han compartido esteroides o material de inyección, por lo que parece que la inyección de estas sustancias no supone un riesgo alto de transmisión de infecciones, aunque su práctica si es un buen indicador de que los inyectores de esteroides pertenecen a un grupo de alto riesgo, pues tienen mayor presencia de otros comportamientos de riesgo.
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