Introducción: La insuficiencia cardiaca (IC) es la manifestación final de diversas cardiopatías con una prevalencia que está alcanzando registros de epidemia.
Basándose en estudios que demuestran que un estricto control de la presión en la aurícula izquierda (PAI) se asocia a un mejor pronóstico, se han desarrollado dispositivos de cortocircuito interauricular que permiten una disminución permanente de la PAI. El objetivo es caracterizar la respuesta clínica, funcional y hemodinámica en reposo y en esfuerzo en pacientes con IC avanzada antes y después del implante de estos dispositivos.
Métodos: Se consideraron elegibles pacientes con IC crónica en clase funcional III/IV de la NYHA a pesar de tratamiento optimizado. El dispositivo permite el paso de sangre de AI a aurícula derecha, mediante un gradiente de presión medido basalmente mayor de 5 mmHg, descargando así la AI. Los procedimientos se realizaron de forma percutánea mediante acceso venoso femoral y guiados con ecocardiografía transesofágica.
Resultados: Se trata de un estudio prospectivo y unicéntrico. Los dispositivos se implantaron con éxito en 14 pacientes (86% hombres, 71,7 ± 5,8 años y con una fracción de eyección del ventrículo izquierdo de 32.6 ± 8.5% todos ellos de causa isquémica salvo una dilatada idiopática). Tras un año de seguimiento, todos permanecen permeables (Qp/Qs 1,26 ± 0,14) y no se registraron eventos adversos con el dispositivo, salvo 2 complicaciones vasculares en el implante y una sospecha de trombo sobre dispositivo que desapareció tras optimizar anticoagulación. El 69% han mejorado su clase funcional (p<0,001) y su calidad de vida (KCCQ de 41,8 ± 3,7 a 54,6 ± 6,1; p< 0,001). En cuanto a datos objetivos, los niveles de NT-proBNP pasaron de 1530 [1326- 4157] basal a 1200 [785-2685] pg/ml (p=0.005), en el test de los 6 minutos se produjo un aumento de 23 metros (p=0,001) y un aumento de 2,4 ml/Kg/min en el consumo de O2 en la ergoespirometría (p=0,005). Se observó una disminución del volumen telediastólico del ventrículo izquierdo de 188 ± 68 ml basal a 163 ± 59 ml (p=0,002), sin cambios en la fracción de eyección del ventrículo izquierdo. En cuanto a los valores hemodinámicos, la presión capilar pulmonar basal en reposo pasó de 21,9 ± 4,2 a 18,5 ± 3,2mmHg al año del implante (p=0,002). La presión capilar pulmonar en esfuerzo bajó de 29 ± 6mmHg antes del implante (7mmHg más que en reposo) a 20,5 ± 6,5 mmHg tras el implante (p=0.005). Esta mejoría ocurrió sin variaciones en el gasto cardíaco y sin aumento de presiones pulmonares, presión en la aurícula derecha ni datos clínicos ni ecocardiográficos de disfunción derecha. Se evidenció un descenso muy marcado de la tasa de ingresos por insuficiencia cardíaca:1,14 ingresos por paciente-año el año previo al implante frente a 0,21 al año del implante (p=0,004). Con una mediana de seguimiento de 662 [549-1329] días, la supervivencia al año fue del 93% y a los 3 años del 44%, similar a la predicha por el Seattle score para dicha población.
Conclusiones: El implante de esta terapia es seguro y se asocia a buenos resultados clínicos y hemodinámicos con una disminución de los ingresos por IC. Nuestro análisis exploratorio no sugiere una reducción en la mortalidad predicha pero este punto será analizado en los estudios aleatorizados en marcha en la actualidad.
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