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La autopercepcion del riesgo de caer y el dolor como predictores de caidas recurrentes en la poblacion anciana y muy anciana no institucionalizada

  • Autores: César Gálvez Barrón
  • Directores de la Tesis: Alejandro Rodríguez Molinero (dir. tes.), Francesc Formiga Pérez (codir. tes.)
  • Lectura: En la Universitat de Barcelona ( España ) en 2021
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Domingo Ruiz Hidalgo (presid.), Alfonso López Soto (secret.), Juan José Baztán Cortés (voc.)
  • Programa de doctorado: Programa de Doctorado en Medicina e Investigación Traslacional por la Universidad de Barcelona
  • Materias:
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • INTRODUCCIÓN Las caídas, especialmente las recurrentes, representan uno de los problemas más importantes en la población anciana dadas las repercusiones clínicas, funcionales, afectivas y sociales a las que se asocian. La identificación de las personas ancianas en riesgo de caer y la detección de los factores de riesgo asociados representan dos de los pasos fundamentales de la valoración integral de las caídas.

      Respecto a la detección de las personas ancianas en riesgo de caer, se han desarrollado diversas herramientas predictoras de caídas. Sin embargo, su capacidad predictora y validación todavía no son satisfactorias. Un parámetro potente como predictor de caídas es el antecedente de caídas previas, aunque está sujeto a un sesgo de memoria relevante. Los ancianos podrían estimar bien su riesgo de caer, y esta “autopercepción” podría ser un parámetro predictivo válido de caídas recurrentes que permita mejorar la detección de las personas ancianas en riesgo de caer. Este parámetro podría sintetizar el impacto de los factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos presentes en una persona.

      En cuanto a los factores de riesgo asociados a caídas, la identificación o confirmación de nuevos factores sigue siendo una prioridad en la investigación de las caídas. En este sentido, resulta relevante la confirmación del dolor como factor de riesgo de caídas recurrentes en la población anciana dada su alta prevalencia. Además, se trata de un factor potencialmente modificable. Los datos actuales no son del todo concluyentes, y en los estudios realizados a la fecha no se ha diferenciado a la población anciana de la muy anciana lo cual es relevante dada la diferencia cada vez mayor en el perfil de ambos grupos de edad respecto a su autonomía, estado funcional y supervivencia.

      La evaluación de la validez predictiva de la autopercepción del riesgo de caer de los propios individuos y la evaluación del dolor como factor de riesgo de caídas recurrentes en la población anciana y muy anciana fueron los dos objetivos primarios de los trabajos incluidos en la presente en la presente tesis doctoral.

      METODOLOGÍA Muestra Se reclutó una cohorte de población comunitaria no institucionalizada mayor de 65 años con sobrerrepresentación de las personas mayores de 80 años, procedente de todas las provincias de España. El muestreo fue polietápico y estratificado por edad, sexo y área geográfica.

      Valoración de los participantes y variables de interés La valoración basal fue realizada en el mismo domicilio de los participantes. En dicha valoración se evaluó la ocurrencia previa de caídas y la autopercepción del riesgo de caer a través de las siguientes preguntas: Pregunta 1: “¿se ha caído en los últimos 6 meses?”. Respuestas posibles: sí/no. Pregunta 2: “¿Cree que se puede caer en los próximos meses?”. Respuestas posibles: sí/no.

      Pregunta 3: “¿Cuál es la probabilidad de que se caiga en los próximos meses?”. Respuestas posibles: baja/media/alta.

      En la valoración basal también se evaluó la presencia e intensidad del dolor a través de la pregunta “¿ha tenido dolor en alguna parte del cuerpo en las últimas cuatro semanas?” (repuestas posibles: sí/no), y de la escala Face Pain Scale (FPS) (rango 0-6); respectivamente.

      También se recogieron datos sobre la fuerza muscular (escala del Medical Research Council) y el equilibrio (4 ítems de la escala de Tinetti), los tratamientos tesis doctoral.

      METODOLOGÍA Muestra Se reclutó una cohorte de población comunitaria no institucionalizada mayor de 65 años con sobrerrepresentación de las personas mayores de 80 años, procedente de todas las provincias de España. El muestreo fue polietápico y estratificado por edad, sexo y área geográfica.

      Valoración de los participantes y variables de interés La valoración basal fue realizada en el mismo domicilio de los participantes. En dicha valoración se evaluó la ocurrencia previa de caídas y la autopercepción del riesgo de caer a través de las siguientes preguntas: Pregunta 1: “¿se ha caído en los últimos 6 meses?”. Respuestas posibles: sí/no. Pregunta 2: “¿Cree que se puede caer en los próximos meses?”. Respuestas posibles: sí/no.

      Pregunta 3: “¿Cuál es la probabilidad de que se caiga en los próximos meses?”. Respuestas posibles: baja/media/alta.

      En la valoración basal también se evaluó la presencia e intensidad del dolor a través de la pregunta “¿ha tenido dolor en alguna parte del cuerpo en las últimas cuatro semanas?” (repuestas posibles: sí/no), y de la escala Face Pain Scale (FPS) (rango 0-6); respectivamente.

      También se recogieron datos sobre la fuerza muscular (escala del Medical Research Council) y el equilibrio (4 ítems de la escala de Tinetti), los tratamientos farmacológicos, y la situación funcional (índice de Katz), afectiva (test de Yesavage) y afectiva (test de Yesavage) y cognitiva (test de Pfeiffer) de los participantes.

      A continuación, se realizó un seguimiento telefónico a los 4, 6, 9 y 12 meses en los que se preguntó por la ocurrencia de caídas respecto a la valoración basal o al control telefónico previo según correspondiera. Se consideró que un individuo presentó caídas recurrentes cuando ocurrieron 2 ó más caídas durante el seguimiento hasta los 12 meses.

      Análisis estadístico La validez predictiva de caídas recurrentes de la autopercepción del riesgo de caer se evaluó a través de la sensibilidad, especificidad y área bajo la curva de cada una de las preguntas antes descritas y de un cuestionario construido a partir de las preguntas 1 y 3 (rango 1 a 6). Para este análisis la muestra se ponderó para el sexo y edad de los participantes.

      La evaluación del dolor como factor de riesgo de caídas recurrentes se evaluó dividiendo a la muestra en dos grupos de edad: población anciana (65 a 79 años) y muy anciana (80 ó más años). Para cada grupo de edad se desarrolló un modelo multivariante (regresión logística) ajustado por edad, sexo, equilibrio, fuerza muscular, síntomas afectivos, deterioro cognitivo, número de fármacos y fármacos con riesgo conocido de caídas.

      RESULTADOS Se reclutaron 772 personas de las cuales 550 (71,2%) fueron de 80 ó más años. El 9,9% de los participantes presentaron caídas recurrentes durante el año de seguimiento.

      Entre las personas que completaron al menos el primer seguimiento telefónico, el 26,4% y 32,9% de ellos respondieron afirmativamente a las preguntas 1 y 2, respectivamente. En cuanto a la pregunta 3, el 37,2% y 11,1% contestaron tener una probabilidad media y alta de caer, respectivamente.

      Las personas que creían que se podían caer (pregunta 2: “¿Cree usted que se puede caer en los próximos meses?”), cayeron más que las que no. El riesgo relativo asociado para esta pregunta con respecto a la aparición de caídas recurrentes fue 7,4 (IC 95%: 1,7-16,5) a los 4 meses y 2,2 (IC 95%: 1,0-3,9) a los 12 meses. La validez de esta pregunta para detectar personas con caídas recurrentes a corto y medio plazo (hasta los 6 meses) fue buena (área bajo la curva: 0,71 [IC 95%: 0,59-0,71] y 0,66 [IC 95%: 0,57-0,66] a los 4 y 6 meses, respectivamente]). A largo plazo (6 a 12 meses), resultó tener mayor capacidad predictiva el hecho de haber caído al menos 1 vez en los 6 meses previos (pregunta 1) (área bajo la curva: 0,71 [IC 95%: 0,63-0,71] y 0,72 [IC 95%: 0,65-0,72] a los 9 y 12 meses, respectivamente).

      Respecto al cuestionario construido a partir de las preguntas 1 y 3, la proporción de personas con caídas recurrentes en el siguiente año fue progresivamente mayor en función de la puntuación obtenida en el cuestionario (rango de 1 a 6). Si se establece como punto de corte la puntuación 3, la sensibilidad y especificidad para la aparición de caídas recurrentes al año fueron del 70% (IC 95%: 56-84) y 72% (IC 95%: 68-76); respectivamente. El área bajo la curva del cuestionario para la predicción de caídas recurrentes al año fue 0,74 (IC 95%: 0,66-0,82).

      Respecto al dolor como factor de riesgo de caídas recurrentes, en el grupo de edad de 65-79 años (población anciana), el 51,35% de los participantes reportó tener dolor, de los que el 37,7%; 36,8%; y 12,3%; presentó dolor de intensidad leve, moderada y severa; respectivamente. En el grupo de participantes de 80 ó más años (población muy anciana), el 52% de ellos reportó tener dolor, siendo la distribución de los mismos, de acuerdo a la intensidad del dolor, del 19,2% (leve), 45,8% (moderado), y 24,1% (severo). En el seguimiento presentaron caídas recurrentes el 6,93% del grupo de población anciana (65-79 años) y el 12,06% del grupo de población muy anciana (80 ó más años).

      En la población anciana el dolor se asoció a caídas recurrentes con un odds ratio (OR) de 1,47 (IC 95%: 1,08-2,0) por cada unidad de incremento en la intensidad del dolor (rango FPS de 0 a 6) en el modelo multivariante; por lo que los participantes con el dolor más severo posible (FPS 6) tuvieron un OR asociado de 10,16 para caídas recurrentes respecto a los participantes ancianos sin dolor (FPS 0). Sin embargo, en el grupo de población muy anciana el dolor no se asoció a caídas recurrentes ni en el análisis bivariante ni en el modelo multivariante.

      Respecto al análisis ponderado de una posible modificación del efecto o interacción de la edad sobre la asociación del dolor con las caídas recurrentes, el parámetro estimado para dicha interacción no resultó significativo (p=0,129).

      CONCLUSIONES:

      La autopercepción de los ancianos de su propio riesgo de caer es válida como elemento predictor de caídas recurrentes Un breve cuestionario que incluye una pregunta sobre la autopercepción del propio riesgo de caer (pregunta 2) y otra sobre la ocurrencia de caídas en los 6 meses previos (pregunta 1), muestra una buena validez predictiva para la ocurrencia de caídas recurrentes en un año.

      El dolor, potencialmente modificable y altamente prevalente, es un factor de riesgo de caídas recurrentes en la población anciana (65-79 años).

      No hemos podido demostrar que la relación dolor-caídas recurrentes se mantenga en la población muy anciana (80 ó más años).


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