El compartimento lateral de la parte inferior de la pierna está formado por los músculos peroneos, peroneo largo (PL) y peroneo corto (PB) inervados por la rama del nervio peroneo superficial del nervio peroneo común derivado de la quinta rama lumbar y primera rama ventral sacra (L4; LS-51; S2). Ambos músculos a través de sus inserciones tendinosas son flexores plantares del tobillo y son fundamentales en el equilibrio de la pierna sobre el pie en bipedestación y marcha y en la estabilización lateral del tobillo junto con los ligamentos del compartimento lateral del tobillo ya que su principal acción de eversión es oponiéndose activamente al mecanismo que produce los esguinces laterales de tobillo (inversión del tobillo).
Las patologías de los tendones peroneos (PT) son una fuente poco apreciada de dolor y disfunción lateral del retropié, a veces difíciles de distinguir de las lesiones laterales del tobillo. Dombek et al, afirma que solo el 60% de los trastornos del tendón peroneo se diagnostican con precisión en la primera evaluación clínica. La patología del TP varía desde tendinopatía hasta roturas, desgarros e inestabilidad del tendón (subluxación y luxación). Estas lesiones se encuentran comúnmente en pacientes con inestabilidad crónica del tobillo o retropié cavovarus y son el resultado de una actividad deportiva prolongada o esguinces repetitivos de tobillo. El manejo de estas patologías se basa principalmente en evidencia de nivel IV y V. En consecuencia, en la literatura se propugnan diferentes diagnósticos y tratamientos sin un consenso generalizado.
Un conocimiento profundo de la anatomía peronea es fundamental para comprender mejor la fisiopatología de las lesiones peroneas y diagnosticarlas correctamente, así como su reparación, ya sea con tratamiento conservador o reparaciones quirúrgicas. El complejo del tendón peroneo consta del PLT y PBT, su vaina, el SPR y el retináculo inferior y el OP cuando está presente. Ambos músculos peroneos residen en el compartimento lateral de la pierna inervado por el SPN y vascularizado por las arterias peronea y tibia! anterior. Se informa en la literatura que el PBT se inserta generalmente en la base del hueso metatarsiano, mientras que el PLT se informa con mayor frecuencia que se adhiere al primer y segundo metatarsianos.
Los sitios de Inserción de ambos TP suelen presentar descripciones diferentes en la literatura, por Jo que nuestro propósito en este estudio es evaluar la variabilidad anatómica de estos sitios de inserción y su repercusión en la comprensión de la patología de los tendones peroneos y en la toma de decisiones sobre los abordajes quirúrgicos.
Para comprobar la variabilidad anatómica se utilizaron veinte pies de cadáver recién congelados. La parte lateral del tobillo, el píe y la planta se disecaron para exponer el curso PL T y PBT y las inserciones distales.
El PBT en once píes presentó una inserción "normal" en la base del quinto metatarsiano y los nueve restantes (45%) presentaron variantes anatómicas. El PLT presentó una inserción única en trece pies y presentó variantes anatómicas en siete pies (35%).
Los resultados de este estudio están en línea con otros informes en la literatura. Sin embargo, describimos una variación anatómica que no se ha informado a nuestro leal saber y entender.
Los cirujanos ortopédicos deben ser conscientes de esta variabilidad al realizar la cirugía de pie y tobillo, para evitar posibles complicaciones, por ejemplo, una posible lesión del PLT durante la artrodesls tarso-metatarsiana.
El Os Peroneo (OP) es un pequeño hueso sesamoideo, que puede estar presente en la vaina del tendón peroneo largo, cerca de la articulación calcáneo-cuboidea (decusación). La variabilidad de tamaño y forma es bastante común, así como un OP multípartito que se puede encontrar en algunos casos. La OP reportada previamente en la literatura varía de redonda, ovalada, triangular o irregular. Puede ser una fuente de dolor lateral en el mediopié que causa el POPS.
Para verificar la Incidencia de OP y la variabilidad anatómica se utilizaron veinte pies de cadáver frescos congelados. Se realizaron disecciones para exponer el OP (cuando estaba presente) comenzando proximalmente en el origen del PLT y PBT finalizando en la inserción del PLT en el primer metatarsiano.
Nueve pies presentaron OP osificado ( 45%) v seis pies presentaron enqrosamiento del tendón (30%).
Los resultados de este estudio no varían mucho de los resultados reportados en la literatura sobre la incidencia de una OP osificada o "verdadera". Sin embargo, se muestra claramente la presencia de un engrosamiento PLT que podría considerarse un OP, y por lo tanto, una posible causa de POPS.
La discusión sobre la verdadera definición de Os peroneo permanece. Sin embargo, es nuestra opinión que la variabilidad de la prevalencia de OP descrita en la literatura puede variar según el método, los criterios y la definición de "Os".
Las roturas del tendón peroneo son las más problemáticas de las lesiones peroneas porque dependen de factores biológicos curativos en los que los cirujanos tienen un control deficiente durante la reparación del tendón. La capacidad de curación de los tendones peroneos se ve afectada por muchos factores, como la edad, la localización y extensión de la rotura o desgarro y la vascularización del tendón. A pesar de este conocimiento, no hay consenso sobre qué rupturas realmente sanarán.
El impacto de la vascularización en el desgarro del tendón ha sido ampliamente discutido entre los autores. Sin embargo, la literatura muestra informes contradictorios sobre la presencia de zonas avasculares en los tendones peroneos y su contribución al desgarro y rotura del tendón.
Creemos que el cirujano ortopédico necesita conocer la vascularización precisa de los tendones peroneos para comprender mejor la fisiología del desgarro y el potencial de curación para refinar las indicaciones del tratamiento. Suponemos que los TP están bien vascularizados en toda su vía sin áreas avasculares. Nuestro propósito es describir la vascularización de ambos tendones peroneos y evaluar las diferencias en los patrones de vascularización entre ellos.
Para probar nuestra hipótesis se utilizaron veintidós especímenes frescos con menos de 48 horas post mortem sin ningún proceso de congelación y descongelación. Se realizó una inyección de látex negro en cada muestra para resaltar la vascularización arterial del TP seguido de la disección de cada espécimen para exponer el TP y su vascularización. Para sistematizar nuestra descripción, dividimos el PBT y PLT en regiones anatómicas adaptando las zonas anatómicas de Sammarco. En cada región, se observó y registró el número de ramas arteriales. Se realizó un análisis descriptivo del patrón de vascularización con dos patrones, un arqueado o un weblike. Se realizó un análisis estadístico de los factores que influyen en la vascularización.
Nuestros resultados muestran que los tendones peroneos están bien vascularizados en todo su recorrido, discurriendo por un vincula común, con vascularización proporcionada por ramas de las arterias peronea, tibial anterior, plantar lateral y del arco plantar profundo. No se encontraron áreas avasculares en el PLT, pero el PBT mostró zonas avasculares en la región retromalleolus ( 4.5%) y en el sitio de inserción del tendón (23%). La edad y el patrón de vascularización demostraron influir en la vascularización del tendón en la región posmaléololar.
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