En la presente obra analizaremos la importancia que estos signos han acumulado a lo largo de las últimas décadas y lo fundamentales que resultan para el mantenimiento de los tejidos socioeconómicos de las zonas rurales, especialmente en Europa. Así como el valor que supone en el mercado no sólo como un instrumento para mejorar el precio de venta de los productos, sino también su capacidad para generar riqueza asociada a los mismos, por ejemplo, a través de la atracción de turismo hacia las zonas de producción de estos. El objetivo principal de este trabajo no es el de realizar un análisis más de las figuras más conocidas en relación con la calidad agroalimentaria, sino poner de manifiesto el valor y el potencial que todavía guardan algunas de estas.
Análisis que llevaremos a cabo poniendo un especial énfasis en las posibilidades de mejora tanto a nivel operativo como normativo de estas figuras, con el análisis de sus puntos débiles y sus puntos fuertes a fin de hallar mecanismos que permitan dotarles de una mayor fortaleza que, a su vez, evite un excesivo desgaste de las figuras más preeminentes. Además, la presente obra pretende servir a los intereses de todos aquellos que forman parte del sector agroalimentario, independientemente de su formación jurídica, es decir, se pretende conseguir que personas con distintas formaciones pueda acercarse y comprender la realidad jurídica de las figuras de calidad agroalimentaria existente en la actualidad.
Deberemos diferenciar entre dos bloques de figuras principales, por un lado, aquellas que están subsumidas dentro del ámbito de la Propiedad Industrial, como las denominaciones de origen, las indicaciones geográficas o las especialidades tradicionales garantizadas, y que deberán atender, tanto en su regulación como en su protección, a normativas públicas y privadas. Por otro lado, encontramos aquellas que tienen una naturaleza pública pues constituyen certificaciones de cumplimiento de una serie de características o de una serie de normativas que rigen el modo de producción de los alimentos.
La elección de este tema obedece a una motivación muy diversa. Por un lado, se pretende con este trabajo elaborar un estudio sobre el panorama jurídico actual de las figuras de calidad agroalimentaria, algo que resulta de vital importancia en una comunidad autónoma como la de Castilla-La Mancha, cuyo sector primario es realmente importante en el conjunto de la economía regional. Además, y dentro de este sector, los signos de calidad han resultado especialmente útiles en el desarrollo de algunos de sus productos alimenticios más conocidos como son el vino de la Mancha, el vino de Valdepeñas o el queso manchego entre muchos otros. No sólo en lo que respecta a su regulación, sino también en lo que se refiere a sus márgenes de mejora y, lo que resulta especialmente relevante, cómo pueden protegerse estos signos y sus productores de las agresiones externas a los mismos debidas a conductas antijurídicas.
Otro de los motivos por los que se ha elegido este tema está relacionado con la importancia que las figuras de calidad están adquiriendo los mercados internacionales y sobre todo su capacidad de hacer competitivos a los productores europeos una vez que las ayudas directas vía precios han sido progresivamente eliminadas y han dejado como única salida a los productores, si desean sobrevivir en el medio rural, el dotar de un mayor valor añadido a sus productos que, normalmente, va a ir vinculado a la calidad de los mismos y al saber hacer de los agricultores y también de los maestros artesanos europeos.
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