Resumen de Prevalença i factors psicosocials associats a les conductes distractores més freqüents dels conductors
Los accidentes de tráfico generan unas consecuencias terribles en términos sociales y son actualmente una importante causa de mortalidad. En la actualidad, no solo disponemos de datos (provenientes de estudios de laboratorio, simuladores de conducción, o conducción en carretera) que nos indican que diferentes distracciones afectan negativamente diferentes parámetros de la conducción de vehículos (por ejemplo, Caird, Johnston, Willness, Asbridge y Steel, 2014; y Dozza, Flannagan y Sayer, 2015) y que en una proporción no menospreciable de accidentes alguno de los conductores estaba distraído (Beanland, Fitzharris, Young y Lenné, 2013), sino también de investigación epidemiológica (Née, Contrand, Orriols, Gil-Jardiné, Galéra y Lagarde, 2019) y naturalista que aporta evidencia de que estos incrementan el riesgo de accidente (Dingus, Guo, Lee, Antin, Perez, Buchanan-King y Hankey, 2016). De acuerdo con el planteamiento de Regan, Hallet y Gordon (2011), les distracciones pueden ser entendidas como una forma de inatención que consiste en desviar la atención que tendría que prestarse a les actividades críticas para una conducción segura a otras actividades alternativas.
En los trabajos de esta tesis se investigó en qué medida los conductores llevan a cabo comportamientos de distracción mientras conducen y se analizaron posibles factores relacionados. A tal efecto se utilizaron dos metodologías: la observación directa del comportamiento de los conductores y autoinformes sobre estos comportamientos, obtenidos a partir de entrevistas cara a cara con conductores. Además, se investigó la relación entre estos comportamientos y diferentes variables demográficas y psicosociales. En el trabajo observacional, se observaron 6.578 conductores en nueve localizaciones de la ciudad de Girona seleccionadas aleatoriamente durante diferentes franjas honorarias y en los diferentes días de la semana para conocer, sin depender de autoinformes de los mismos conductores, con los sesgos que esto podría conllevar, la prevalencia de las distracciones observables durante la conducción en conjunto y por tareas. Posteriormente se investigó haciendo uso de autoinformes, la proporción de conductores que llevan a cabo un amplio abanico de distracciones en la conducción, los cuales recogían las conductas distractoras observadas en el primer trabajo pero que también incluían, aprovechando las ventajas de esta metodología, las distracciones no observables entre las cuales las estrictamente cognitivas o bien otras que presentan dificultades de observación como mantener conversaciones telefónicas en modalidad de manos libres o les distracciones por observación de algún elemento exterior al vehículo, así como la evaluación de la percepción de riesgo y la norma social descriptiva.
El trabajo observacional permitió conocer que el 19% de los conductores hacían alguna actividad secundaria observable. La conducta más frecuentemente observada fue conversar con un pasajero, comportamiento que hacían el 11,1% de los conductores. Las otras actividades secundarias más frecuentemente observadas fueron fumar, con el 3,7% de los conductores, y hablar por el teléfono móvil sin dispositivo de manos libres, con el 1,3% de los conductores. La variable género no se asociaba con el hecho de llevar a cabo cada una de les actividades secundarias a la conducción evaluadas pero, en cambio, se detectaron diferencias en razón de la edad en beber, hablar por el teléfono móvil sin dispositivo de manos libres, y leer o enviar mensajes de texto. Ser más joven, además, emergía como un factor relevante en el caso de las distracciones que implican el uso de dispositivos tecnológicos cuando se agrupaban en función de este criterio.
Por su parte, en los estudios mediante autoinformes, 426 conductores fueron entrevistados y alrededor del 90% informaban distracciones como fijarse en algún elemento exterior al vehículo, pensar en cosas no relacionados con la conducción, o manipular el sistema de audio del vehículo. Las cifras para comportamientos como leer o enviar mensajes de texto, y hablar por el teléfono móvil sin o con dispositivo de manos libres eran bastante elevadas (el 43,7%, el 32,2% y el 25,4% respectivamente). La norma social descriptiva (la medida en que se percibe que otras personas significativas hacen el comportamiento) resultaba ser un predictor significativo para todos los comportamientos analizados.
También se observó que los conductores tendían a mencionar principalmente el uso del teléfono móvil cuando pensaban en distracciones en la conducción, pero también consideraban que un abanico amplio de comportamientos secundarios a la conducción podían resultar distractores. Asimismo, consideraban leer o enviar mensajes de texto la conducta más arriesgada, seguida de hablar por el teléfono móvil sin dispositivo de manos libres.
En total, el 7% informó haber tenido algún accidente mientras estaba distraído y el 35,7% había estado a punto de tenerlo. Los comportamientos de distracción con los que una mayor proporción de conductores informaban haber tenido un accidente eran pensar en cosas no relacionadas con la conducción (2,5% de los conductores), mirar algún elemento exterior al vehículo (2%), y hablar con un pasajero (1,1%). En relación a haber tenido un susto, fueron manipular el sistema de audio del vehículo (8,6%) y hablar con pasajeros (8,2%). Además, se observó que los conductores que informaban incidentes relacionados con las distracciones, eran conductores que las llevaban a cabo con mayor proporción en comparación con los que no informaban de estos incidentes.
Los resultados de los diferentes estudios realizados muestran que, a pesar de atribuirles un riesgo considerable y entender que un abanico amplio de comportamientos pueden resultar distractores, el porcentaje de conductores que los llevan a cabo mientras conducen es bastante elevado tal y como se observó a pie de carretera, como lo es también la proporción de conductores que informan llevarlos a cabo. Además, los conductores tienden a mencionar el uso del teléfono móvil cuando piensan en distracciones y le atribuyen mucho riesgo, pero informan con mayor frecuencia de incidentes relacionados con otras distracciones más mundanas. Asimismo, los resultados sugieren que la norma social descriptiva percibida puede ser una fuente de influencia importante. En definitiva, se requieren medidas preventivas que tengan en cuenta estos factores.
