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Resumen de El impacto de las ayudas europeas a la i+d+i en el sector agroalimentario desde una perspectiva de género: proyectos financiados en andalucía por el sexto y séptimo programa marco

Rosario Gómez Figueroa

  • 1. introducción o motivación de la tesis Muchos interrogantes suelen estar presentes en torno a la investigación. Algunos ejemplos pueden ser, si los gastos en I+D están teniendo efectos sobre las empresas, sobre sectores productivos y el sistema económico, y sobre la sociedad en su conjunto. El gasto en I+D interna en Andalucía para 2019 se cifra en 1.538.408 miles de euros, lo que supone un 9,9%, colocándola en la tercera comunidad autónoma de España con mayor gasto en I+D interna. En primer lugar, se encuentra Madrid con 4.100.551 miles de euros (26,3%) seguida de Cataluña con 3.596.646 miles de euros (23,1%) (Instituto Nacional de Estadística, 2019a).

    De todos los sectores de ejecución, el % del gasto en I+D interna destinado a desarrollo de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca representa el 11,91%, situándose en el segundo sector con mayor gasto en I+D interna. Ocupando el primero el sector destinado a protección y mejora de la salud humana con un 44,40% (Instituto Nacional de Estadística, 2019b).

    Por ello, dada la estructura del sistema productivo, se presta especial atención a determinados sectores, lo que nos lleva al sector agroalimentario y concretamente en Andalucía, a estudiar si la inversión en I+D+i está generando riqueza, si está llegando al mercado o generando bienestar en la sociedad o en la mayoría de los casos sólo se traduce en publicaciones. De otro lado, también cabe analizar si dichas investigaciones producen mejoras en las personas dedicadas a la agricultura. Asimismo, se ha considerado que, desde los efectos que se generan sobre la sociedad en su conjunto, es necesario prestar atención a determinadas desigualdades a las que el sistema de innovación puede contribuir a reducir, o por el contrario, reproducir y reforzar. Hay políticas que, inicialmente son consideradas “neutrales”, pero que luego, impactan indirectamente, de manera distinta, en mujeres y varones. Esa es la razón de establecer un objetivo específico en el diseño de las políticas públicas de promoción de la I+D+i; son las denominadas “mainstreaming de género”: son “la organización (la reorganización), la mejora, el desarrollo y la evaluación de los procesos políticos, de modo que una perspectiva de igualdad de género se incorpore en todas las políticas, a todos los niveles y en todas las etapas, por los actores normalmente involucrados en la adopción de medidas políticas” (Lombardo, 2003).

    En los programas marco analizados, si tenemos en cuenta el plan de género en el VIPM comenzó la obligación de que las propuestas de determinados proyectos debían contener planes de igualdad de género, incluidos en un nuevo apartado dónde se expusiese como se iba abordar el tema de género a lo largo del proyecto. En el VIIPM, en algunos proyectos en colaboración los aspectos de género se siguen solicitando, a pesar de que no serán evaluados en algunas convocatorias, aunque si discutidos, si la propuesta es concedida.

    Por lo que respecta al plan de género, resulta insuficiente pues, en la mayoría de los casos, queda solo en el hecho de nombrarlo en la propuesta de los proyectos, incluyendo algunas acciones sin explicar cómo se llevarán a cabo para promover la igualdad de género. Una acción muy poco ambiciosa desde el punto de vista de la Comisión respecto a estos fondos europeos y para contribuir a cerrar la brecha de género porque las oportunidades de mujeres y hombres no son las mismas de cara al mercado laboral (Molero y Díaz, 2007, pp. 54-55).

    Para los poderes públicos, el interés se centra principalmente, en las cifras económicas que han destinado a investigación. Si bien es cierto que ese era el enfoque original, de forma reciente, cada vez se presta más atención a la evaluación del impacto de estas políticas (especialmente las financiadas con fondos europeos). No obstante, estas evaluaciones de impacto se centran fundamentalmente en un enfoque económico (productividad, competitividad, adicionalidad de los recursos, resultados u output innovador, ventas, etc.) y muy rara vez analizan cuestiones relacionadas con adicionalidad en el comportamiento (cooperación, estrategias de innovación, responsabilidad social, etc.), lo que lleva a destacar de nuevo la necesidad de prestar atención a las cuestiones de género, que se abordan más desde una perspectiva de recolección estadística que desde el análisis y evaluación de proyectos y de programas. El trabajo que introducimos con estas líneas se ocupa del estudio del impacto de la inversión en I+D+i en el sector Agroalimentario, financiada con fondos europeos del VIPM (2002-2006) y VIIPM (2007-2013) en Andalucía, analizado desde una perspectiva de género. El motivo por el que se han seleccionado dichos programas es porque al encontrarse finalizados al comienzo del estudio la información de que se dispone es más completa y definitiva.

    Estas, y otras razones, como que la discriminación entre mujeres y varones es endémica en la UE, convierten la investigación en necesaria. Por un lado, podría revelarnos más información de la I+D+i agroalimentaria proveniente de la financiación europea del VIPM y VIIPM desde la perspectiva de los resultados. Por otro lado, ser una base importante de conocimientos para el diseño de políticas en torno a la investigación, más eficaces desde la perspectiva de género.

    En Andalucía, en la actualidad el Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI) 2020 es el principal instrumento de programación, coordinación, dinamización y evaluación de la política de I+D+i, fijándose como horizonte de desarrollo el año 2020. En la concepción de dicho plan se tienen en cuenta elementos clave a nivel europeo tales como la Estrategia Europa 2020, y específicamente, el programa Horizonte 2020, el nuevo programa europeo de I+D, junto a la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología (EECTI), así como la RIS3 o estrategia de investigación e innovación para la especialización inteligente.

    Los objetivos del nuevo PAIDI 2020: Pasan por conseguir una verdadera transformación en Andalucía con base en la excelencia científica, la orientación a resultados, impacto y traducción social, la eficacia en la utilización de los recursos, la igualdad de oportunidades en el acceso y uso de la ciencia y de la investigación, la solidaridad, la cohesión social y la sostenibilidad. Supone así una apuesta por el conocimiento como base social y económica, con la que se aspira a generar además impacto directo sobre el mercado laboral y en último término la generación de empleos de calidad y la empleabilidad. (Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad de la Junta de Andalucía, 2019a).

    Podríamos decir que el VIPM y VIIPM han estado más centrados en actividades de investigación y desarrollo, la generación de nuevo conocimiento y, como mucho, por su transferencia. Sin embargo, ahora con el Programa para la Investigación y la Innovación en la Unión Europea para el periodo 2014-2020, Horizonte 2020, la preocupación radica en cómo usar ese conocimiento y hacer llegar al mercado y si puede ser con éxito, todas las innovaciones desarrolladas en el marco de los proyectos. Actualmente, hay que pensar en la explotación de resultados y protección de las innovaciones.

    La Estrategia de Innovación de Andalucía 2014-2020 (RIS3 Andalucía) es, según el Acuerdo de 24 de febrero de 2015, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba la Estrategia de Innovación de Andalucía 2020. RIS3 Andalucía, una Estrategia de Investigación e Innovación para la Especialización Inteligente (Research and Innovation Strategy for Smart Specialisation en inglés), cuyo diseño ha sido afrontado por las empresas andaluzas, la administración, las universidades y todo el sistema andaluz de innovación y ciencia (Junta de Andalucía & Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea, 2019).

    Esta estrategia ha sido lanzada por la Comisión Europea a todas las regiones con el objetivo final de propiciar un nuevo modelo económico basado en una apuesta por la innovación, la ciencia, la tecnología, la internacionalización y la formación.

    En las últimas décadas, la literatura sobre eficiencia y productividad de la investigación principalmente pública se ha multiplicado y numerosos trabajos han sido publicados relacionados con el estudio de fondos europeos y la I+D+i en Andalucía. Algunos han analizado “la repercusión de los Fondos Europeos en la economía andaluza en los diferentes periodos de programación de la política regional comunitaria, a través de la metodología de las Matrices de Contabilidad Social (MSC) y los modelos de equilibrio general aplicado (MEGA)” (Delgado, 2013, p. 1). Además, se han realizado análisis que permiten “medir el impacto de la innovación en las empresas andaluzas con el fin de verificar si la innovación genera, o no, ventajas competitivas a las empresas innovadoras” (Romero, 2012, p.6). Sin embargo, entre ellos, no hay investigaciones que traten específicamente sobre el objeto de esta tesis.

    Respecto a la perspectiva de género, en este trabajo estudiamos en qué medida sobreviven los estereotipos y se encuentran sesgos en el ámbito de la investigación, hasta qué punto ha ido evolucionando y mejorando a lo largo del tiempo las normativas y variables existentes relacionadas con el género y en qué grado se han tenido en cuenta.

    Para concretar, abordamos la persistencia de las imágenes tradicionales entre hombres y mujeres, que se reflejan en la forma desigual de valorar los atributos respecto al trabajo y se traducen en las distintas oportunidades de acceso, entre otros. Es decir, analizamos si a las mujeres se les valora de forma objetiva y en qué medida el peso de lo femenino supera sus calificaciones profesionales. A esto, añadimos el análisis de la persistencia de atributos negativos asociados a las mujeres o prejuicios sobre sus imposibilidades y limitaciones (trabajar en turnos nocturnos, viajar, etc.) (Todaro, Godoy, & Abramo, 2002).

    La realidad se traduce en la fijación de estereotipos sociales que configuran el denominado Techo de Cristal, e inciden en la carrera laboral de las mujeres, haciendo que se vuelvan invisibles para puestos de autoridad y que requieran ejercicio de poder (Burin, 2010). Y esto se puede extrapolar a la actividad científica y la participación en actividades de I+D+i al contar con elementos claros tanto de autoridad como de ejercicio de poder (tanto intelectual en el desarrollo, debate y argumentación, como poder en general en cuanto al establecimiento de prioridades y la gestión de equipos, el ejercicio del liderazgo y la decisión sobre temas a desarrollar o enfoques a implementar). Por tanto, abordar el impacto desde la perspectiva de género cobra especial interés.

    2. Contenido de la investigación La Tesis Doctoral se ha planteado para mejorar el conocimiento sobre la eficiencia de los fondos europeos para la promoción de la I+D+i (sexto y séptimo programa marco) destinados al sector agroalimentario en Andalucía y en cómo han influido en distintos aspectos que constituyen la que podemos llamar brecha (o brechas) de género. En especial, analizamos cómo ha afectado en la igualdad entre hombres y mujeres desde una doble perspectiva, en la investigación y sobre el terreno.

    Los proyectos que van a ser analizados, han sido extraídos de la base de datos CORDIS de la Comisión Europea. Vamos a centrarnos en los proyectos del Sexto y Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico al encontrarse finalizados y en el sector de la Agricultura ya que el sector primario conserva un peso muy significativo, constituyendo el sector agroalimentario un componente básico de la economía andaluza y analizando las implicaciones de la política científica desde una perspectiva de género.

    El trabajo comienza con una introducción en la que se expone la justificación y motivación de este, los objetivos, aspectos metodológicos, estructura, así como las principales contribuciones.

    Se encuentra dividido en dos grandes bloques. En el primero, se analiza la I+D+i Agroalimentaria en Andalucía en el que se establece el peso del sector agroalimentario en la economía andaluza, se caracteriza el sistema andaluz de innovación y se presenta el rol de las actividades de I+D+i desarrolladas por el tejido empresarial. Asimismo, se lleva a cabo el estudio de la I+D+i Agroalimentaria en Andalucía desde una perspectiva de género. Para ello, se procede a poner en antecedentes sobre la perspectiva de género en la investigación, los conceptos más relevantes, las teorías del feminismo así como un estudio del género en los programas marcos analizados. Para pasar al estudio de la evolución del marco institucional en tema de género a nivel internacional, europeo, nacional y autonómico. Y por último, se llevará a cabo la presentación de indicadores de género.

    El segundo bloque, recoge el estudio empírico. Se lleva a cabo la evaluación de todos los datos recopilados en el trabajo a través de los cuestionarios enviados y utilizando métodos estadísticos. Para ello, se realiza el análisis de la información diferenciando con y sin perspectiva de género, así como desde el punto de vista de los resultados. Dada la extensión de este bloque por la cantidad de información que se maneja en el mismo, se ha estimado conveniente crear en cada capítulo que compone el mismo un apartado de conclusiones y resumen para poder recopilar de forma más aclaratoria los resultados extraídos.

    Los capítulos 2, 3, 4 y 5 comprenden el logro de los siguientes objetivos específicos (OE): • OE1 Estudiar la I+D+i agroalimentaria en Andalucía.

    • OE2 Analizar el marco institucional de la I+D+i Agroalimentaria en Andalucía desde la perspectiva de género.

    • OE3 Evaluar la I+D+i agroalimentaria financiada con fondos europeos del Sexto y Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Andalucía.

    • OE4 Evaluar la I+D+i agroalimentaria financiada con fondos europeos del Sexto y Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Andalucía desde la perspectiva de género.

    3. Conclusión De los trabajos anteriormente descritos se han podido obtener las siguientes conclusiones:

    1. Respecto a la inclusión del género en los programas marco analizados podríamos decir que ha ido en progreso. Con los datos analizados en este estudio, comprobamos con la muestra obtenida de los 51 cuestionarios, que la participación del hombre en el VIPM fue de un 31,37% frente a un 11,76% de la mujer, destacando el aumento de la participación de la mujer en el VIIPM. En concreto, la participación de las mujeres fue de un 29,41%, superando en más del doble su participación en el VIPM, mientras que la del hombre se ha quedado prácticamente igualada, con un 27,45%. Sin embargo, cuando se pregunta por la importancia de la formación en género, para más del 70% de las personas encuestadas, lo consideran indiferente, a pesar de lo dispuesto en el apdo. 2 de la Disp. Ad. Decimotercera, de la Ley 14/2011, de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que incluye dentro de la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y en el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica la incorporación de los estudios de género y de las mujeres, así como las medidas concretas para estimular y dar reconocimiento a la presencia de mujeres en los equipos de investigación. Por este mismo motivo, choca que, en relación a los motivos por los que buscarías la participación de la mujer en un proyecto, la respuesta de casi un 13% de las personas encuestadas, opina que viene determinado porque lo imponga la convocatoria, y respecto a si la participación de la mujer en un proyecto europeo viene determinada por la obligación/imposición de algunos programas de su presencia, casi un 10% de las mujeres también creen que se debe a la imposición de la convocatoria. Tras lo antedicho, parece pues, necesario que estas medidas no solo se mantengan, sino que, además, se cumplan en los términos establecidos en la citada Ley y en los reglamentos de las convocatorias de los Programas Marco de los proyectos europeos.

    2. La eficacia de la perspectiva de género depende de la formación en la materia para formular correctamente dicha metodología. Una asignatura pendiente es la certificación de dicha formación, al igual que ocurre en el resto de las materias, pues el impacto de género se tiene en cuenta como un criterio favorable a la hora de conceder un proyecto; sería razonable, pues, asegurar la eficacia de los proyectos en materia feminista y de género con una formación específica. Así habría una disminución de la brecha de género, al incluir a las mujeres en los ámbitos donde está más discriminada, de forma eficaz.

    3. La existencia de una amplia normativa en todos los ámbitos que ampara la igualdad efectiva entre hombres y mujeres e incorpora una gran cantidad de objetivos y previsiones. A pesar de toda la normativa existente, no se ha logrado conseguir el quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas: lograr la igualdad de género. Se hace necesaria una estrategia a nivel europeo para la igualdad de género en la que se garantice de forma definitiva la transversalidad de género en las leyes, políticas, presupuesto, en los planes de recuperación, lograr la perspectiva de género en la política económica que hasta ahora no ha sido tenida en cuenta, etc.

    4. Una de las conclusiones más relevantes, es la difusión y divulgación de los macrodatos obtenidos en el VI y VII PM de cómo han afectado las investigaciones agroalimentarias en general, y desde la perspectiva de género, en particular, en Andalucía. Con estos datos se pueden hacer estimativas de mejora para los proyectos H2020, poniendo los resultados a disposición de la UE, de los grupos de investigación y de las empresas.

    Del tratamiento de los datos y su análisis a partir del cuestionario enviado al personal investigador, sin hacer distinción por género, se extraen las conclusiones siguientes: - La figura de personal socio predomina sobre la de coordinador.

    - Las instituciones públicas obtienen mayor número de proyectos que las privadas.

    - El personal investigador participante es el que cuenta con la mayor participación de proyectos en los últimos 10 años.

    - La mayoría del personal encuestado tiene hijos a cargo, pero en cambio no personas dependientes.

    - La formación en género es un aspecto que en general no consideran relevante a la hora de participar en un proyecto europeo de I+D+i.

    - Destacan como más altas las cifras de los encuestados que piensan que no hay diferencias en la participación de la mujer respecto al hombre y que las tareas domésticas y del hogar no influyen en que las mujeres sean más reacias a la hora de participar en los proyectos analizados.

    - Respecto al grado de exigencia y decisión, “la exigencia es por igual para ambos sexos y deciden juntos” es la opción, con diferencia, que presenta porcentajes más altos.

    - “A menudo” han tenido que renunciar a ocio y tiempo libre propio y en familia es la opción más valorada por los encuestados.

    - La mayoría ha opinado que “nunca” han experimentado actitudes machistas, discriminatorias o actitudes dentro de una sociedad patriarcal que releguen a las mujeres. Hay que destacar cómo casi un 30% afirma “a veces” haberlas experimentado.

    - En relación del acceso a la participación de la mujer respecto al hombre el mayor porcentaje opina que es igual. Cabiendo hacer mención de un 9,80% que afirman que es peor.

    - Cabe resaltar la cuestión relativa a compaginar el trabajo y la familia, en la que la mayoría de los encuestados señala que la posibilidad de la mujer respecto al hombre es peor. Por lo que la opinión de ambos sexos reflejan las desigualdades que genera la organización social prevalente por cuestión de género. Cabe señalar que hablamos de compaginar el cuidado de hijos menores a su cargo con la actividad profesional, pero eso no significa que concilien ambas actividades. De hecho, podrían estar compaginándolas a costa de un enorme esfuerzo y sacrificio personal (en tiempo, dinero y estado emocional), lo que es justo contrario a la corresponsabilidad.

    - Respecto al análisis estadístico llevado a cabo en esta parte del estudio sin transversal de género, al haber sólo un grupo se encontraba más limitado y por la forma del cuestionario se decidió calcular la media y desviación típica de la contribución europea, dando como resultado la existencia de una gran dispersión en la variable contribución europea, demostrando con ello que el desarrollo de los proyectos no ha sido igual, pudiendo ser un detonante a la hora de crear empleo a consecuencia del proyecto. Se planteó un contraste de independencia, para ver si las variables contribución europea y creación de empleo estaban relacionadas. El resultado obtenido demostró que la contribución europea es una variable que influye significativamente a la hora de crear empleo. Esto se constata en la realidad, dado que a mayor cantidad económica asignada a un proyecto más dinero para poder contratar y crear empleo.

    - Al valorar la importancia de algunos aspectos cuando se participa en estos proyectos, el personal encuestado destaca como “muy importantes” los siguientes: desarrollo del conocimiento, desarrollo tecnológico, innovación del proyecto e impacto en el proyecto. En los cuatro casos expuestos el porcentaje en “muy poco importante” es del 0%. Cabe mencionar las patentes y licencias, dado que el % que las considera como algo “poco importante” destaca respecto al resto de aspectos, situándose en el 43,14%. Si comparamos las opiniones dadas con la práctica en algunos aspectos existen discrepancias: 1) Los objetivos orientados al mercado con considerados esencialmente en el rango de importante y bastante importante. Sin embargo, en los resultados el 43,59% de las mejoras, riquezas y beneficios producidos en los proyectos no han llegado al mercado.

    2) Los contratos y convenios son dos cuestiones consideradas en el rango de importante y bastante importante. Sin embargo, en los resultados del 47,50% de los proyectos no se han obtenido contratos y del 45% convenios.

    - Si tenemos en cuenta el valor medio estimado de los datos recogidos sobre la valoración de los aspectos de la participación en un proyecto europeo de I+D+i, valoradas de 1 a 5, resaltamos como la innovación en el proyecto (4.55), el desarrollo del conocimiento (4.49), el impacto en el proyecto (4.46) y el desarrollo tecnológico (4.15) son en las que más de acuerdo se encuentran las personas encuestadas a la hora de plantearles una serie de cuestiones evaluables y al ser los valores superiores a 4 son aspectos considerados de media como importantes. Siendo las patentes y licencias las que cuentan con la media más pequeña, exactamente 2.76, hecho que refleja la menor importancia que se le da a estos items.

    - Se plantearon algunas afirmaciones sobre la participación de la mujer en un proyecto europeo de I+D+i. Sobre las mismas, cabe destacar que un 19,61% de los encuestados está en el rango de acuerdo y totalmente de acuerdo en que “la mujer encuentra más dificultades para poder participar en un proyecto europeo que los hombres”. En contraposición, el 62,75%, no están de acuerdo con esta afirmación. Si lo comparamos con la pregunta “los proyectos europeos coordinados por mujeres son menos adversos al riesgo y ambiciosos”, en la que sólo el 2% estaban de acuerdo con ello, hay una diferencia de 10 veces más en esta cuestión. Es decir, no hay diferencias notables en cuanto a capacidades, pero sí que hay una mayor dificultad para desarrollar esas capacidades.

    Si tenemos en cuenta estas dos afirmaciones se observa que no se perciben menos capacidades, aptitudes o actitudes, pero en cambio si se reconoce una mayor dificultad, lo que se refleja en una menor presencia, como se demuestra cuando se ha analizado la proporción del personal investigador principal según género, existiendo casi el doble de hombres que de mujeres, generando equipos cuyo perfil predominante es el masculino. Esto es coherente con la lógica organizativa y jerárquica de los proyectos.

    Un 39,22% opina en el rango de acuerdo y totalmente de acuerdo que la participación de la mujer en un proyecto europeo tiene más ventajas que inconvenientes. Es interesante mencionar la sentencia “la participación de la mujer en un proyecto europeo no es necesaria y provoca desequilibrios en la familia y la sociedad”, en la que el porcentaje de totalmente en desacuerdo es el mayor de todos, concretamente un 88,24%. De estas afirmaciones podemos extraer que para la mayoría de las personas encuestadas la participación de la mujer es igual a la del hombre en este tipo de proyectos, aunque todavía se observan de forma minoritaria opiniones que reflejan que la mujer actualmente sigue teniendo más dificultad que el hombre para participar en este tipo de proyectos. De no ser así, en estas cuestiones la parte de acuerdo debería haber sido 0% y la realidad no muestra ese resultado.

    En relación con las afirmaciones mencionadas en el párrafo anterior, el 3,17 de media de los encuestados, comparten la cuestión “la participación de la mujer de la mujer en un proyecto europeo tiene más ventajas que inconvenientes”, siendo la media más alta. Resultado positivo, dado que demuestra que para una mayoría de la muestra resulta beneficiosa la participación de la mujer en estos proyectos. Respecto al resto de cuestiones sobre la participación de la mujer en un proyecto europeo de I+D+i, la media dista bastante de alcanzar el 3 por lo que se extrae de esta pregunta que la mayoría de las personas encuestadas no están de acuerdo con las afirmaciones planteadas.

    5. Desde el punto de vista de los resultados de todo el proyecto se derivan las siguientes conclusiones: - A pesar de que este cuestionario no ha sido analizado con perspectiva de género se consideró interesante estudiar con transversal de género dos aspectos: 1) El género del personal investigador principal de todo el consorcio del proyecto y 2) El género del personal coordinador de los proyectos. En ambos casos, el sexo masculino es superior notablemente al femenino, con un 64,72% y un 77,50% respectivamente.

    - La otra parte de este cuestionario estaba centrada en conocer si los proyectos objeto de estudio están repercutiendo en la sociedad y llegando al mercado.

    - Positivamente cabe decir que un 67,50% de los proyectos su objetivo inicial se encontraba orientado al mercado.

    - No hay ningún proyecto que no haya generado publicaciones. Es más, casi un 90% han llevado a cabo más de 5. Por el contrario, un 75,00% de los proyectos no han obtenido patentes ni licencias, un 47,50% contratos y un 45,00% convenios.

    - En cuanto a las implementaciones obtenidas, las más destacadas cuyos porcentajes superan el 40% de apoyo por parte de los encuestados, han sido: Desarrollo (adaptaciones de tecnología y bases de datos), Innovación (se han realizado actividades innovadoras y se ha producido innovación en el proyecto), Impacto (impacto en el desarrollo del conocimiento es la opción con un mayor % obtenido con diferencia en todas las implementaciones con un 87,18%).

    - Cabe mencionar que a pesar de que casi un 70% tenía entre sus objetivos iniciales el mercado, un 43,59% afirman que las mejoras, riquezas y beneficios producidos no han llegado al mismo.

    6. En relación a las conclusiones derivadas del análisis de los datos desde la perspectiva de género del cuestionario del personal investigador:

    1. La figura del hombre prevalece sobre la mujer en la participación de los proyectos como investigador principal y se encuentra prácticamente igualada en la de investigador participante.

    2. De las variables analizadas estadísticamente se extrae que la opinión va condicionada dependiendo del género en las siguientes: a) Creación de empleo. A esta variable hay que añadir que también es dependiente de la contribución europea. Concluyendo que en los proyectos en los que participan mujeres se ha creado menos empleo y por lo tanto tienen menos contribución europea.

    b) Formación.

    Puede observarse como a pesar de contar con niveles superiores de mujeres cualificadas respecto a los hombres, el desempeño efectivo de la actividad investigadora no refleja este hecho, sino que observamos una mayor presencia masculina.

    Encontrándonos todavía la persistencia de diferencias según las ramas de actividad en las que aún las mujeres están subrepresentadas respecto a los hombres. Estando presente la segregación ocupacional horizontal por género en la que mujeres y hombres se agrupan fundamentalmente en diferentes ramas de actividad.

    Al no existir presencia equitativa de mujeres en todos los ámbitos y niveles de la investigación, se está infrautilizando el potencial de la mitad de la población con el máximo grado universitario (doctorado), lo que merma las posibilidades de desarrolle efectivo del sistema español de ciencia y tecnología.

    Respecto a la pregunta si en la Universidad se ha recibido formación en temas de igualdad, ninguna de las personas encuestadas calificó la formación recibida, en materia de igualdad, como muy buena Con estos datos se refuerza la idea de que la asimetría en la participación de la mujer no es una cuestión de falta de capacidad o de carencias formativas, sino que obedece a otras causas.

    c) ¿Consideras que existen diferencias entre hombres y mujeres en la participación de los proyectos europeos? Cabe resaltar la percepción de normalidad frente a las asimetrías y desigualdades existentes para la mitad de la población general y la percepción de los hombres sobre la no existencia de desigualdades siendo el colectivo que debería tener mayor conciencia de las discriminaciones existentes al ser quienes en su mayoría lideran las organizaciones y definen las condiciones de organización y cultura institucional que reproducen o corrigen dichas asimetrías y desigualdades. Lo que lleva a preguntarse cómo se va a rectificar algo de lo que ni siquiera se es consciente.

    d) Si ha vivido actitudes machistas en el trabajo de investigación de proyectos europeos de I+D+i.

    Respecto a esta cuestión el 86,67% de los hombres contestó que nunca, frente al 33,33% de las mujeres. La opinión que predomina es “a veces” con un 52,38%, en las mujeres investigadoras encuestadas. Volvemos a preguntarnos la percepción de normalidad que tiene la mitad de la población sobre las conductas y actitudes machistas y diversas formas de discriminación (a veces sutiles, pero efectivas) frente a un elevado porcentaje de hombres que nunca lo han sufrido, siendo los que predominan en los puestos de responsabilidad y, por tanto, tienen la capacidad de liderar las organizaciones y definir las condiciones de organización y cultura institucional que reproducen o corrigen dichas actitudes. Cabe preguntarse cómo van a poner soluciones sobre algo que la mayoría no ha experimentado y que no es consciente de ello.

    Cabe reflexionar como según datos recogidos en esta cuestión hay igualdad de oportunidades en el acceso a participar en proyectos europeos de I+D+i para un 83,30% de los hombres, un 83,33% nunca han experimentado actitudes machistas, discriminatorias o que releguen a las mujeres dentro de sociedad patriarcal al trabajar en proyectos europeos de I+D+i pero posteriormente las carreras y desempeño de los hombres y las mujeres presentan asimetrías, desigualdades y actitudes machistas y discriminatorias.

    e) Compaginar la vida laboral y familiar de la mujer respecto al hombre. Probablemente esta asimetría proceda de una situación de desigualdad generalizada en la sociedad y relacionada con la atribución de las responsabilidades familiares a la mujer, lo que lleva a una organización social, personal, familiar y laboral que supone un sobreesfuerzo y una mayor exigencia para la mujer.

    Resulta necesario mencionar el que dada la implicación que se requiere en este tipo de proyectos, se conlleve a cuestionarse tener hijos, su número y la posibilidad de asumir las responsabilidades derivadas de convivir con personas dependientes en el núcleo familiar.

    La vida laboral y personal son dos ámbitos que, aunque se insista en separarlos no podemos, ya que una influye a la otra, puesto que nos enfrentamos inexorablemente a una restricción temporal en la toma de decisiones que establece el tiempo dedicado a un ámbito como coste de oportunidad asociado al tiempo dedicado al otro.

    En relación a la existencia de personas dependientes en el núcleo familiar cabe resaltar el 3,33% de los hombres cuya respuesta fue NS/NC, lo que hace preguntarnos si tienen personas dependientes a cargo pero no se ocupan porque consiguen transferir esa responsabilidad a otro componente de la unidad familiar. Al preguntar el número de personas que constituyen la unidad familiar, la representación es similar. Resulta curiosa la cifra de hombres, concretamente el 6,67% a la hora de no saber o contestar a cuántas personas componen su unidad familiar o si conviven con personas dependientes (figura 55). A estas dos cuestiones el 100% de las mujeres contestaron, en cambio como hemos resaltado hay hombres que dejaron estas preguntas sin contestar pudiéndose interpretar como si fuese una cuestión sin relevancia para ellos.

    Sin embargo, existen otras variables en la que el género no condiciona la opinión dada: a) Las mujeres son más reacias participar en proyectos europeos de I+D+i por la frecuencia dedicada a las tareas domésticas y cuidado de hijos mayor que la de los hombres. Cuando se ha preguntado por esta afirmación el 23,81% de las mujeres piensan que sí, y los hombres, el 17,24%, cifra en la que cabe plantearse si no están manifestando su verdadera opinión en la respuesta por temor a reconocer la verdadera situación.

    Podemos observar, que siguen estando presentes los estereotipos en los que se asocia a la mujer como madre y esposa, que continúa asumiendo el cuidado de los hijos y trabajo doméstico, y todavía se encuentra asociado el papel de conciliar a la mujer. Todo ello, deriva en que las empresas no las contraten porque les va a traer consigo menor productividad y mayor coste. Y que los puestos de trabajo desempeñados por las mujeres en el sector agroalimentario se caractericen por su temporalidad y la parcialidad. Además añadir, que las mujeres en la industria agroalimentaria desempeñan las labores de menor cualificación, reconocimiento y peor pagadas.

    b) Grado de exigencia en proyectos europeos de la mujer respecto al hombre.

    c) Grado de decisión en proyectos europeos de la mujer respecto al hombre.

    d) Renuncia al ocio y tiempo libre familiar para ser más competitivo/a.

    e) Renuncia al ocio y tiempo libre propio para ser más competitivo/a en los proyectos.

    La dedicación al trabajo hace que la vida personal quede relegada a un segundo plano, siendo una renuncia constante al ocio y tiempo libre, más aún en este tipo de trabajo, donde no existe un horario establecido, ya que es difícil cuantificar el tiempo que se debe invertir en estos proyectos. Dado que se trata de trabajo medido por resultados, que encierran una gran incertidumbre por cuanto no es posible anticipar qué dificultades y retos van a surgir en cada etapa del proyecto, que además están sujetos a plazos de conclusión o entrega prefijados y que nada tienen que ver con la jornada laboral estándar.

    3. Respecto a los aspectos que inciden en la participación de los proyectos europeos de I+D+i de los 11 analizados, en 7 de ellos se desprende de los análisis que el resultado viene condicionado dependiendo del género, concretamente en los siguientes: a) Objetivos iniciales orientados al mercado.

    b) Patentes o licencias.

    c) Desarrollo del conocimiento.

    d) Desarrollo tecnológico.

    e) Impacto en el proyecto.

    f) Impacto en el mercado.

    g) Creación de empleo.

    Por el contrario, en las siguientes variables la respuesta no viene condicionada por el género: a) Publicaciones.

    b) Contratos y convenios.

    c) Innovación en el proyecto.

    d) Fortalecimiento de la comunidad científica.

    Resulta llamativo que, aunque se detectan matices importantes, las diferencias en promedio no sean estadísticamente significativas.

    Quizá esta no significatividad estadística de los matices esté relacionada con el carácter subliminar de las asimetrías, las desigualdades y las actitudes discriminatorias, para las que no existe una métrica estandarizada.

    En relación a las afirmaciones sobre la participación de la mujer en un proyecto europeo de I+D+i, en todas ellas se constata estadísticamente que la opinión dada no depende del género.

    A pesar del avance experimentado con las actuaciones y medidas adoptadas en materia de igualdad de género en los últimos años en los programas de investigación y desarrollo tecnológico de la Unión Europea, a partir de los resultados obtenidos con nuestro estudio se puede decir que necesitamos seguir avanzando para que se plasmen en la práctica y para que cale en el personal investigador la necesidad de incorporar la perspectiva de género en los proyectos y en la formación, que todavía no ha traspasado lo suficiente.

    Sería recomendable que las medidas contempladas para superar la discriminación y garantizar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres se aplicasen con obligatoriedad en la práctica porque en ocasiones lo que tiende a ser una consideración, tiende a no tenerse en cuenta.

    4. Bibliografía Burin, M. (2010). Género y salud mental: construcción de la subjetividad femenina y masculina. Buenos Aires: Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales. Recuperado el 10 de junio de 2020, de http://dspace.uces.edu.ar:8180/xmlui/bitstream/handle/123456789/1529/Burin_2010_Preprint.pdf?sequence=1 Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad de la Junta de Andalucía. (2019a). PAIDI - Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación 2020. Recuperado el 10 de agosto de 2020, de https://www.paidi2020.es/que-es-paidi Delgado, M. (2013). Estimación del Impacto de los Fondos Europeos en Andalucía a través de Modelos de Equilibrio General: 2000-2020 (tesis doctoral). Universidad Pablo de Olavide, Sevilla. Recuperado el 8 de septiembre de 2020, de https://rio.upo.es/xmlui/bitstream/handle/10433/566/maria%20_carmen_delgado_tesis.pdf?sequence=1&isAllowed=y Instituto Nacional de Estadística. (2019a). Total Sectores. Gasto y personal en I+D interna por comunidades autónomas y tipo de indicador. Recuperado el 12 de diciembre de 2020, de https://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?path=/t14/p057/a2019/l0/&file=07001.px#!t Instituto Nacional de Estadística. (2019b). Gasto en I+D interna por sector de ejecución y objetivo socioeconómico. Recuperado el 12 de diciembre de 2020, de https://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?path=/t14/p057/a2019/l0/&file=02005.px#!tabs-tabla Junta de Andalucía & Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea. (2019). RIS3 Andalucía. Estrategia de Innovación de Andalucía 2014-2020. Recuperado el 10 de junio de 2019, de https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/Documento-Ris3-version-final-8-27-02-15.pdf Lombardo, E. (2003). El mainstreaming de género en la Unión Europea. Aequalitas: Revista Jurídica de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, 10-15. Recuperado el 22 de marzo de 2021, http://americalatinagenera.org/newsite/images/cdr-documents/publicaciones/doc_181_Mainstreaming-genero-UE.pdf Molero, E., & Díaz, C. (2007). Guía práctica de gestión de proyectos europeos. Palma de Mallorca: Consejería de Economía, Hacienda e Innovación, Gobierno de las Islas Baleares. Recuperado el 10 de enero de 2021, de http://portal.uned.es/pls/portal/docs/PAGE/UNED_MAIN/LAUNIVERSIDAD/VICERRECTORADOS/INVESTIGACION/O.T.A.I.%20%20P.E.I.%20OFICINA%20TECNICA%20DE%20AP/P.E.I%20PROGRAMAS%20EUROPEOS%20INVESTIGACION/VII%20PROGRAMA%20MARCO/GU%C3%8DAI.B.PDF Romero, M. J. (2012). El impacto económico de la innovación en las empresas andaluzas (tesis doctoral). Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Sevilla, Sevilla. Recuperado el 10 de septiembre de 2020, de https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/72459/file_1.pdf?sequence=1&isAllowed=y Todaro, R., Godoy, L., & Abramo, L. (2002). Desempeño laboral de hombres y mujeres: opinan los empresarios. Cadernos Pagu, 17-18, 197-236. Recuperado el 19 de junio de 2020, de https://www.scielo.br/pdf/cpa/n17-18/n17a08.pdf


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