España es uno de los países desarrollados con mayor consumo de antibióticos por habitante , , , siendo prescritos en Atención Primaria aproximadamente el 85% de los mismos. De los distintos elementos que entrar a formar parte en la cadena de consumo y que pueden influir en los resultados, además de los consumidores (pacientes), dispensadores (farmacéuticos), productores (industria farmacéutica) y Administración Sanitaria, tenemos los prescriptores (médicos). La prescripción forma parte de la actividad diaria de los médicos de atención primaria y de aquí proviene la mayor parte del consumo de antibióticos. Se estima que 4 de cada 5 médicos recetan uno o más antibióticos al día (9 de cada 10 en atención primaria). El médico a la hora de instaurar un tratamiento antibiótico debe contemplar el cuadro clínico, los posibles patógenos implicados, las resistencias locales de estos patógenos a los antimicrobianos, sus posibles interacciones, así como los estudios coste beneficio, alergias, interacciones con otros fármacos que tome el paciente, etc. La variabilidad en la prescripción de antibióticos se observa no sólo en la tasa de utilización sino también en el patrón de duración de los tratamientos, las pautas de administración y hasta las vías de administración. Existe consenso al considerar que la variabilidad es el resultado de la interacción de factores de todo tipo sobre los agentes que intervienen en el acto médico, y entre ellos la formación pregrado, postgrado y continuada del médico, su actitud, tolerancia a la incertidumbre, estado de ánimo, personalidad y hábitos adquiridos, la relación médico-paciente, la presión de la industria farmacéutica y la sociedad, poco conscientes del problema que ocasiona el mal uso de los antibióticos, pero es fundamental el problema de la incertidumbre en las situaciones habituales de la práctica clínica . La máxima variabilidad aparece cuando la prescripción de antibióticos afecta a infecciones con un alto grado de incertidumbre diagnostica, sobre todo infecciones respiratorias, que además son las más frecuentes, y donde el médico debe dilucidar si el cuadro clínico es vírico o bacteriano. Los antibióticos son prescritos en el 53.2% de las infecciones respiratorias, peso a que muchas de ellas tienen una etiología viral . Otro elemento clave y obvio en la calidad de prescripción es el derivado de la sobrecarga asistencial, que dificulta una asistencia médica con precisión diagnóstica y decisión terapéutica adecuada, siendo necesario explicar a los pacientes la posología y tratar de asegurar su cumplimiento .
La tesis doctoral expuesta pretende el análisis de la prescripción de antibióticos de uso sistémico J01, así como el gasto ocasionado por la misma, tanto de forma global como a nivel de subgrupo y principios activos durante el periodo 1999-2007 en el Área de Salud de Segovia. Al mismo tiempo persigue explicar cuales son los factores condicionantes de dicha prescripción y gasto en los Médicos de Familia del Área de Segovia.
Para ello se procesaron los antibióticos prescritos a la población general por parte de los Médicos de Familia de Atención Primaria, utilizando el sistema de información de farmacia "CONCYLIA" que suministra la información en forma de dosis diaria definida (DDD) y su coste en euros, transformados posteriormente en los indicadores DHD (DDD por 1.000 habitantes por día) y Euros/1000 habitantes/día, teniendo como base los datos poblacionales de tarjeta sanitaria.
Encontramos en el estudio que la prescripción global de antibióticos de uso sistémico fue de 18,06 DHD, con una evolución variable a lo largo del estudio (9 años) en forma de cubeta de concavidad inferior con un valor mínimo de 16,58 DHD en el año 2004, llegando a 19,74 DHD durante el año 2007. Los subgrupos terapéuticos más prescritos fueron las penicilinas -11,63 DHD-, seguidas a distancia por macrólidos -1,83 DHD- y quinolonas -1,68 DHD-, siendo el valor de las cefalosporinas de 1,54 DHD. El porcentaje de prescripción de penicilinas fue del 64,42 % del total de prescripciones correspondientes al grupo J01. Se ha observado un cambio en los hábitos de prescripción de antibióticos de uso sistémico a lo largo del periodo de estudio. En este sentido, durante los últimos años se observó una disminución del uso de la amoxicilina y un incremento de la amoxicilina clavulánico, convirtiéndose éste en el antibiótico mas prescrito a partir del año 2004.
La media del gasto en antibióticos de uso sistémico prescritos a la población del Área de Segovia durante el periodo 1.999 - 2.007 fue de 20,52 €/1000 h/día. La evolución del gasto en antibióticos ha sido decreciente hasta 2004 para luego mantenerse con muy pequeñas oscilaciones. El subgrupo J01C (Penicilinas) representa más de la tercera parte del gasto y junto con los subgrupos J01D, (cefalosporinas), J01M (quinolonas) y J01F (macrólidos) (cada uno de ellos con aproximadamente un 20%), representan en conjunto el 95,66% siendo el resto de los subgrupos apenas apreciable. En la evolución interanual de los subgrupos se observa una disminución en todos ellos hasta el año 2004 para luego repuntar ligeramente los grupos J01C, J01M y J01D, mientras que el subgrupo J01F sigue disminuyendo. Se ha conseguido una disminución primero y una contención luego, del gasto farmacéutico desde la entrada en vigor en el año 2000 del RD 1035/99 en el que se regula la implantación del sistema de precios de referencia y de la puesta en marcha del Plan Estratégico de Política Farmacéutica en noviembre del 2004 junto al Proyecto de Ley del Medicamento donde se establecen medidas de uso racional del medicamento y de potenciación de genéricos.
En cuanto a las variables que pueden influir en la prescripción tenemos la edad, el porcentaje de pensionistas, la formación vía MIR de la especialidad y los kilómetros de distancia al Hospital de referencia. Mientras que las variables influyentes en el gasto son las variables edad, tarjetas sanitarias, porcentaje de genéricos, kilómetros de distancia y zona de salud urbana, semiurbana o rural.
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