La mayoría de los procesos cotidianos que giran en torno a la vida siguen un patrón rítmico. En el hombre, el ritmo biológico fundamental es el de 24 h. Se ha demostrado la distribución no uniforme de los episodios de infarto agudo de miocardio a lo largo del día, presentando un aumento en su incidencia entre las 6 de la mañana y mediodía. Este ritmo de incidencia circadiano, está favorecido por la acción de una serie de factores predisponentes sobre la génesis de la aterosclerosis y por unos factores favorecedores sobre la formación y progresión del trombo coronario en el lecho de la placa de ateroma.
En nuestro trabajo, nos hemos planteado como objetivo determinar la hora de inicio de los síntomas del infarto agudo de miocardio, analizar con metodología ritmométrica las variaciones circadinas encontradas y comparar entre sí los distintos ritmos hallados.
Para ello se ha manejado la base de datos ARIAM, con una población global de 41244 pacientes diagnosticados de infanto agudo de miocardio, sobre la que se ha utilizado la metodología analítica del método de conseno-vector, modificado y mejorado con el ajuste múltiple a través de tres armónicos principales, en este caso 24, 12 y 8 horas.
Se ha encontrado ritmo circadiano en todas las variables analizadas, salvo en los pacientes que habían recibido tratamiento previo con fármacos ARA-II.
Se han detectado tres patrones de ritmo circadiano: el estándar, el biomodal y el trimodal. En la mayoría de los casos, el ritmo encontrado es el estándar.
Variables consideradas carentes de ritmo circadiano en otros estudios, como el inicio de síntomas de infarto agudo de miocardio en grupos tratados con betabloqueantes y antiagregantes plaquetarios, muestran ritmo circadiano cuando son analizadas con un métodos más senstible, tal como el cosinor de componentes múltiples.
En la comparación entre los distintos subgrupos resultantes de la categorización por var
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