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Resumen de Los desastres de la guerra troyana sobre las heroínas de Eurípides y Séneca: estudio comparativo

Anastasia Terzopoulou

  • Introducción – Motivación de la Tesis Doctoral Sin duda, tanto Las troyanas (Τρωάδες) de Eurípides como Las troyanas (Troades) de Séneca constituyen dos tesoros de la producción dramática del mundo grecolatino, ya que no sólo son dos piezas teatrales de alta calidad dramática, sino porque son las únicas que se han conservado de manera no fragmentaria hasta la actualidad y tratan el tema de las terribles consecuencias de la guerra de Troya sobre sus víctimas mediante la perspectiva de muchos personajes femeninos. Concretamente, ambas obras tratan el tema del dolor de la población troyana por la caída de su patria, la muerte de sus seres queridos y su propia esclavitud a manos del ejército griego. Sin embargo, las dos obras, aparte del título, el tema y la mayoría de sus personajes, comparten muchos más puntos en común, pero también presentan ciertas diferencias. Por ese motivo, a través de este estudio se pretende arrojar luz sobre los aspectos comunes y las diferencias que presentan las dos obras entre sí en la estructura y, principalmente, en el tratamiento que realizan sus dramaturgos sobre el argumento y sus personajes.

    Ambos dramaturgos, influenciados por las circunstancias histórico-políticas de su sociedad contemporánea, no exaltan la guerra como un hecho glorioso e heroico, sino que la presentan a través de sus verdaderas dimensiones, es decir, como un suceso calamitoso, el cual provoca tremendas y trágicas consecuencias sobre sus víctimas. Y como se puede observar estas dos tragedias, a pesar de su trasfondo épico-mitológico, reflejan un problema real que sigue afectando a la humanidad hasta la actualidad, ya que, desgraciadamente, la violencia, los enfrentamientos y los conflictos entre pueblos, países y personas no han dejado de existir.

    Por todo lo anteriormente expuesto, se puede comprender que la elección del tema para realización de esta tesis no ha sido fortuita; en cambio, se basó en la alta calidad dramática de ambas tragedias y, principalmente, en el tratamiento realista de los dramaturgos en cuanto al sufrimiento de las víctimas ante las atrocidades de la guerra. Sin duda, las heroínas troyanas en ambas tragedias constituyen ejemplo de comportamiento para cada ser humano hasta la actualidad.

    Desarrollo teórico El objetivo principal de esta Tesis Doctoral es la realización de un estudio comparativo sobre los puntos comunes y las diferencias que presentan entre sí las tragedias de Las troyanas de Eurípides y Séneca. Generalmente, todo el tema de la investigación es abordado mediante el paradigma cualitativo e interpretativo, ya que se pretende la comprensión y la interpretación de los datos estudiados.

    Más en concreto, el propósito de la Tesis se estructura en las siguientes hipótesis de investigación: 1. Identificar y analizar las razones por las cuales Eurípides y Séneca compusieron y dieron fuerte protagonismo a sus papeles femeninos.

    2. Analizar las funciones que desempeñan los mismos personajes femeninos en las tragedias tratadas.

    3. Identificar las diferencias y las similitudes que presentan las dos tragedias entre sí tanto en su estructura como en su argumento y el tratamiento de sus personajes.

    4. Analizar cómo afectan las consecuencias de la guerra a las heroínas, las cuales experimentan diferentes sentimientos y comportamientos ante los hechos (dolor, humillación, muerte, desprestigio social, ira, deseo de venganza, valor, virtud, proceso de superación interior mediante la aceptación del Destino, etc.).

    En cuanto a la bibliografía empleada para la realización de esta tesis, dado el numeroso volumen de la producción literaria y el de los estudios críticos sobre la guerra de Troya y, generalmente, sobre las tragedias que se ocupan del Ciclo troyano, he considerado oportuna la elección de los más relevantes documentos, libros, artículos y estudios, los cuales, según mi opinión, concordaron mejor con los requisitos de esta tesis y, también, ofrecieron datos de gran validez. Y, en este punto quería señalar que las fuentes clásicas contribuyeron de manera trascendental al estudio del tema, ya que ambas tragedias han sido influenciadas por obras de esta índole.

    En cuanto a la estructura de la tesis, ésta se divide —aparte de la parte introductoria, las conclusiones, la bibliografía consultada y los dos índices cronológicos— en cinco capítulos. En el primer capítulo se realiza una exposición sobre los datos de la vida de Eurípides y Séneca y el estilo de sus obras. Como se puede comprender, la presentación de los datos biográficos de ambos dramaturgos y la delimitación del contexto sociopolítico, filosófico, intelectual y cultural en que transcurrieron sus vidas fue imprescindible para el estudio de esta tesis con el fin de que se evaluara mejor el entorno dentro de lo cual Eurípides y Séneca compusieron sus tragedias.

    Más en concreto, el primer capítulo se divide en dos subcapítulos. En el subcapítulo 1.1 se hace referencia a los datos biográficos del dramaturgo ateniense Eurípides y al influjo que él recibió de su entorno sociopolítico, cultural y filosófico de su época (especialmente, de la sofística); y a su desilusión por los planes imperialistas de sus compatriotas, la cual no dudó en reflejar en sus obras. También, se indican las innovaciones que realizó Eurípides en sus obras y la influencia que él ejerció mediante su producción dramática sobre otros escritores a lo largo de los siglos.

    Igualmente, en el subcapítulo 1.2 se hace referencia a los datos de la vida de Séneca y al influjo del estoicismo en su pensamiento tanto como filósofo como dramaturgo. También, se señala el papel que jugó en los hechos del Imperio romano como tutor y consejero personal del emperador Nerón, su producción literaria —tanto filosófica como dramática—, la influencia que recibió de las obras del teatro griego y, especialmente, de las tragedias de Eurípides, el influjo que el mismo ejerció sobre otros escritores en la posteridad y se mencionan datos sobre su trágica muerte. En el capítulo segundo, el cual se divide en subcapítulos, se estudia la imagen de la mujer griega y romana en la Antigüedad. Como se puede comprender, la diferencia que presenta la imagen de los personajes femeninos de las tragedias con la imagen de las mujeres de la sociedad contemporánea de Eurípides y Séneca y, generalmente, con la de la mujer en la Antigua Grecia y Roma hace imprescindible el estudio del papel de la mujer griega y romana. En efecto, las heroínas trágicas presentan una personalidad muy fuerte y no son apartadas ni recluidas en el ámbito privado de sus hogares, sino que salen fuera y dirigen la palabra libremente a los hombres. Generalmente, se podría mencionar que las protagonistas presentan una idiosincrasia especial, ya que son, por una parte, en su mayoría, heroínas procedentes de mitos griegos de la Edad del Bronce, pero, por la otra, aparecen como mujeres de carne y hueso, las cuales, a pesar de su aureola épico-mitológica, sufren y expresan sus puntos de vista mediante convicciones contemporáneas de sus dramaturgos.

    Más concretamente, en el subcapítulo 2.1 se exponen unas notas generales sobre la diferencia que presenta una heroína trágica con una mujer real de la Antigüedad y se justifica la razón por la que se estudia el papel de la mujer antigua en los subcapítulos siguientes.

    En los subcapítulos 2.2, 2.3 y 2.4 se describe de manera detallada la forma de vida de la mujer ateniense, espartana y romana, respectivamente; y se refleja el pensamiento de la sociedad de la Antigua Grecia y el de la Antigua Roma sobre la mujer mediante el estudio de fuentes literarias, documentos legislativos y hallazgos arqueológicos.

    Más concretamente, el estudio sobre la mujer griega se basó en fuentes como las epopeyas de Homero, las obras de Hesíodo, los tratados de Aristóteles y Platón, los discursos de Demóstenes, la poesía de Safo, Estesícoro y Semónides, las comedias de Aristófanes y las tragedias de los grandes dramaturgos atenienses, como también las leyes de Solón, Pericles y Licurgo. En efecto, en la sociedad griega antigua se consideraba que el papel primordial de la mujer era el de la procreación de hijos y el de la buena οἰκοδέσποινα, es decir, el de la señora de la casa, la cual debía quedarse apartada de la vida pública de la polis (ciudad) —a pesar de su participación en unas fiestas religiosas—, y ocuparse de las tareas domésticas y del cuidado de sus hijos. Sin embargo, aparte de las esposas legítimas, existían también las concubinas, las cortesanas, las prostitutas y las esclavas. Por eso, se realiza un análisis sobre las condiciones de vida de todas estas mujeres, como también sobre las mujeres pobres, las viudas, las metecas y las hijas epícleras.

    En lo que se refiere al subcapítulo 2.2, el cual trata el tema del papel de la mujer espartana, cabe destacarse que las espartanas tenían mayor libertad que las demás mujeres griegas y que en la sociedad espartana se daba especial importancia a la educación física y a la nutrición de las mujeres con el fin de que ellas procrearan hijos sanos y vigorosos, capaces de contribuir a las actividades guerreras de su ciudad.

    En el subcapítulo 2.4, como ya se ha mencionado anteriormente, se describen las condiciones de vida y la posición de la mujer romana —la matrona, la esclava, la liberta, la pobre— dentro de un mundo dominado por hombres. Y, como sucedió en el caso del estudio de la imagen de la mujer griega, otra vez documentos legislativos, hallazgos arqueológicos y obras literarias, como las de Horacio, Tito Livio, Virgilio, Plauto y Juvenal, constituyeron fuentes significativas para el análisis de este tema.

    De este subcapítulo lo que hay que señalar es que la vida social de la mujer romana no era tan limitada y que ella, a diferencia de la mujer ateniense, disfrutaba de más derechos y autonomía —sobre todo económica—, pero en clara inferioridad con respecto a la situación de los hombres de su sociedad.

    En el capítulo tercero se presentan los datos de los personajes femeninos de las tragedias de Las troyanas de Eurípides y Séneca según las versiones de la mitología griega. Como se puede comprender, el mito, dada su transmisión oral, ha ofrecido varias versiones sobre algunos datos de la vida de las heroínas del Ciclo troyano, las cuales se exponen con el fin de que se destaquen las versiones que han adoptado los dos dramaturgos para los fines de sus argumentos. Así pues, se presenta un cuadro mítico-biográfico sobre Helena, la espartana reina, la cual constituyó la causa de la guerra troyana; Hécuba, la reina troyana y madre dolorida, la cual se convirtió en esclava y botín de guerra en manos de sus enemigos y que, según la tradición, tuvo una muerte muy trágica; las princesas troyanas Casandra y Políxena, cuyo cruel final determinó, en cierto modo, la suerte de sus enemigos; y, finalmente, Andrómaca, la viuda del príncipe troyano Héctor, la cual, a pesar de su propia cautividad, sufrió la muerte de su hijo Astianacte.

    En este punto hay que indicar que, a pesar de los relatos mitológicos, se han tomado en consideración fuentes históricas, documentos e investigaciones arqueológicas que verifican la historicidad de la guerra troyana y, por lo tanto, la existencia de sus héroes.

    En cuanto al capítulo cuarto, éste constituye uno de los más importantes de la tesis, ya que en sus cuatro subcapítulos se realiza el estudio del transfondo épico-histórico y literario de las dos tragedias y se expone de manera detallada su resumen.

    Específicamente, en el subcapítulo 4.1 se analizan las fuentes de inspiración literaria y los motivos histórico-políticos que condujeron al dramaturgo ateniense a componer esta tragedia (es decir, el asedio de la isla de Melos en 416 a.C. y la expedición militar que estaban preparando en aquel momento los atenienses contra Sicilia). Sin duda, los planes imperialistas y el comportamiento arrogante y ambicioso de los conciudadanos de Eurípides habían provocado al dramaturgo una enorme decepción, quien -aparte de su fuerte patriotismo- no dudó en expresar a través de las palabras de los personajes de su tragedia. En resumidas cuentas, se podría indicar que las razones por las que Eurípides eligió presentar ante el público ateniense en el año 415 a.C. el tema de las terribles consecuencias de la guerra troyana son porque, por una parte, los asedios de Melos y de Troya presentan muchos puntos en común en lo que se refiere al comportamiento de los invasores, quienes se mostraron impiedosos y crueles con el fin de poder llevar a cabo sus propios intereses político-económicos, y, por la otra, las dificultades a las que enfrentaría el ejército griego, tras su partida de Troya como castigo, podrían servir a los atenienses como advertencia sobre los peligros ocultos de este nuevo conflicto bélico que éstos estaban dispuestos a librar bastante lejos de su patria. En otras palabras, Eurípides intentaba despertar a sus conciudadanos de sus sueños quiméricos imperialistas con el fin de que ellos llevaran a cabo un examen de autoreflexión para encontrar de nuevo los principios del espíritu democrático de su ciudad y evitar, así, su propio desastre.

    También en este apartado se exponen, de manera resumida, los argumentos de las otras dos tragedias —Alejandro y Palamedes— que forman parte de la misma trilogía con Las troyanas, mientras, en el subcapítulo 4.2 se realiza el resumen de Las troyanas de Eurípides de manera extendida con el fin de poder tener una imagen completa sobre el argumento y el comportamiento de las heroínas euripídeas ante su cruel destino.

    En el subcapítulo 4.3 se estudia el trasfondo épico-histórico, literario y filosófico de la obra senecana, ya que el dramaturgo latino ha recibido varias influencias del legado épico-legendario y teatral del mundo antiguo, pero también de la producción literaria y filosófica de su propia época. Asimismo, se analizan las razones histórico-políticas y sociales por las que fue compuesta su obra dramática —siendo la más importante razón la de ofrecer un aleccionamiento moral a sus compatriotas sobre el moderado comportamiento que ellos deben mostrar ante cualquier situación— y se expone una sinopsis de su argumento. Y en el subcapítulo 4.4 se expone el resumen de la obra senecana, siguiendo el mismo fin que el del resumen de la obra euripídea.

    En el capítulo quinto se realiza la comparación de las tragedias de Las troyanas de Eurípides y Séneca. Como se puede entender, esta parte es la más fundamental y extendida de la tesis, ya que se efectúa el análisis y la comparación estructural e intertextual de las dos obras.

    Más detalladamente, al principio se realiza una referencia resumida sobre los personajes que aparecen en escena en ambas obras, con el fin de delimitar tanto la presencia —o no— de ciertos protagonistas como también la omisión de ciertas escenas. A continuación, se expone la estructura formal que siguen Eurípides y Séneca, según las normas teatrales de su época, y el espíritu innovador que presentan sus obras sobre el tratamiento de sus personajes.

    Asimismo, se expone el pensamiento crítico y la influencia que han recibido ambos dramaturgos desde el contexto filosófico-moral y religioso de su época mediante el análisis de ciertos asuntos que tratan sus personajes —como son, por ejemplo, la muerte, la esclavitud, el exilio, la avidez de poder, la providencia divina, la virtud, etc.—, los cuales también preocupaban a su sociedad contemporánea. Generalmente, la comparación no se ha organizado en subcapítulos, sino en apartados bien diferenciados entre sí, con el fin de facilitar la lectura del estudio de los temas tratados. En concreto, la comparación se inicia con el estudio de las primeras partes de las dos tragedias —es decir, con el prólogo de la obra euripídea y el primer acto de la obra senecana—, en las que se analiza el papel de la presencia divina en Las troyanas del dramaturgo ateniense y el significado de la ausencia de ésta en la pieza dramática del autor latino. A continuación, se analiza la desesperación y el lamento de Hécuba por la pérdida de su patria y por su propio cruel destino, a través de la exposición de varios fragmentos de ambas obras, y se compara el tema del sorteo de las cautivas.

    También se analiza la presencia del coro a lo largo de las dos piezas dramáticas. Como se puede comprender, ambos dramaturgos han dado mucha importancia al papel de las mujeres cautivas, ya que éstas sufren el mismo dolor y comparten el mismo destino que las protagonistas de las dos obras. Y, en efecto, la intertextualidad que presentan los lamentos del coro es significativa.

    Más adelante, se comparan las "bodas fúnebres" de las princesas troyanas Casandra y Políxena. Otra vez el influjo entre las dos obras es evidente, ya que en la obra euripídea se cuenta la unión funesta de la profetisa Casandra con Agamenón, mientras en la obra senecana se narra la inmolación de Políxena sobre la tumba de Aquiles. Las conclusiones que se sacan de estas "uniones" son importantes, ya que tienen relación con el castigo que recibirían los enemigos del pueblo troyano. También se hace una mención especial sobre la intertextualidad que presenta el tema del sacrificio de Políxena de la obra senecana con el de la inmolación de la misma heroína de la tragedia Hécuba de Eurípides.

    E igualmente se da mucha importancia al análisis de la actitud masculina hacia las cautivas y, especialmente, a la influencia de la obra euripídea Andrómaca en cuanto a los puntos comunes que muestra el comportamiento inhumano de Menelao en esta obra con la actitud de Ulises hacia Andrómaca en la obra senecana. Según mi criterio, el estudio sobre la intertextualidad que presentan ciertas escenas de ambas tragedias con las obras de Virgilio, Homero y Horacio es considerable, al igual que el análisis del agón entre Helena y Hécuba de Las troyanas del dramaturgo ateniense a través del cual se indica la intertextualidad del pasaje con el agón entre la espartana y la viuda de Héctor en la pieza dramática de Séneca.

    En lo que se refiere a la última parte de la comparación de las dos obras, ésta se ocupa de la trágica muerte de Astianacte. Asimismo, se analiza el agón entre Andrómaca y Ulises de Las troyanas del dramaturgo latino y se estudia su posible influjo del agón entre Hécuba y Ulises de la obra euripídea Hécuba.

    Finalmente, se indica la diferencia que presenta la parte final de las dos obras, es decir, el éxodo de sus personajes de escena y se exponen algunas consideraciones sobre sus personajes.

    Tras el capítulo quinto, se indican las fuentes y la bibliografía, herramientas imprescindibles para el estudio y la efectuación de esta tesis, como también las referencias de imágenes y dos índices cronológicos, cada uno de los cuales presenta datos e informaciones sobre la vida y algunos acontecimientos de la época de los dos dramaturgos.

    Conclusiones A través de este estudio de investigación se han logrado señalar y analizar los principales puntos en común, las similitudes y las diferencias que presentan entre sí las tragedias de Las troyanas de Eurípides y Séneca en su estructura formal, su argumento y el tratamiento de sus personajes.

    También, se ha estudiado y se ha analizado el contexto sociopolítico, religioso, cultural y filosófico de las épocas que vivieron ambos dramaturgos y la expresión de su pensamiento crítico ante las influencias —tanto contemporáneas como antiguas— que éstos recibieron con el fin de delimitarse el ambiente y el trasfondo en que se compusieron sus tragedias. Concretamente, la tesis concluye con unas consideraciones sobre las heroínas mediante las cuales se analiza de manera precisa y resumida el comportamiento que éstas mostraron ante su Destino adverso y sus penas sufridas por las atrocidades de la guerra. Se ha realizado una comparación intertextual sobre la actitud que mostraron tanto las protagonistas como el coro de las tragedias tratadas y se han sacado conclusiones concretas sobre cada uno de los personajes.

    Además, se ha señalado que tanto Eurípides como Séneca han logrado reflejar, de manera realista y lejos de convencionalismos, todas las consecuencias trágicas que provoca la guerra no sólo a los vencidos, sino también a los vencedores. Es verdad que las protagonistas de ambas obras dramáticas son las mujeres del pueblo troyano, las cuales se han convertido en esclavas, han sufrido la pérdida de su patria, la muerte de sus seres queridos y cada tipo de violencia y humillación en manos de sus enemigos. Sin embargo, en una guerra no hay personas que se pueden considerar verdaderamente vencedoras. En efecto, también las mujeres del pueblo griego sufrieron, al igual que las mujeres troyanas, la desgarradora pérdida de sus seres queridos a lo largo de los diez años que duró la guerra de Troya. Y, en cuanto a los supuestamente triunfadores de la expedición troyana, éstos pagaron las consecuencias de sus atroces actos cayendo desde la cima de su efímera gloria a su propia ruina.

    En otras palabras, el objetivo de Eurípides y Séneca era aconsejar a su público y, por consiguiente, a sus conciudadanos que evitaran la arrogancia, el desenfreno y la crueldad que mostraron los vencedores de la guerra troyana a los vencidos, ya que, según indican sus propios personajes, nadie ser humano puede considerarse invulnerable ante la Fortuna. De esta manera, ambos dramaturgos intentaban ofrecer un aleccionamiento moral a sus conciudadanos con el fin de que evitaran realizarse de nuevo los errores y las atrocidades del pasado. Por ese motivo, tanto Eurípides como Séneca exponen a través de sus obras que las personas deben mostrar un comportamiento moderado y virtuoso ante cualquier acontecimiento y situación y aconsejan a su público que sea responsable de sus actos sin basarse en la ayuda de los dioses tradicionales. No hay que olvidar que ambos dramaturgos vivieron en una sociedad que había desplazado su eje de atención desde las concepciones teóricas sobre los elementos sobrenaturales hacia los problemas cotidianos de la vida de los seres humanos, los cuales requerían una inmediata y práctica solución. Indudablemente, estudiando la vida y el contexto sociopolítico, histórico y cultural de ambos dramaturgos, se comprende que tanto para Eurípides —quien fue considerado como «el más trágico de los poetas» por Aristóteles y como «un filósofo de la escena» por Ateneo—; como para Séneca —quien, aparte de un poeta trágico, era un filósofo y orador—, sería imposible que se quedaran indiferentes ante las turbulencias político-sociales sin expresar, a través de las palabras de sus personajes, su propio punto de vista sobre los problemas de su época. En efecto, ambos dramaturgos se sirvieron del argumento mítico-legendario de sus obras para exponer su crítica sobre las polémicas de su tiempo y ofrecer consejos a sus compatriotas sobre temas trascendentales de la vida humana y problemas, como la guerra, la pobreza, la avidez de poder, la esclavitud, la muerte, el maltrato, el exilio y la violencia. Preocupaciones, asuntos y problemas que, desgraciadamente, son diacrónicos, ya que siguen afectando a las sociedades de muchos países hasta hoy en día.

    Por todos estos motivos, se puede sacar la conclusión final que ambas obras teatrales no sólo son dos tesoros del mundo grecolatino, sino también de la producción dramática universal, ya que los caracteres de sus heroínas constituyen ejemplos de nobleza espiritual y valentía para cada persona.


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