Los tiempos de la comunicación virtual masiva permiten a los usuarios, sea donde sea que se encuentren, interactuar unos con otros. No existe duda de que vivimos en una época con muchas más ventajas que la generaciones anteriores al tener acceso a redes de comunicación y dispositivos electrónicos que nos permiten estar al día y a la vez generar información que se transmite colaborando, aprendiendo, organizándonos, calificando o descalificando a individuos o diferentes situaciones del acontecer local o mundial.
De esta información transmitida, habrá alguna que sufrirá modificaciones o mutaciones y que probablemente tenga un significado muy distinto del original dependiendo de los canales, el lenguaje o el tono usado además de la interpretación que por muchas razones, cada usuario le vaya dando a ésta.
Uno de los lenguajes que ha tenido mayor éxito es el de los memes, que se distribuyen en redes sociales como Facebook, Twitter y WhatsApp. Este es un fenómeno masivo o viralizado que usa el ingenio, el humor y el sarcasmo para transmitir información y que se presta para que el usuario opine, modifique, aporte y haga una propia versión de determinada situación. Esta investigación busca comprobar si los memes transmiten información comprensible, identificable y perdurable para el usuario o si la idea que original se pierde.
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