La osteointegración se ha definido como la conexión directa, firme y duradera entre el hueso vivo con capacidad de remodelación, y la superficie del implante sometido a carga, sin que exista interposición de tejido fibroso (Branemark et al. 1985). Histológicamente se asemeja a una anquilosis funcional (Parithimarkalaignan et al. 2013). Berglundh et al. 2002, destacan las complicaciones biológicas que pueden producirse alrededor de un implante describiéndolo como "interrupciones en la función del implante caracterizada por un proceso biológico que afecta a los tejidos duros y blandos que soportan el implante” (Berglundh et al. 2002). La periimplantitis se describió como "reacciones inflamatorias que se asocian con la pérdida de los tejidos circundantes que rodean a un implante sometido a carga” (Albrektsson et al. 1994). La perdida ósea marginal hace referencia a la posición del hueso marginal, según la posición más apical del hueso crestal en contacto con el implante en comparación con el punto de referencia crestal más coronal del implante (Arnhart et al. 2012, Esposito et al. 2016). El uso de pruebas radiográficas permite evaluar el nivel crestal en los distintos periodos de cicatrización (Naitoh et al. 2005), siendo el indicador de éxito o fracaso de los implantes (Almog et al. 2006). Clasificación de Lagervall y Jansson’s cuantifica la pérdida ósea marginal que presenta cada implante otorgándole diferentes grados según la cantidad de hueso perdido (Lagervall et al. 2013). OBJETIVOS 1) Valorar la pérdida ósea marginal alrededor de los implantes colocados en ambas arcadas con un período de seguimiento entre 2 a 8 años tras la carga protésica. 2) Evaluar la influencia de las distintas variables tanto clínicas, demográficas y sistémicas sobre la pérdida ósea marginal. MATERIAL Y MÉTODO Estudio retrospectivo multicéntrico. Se evaluó la pérdida ósea marginal de diferentes marcas de implantes, de pacientes tratados con implantes en el Máster de Cirugía Bucal de la Universidad de Sevilla, por el Master Integrada de Adultos y Pacientes Especiales de la Universidad de Sevilla y pacientes del Máster de Pacientes Especiales de la Universidad de Valencia. Para ello, se recopilaron las historias clínicas de los pacientes tratados con implantes cargados protésicamente en el transcurso de 1 año posterior a su colocación. Se analizaron todos aquellos implantes que llevasen más de 2 años con rehabilitaciones protésicas sobre implantes con carga funcional. Para ello se recogieron las ortopantomografías de control anuales realizadas desde el día de colocación de la rehabilitación protésica sobre el implante, hasta alcanzar un período entre los 7-10 años tras la carga funcional. De esta manera, se realizó una comparativa entre la primera ortopantomografía realizada tras la colocación de la carga protésica del implante y las consecuentes ortopantomografías realizadas a partir de los 2 años después de su rehabilitación. Se analizaron las variables sociodemográficas de los sujetos del estudio, sexo y edad (cuatro categorías: hasta 40 años, de 41 a 55 años, de 56 a 69 años y desde 70 años). Antecedentes de patologías sistemáticas agrupados en: patología cardiovascular, alteración psicológica y esquizofrenia, alteraciones esqueléticas, alteración del sistema nervioso, alteraciones digestivas, diabetes mellitus, VIH, alteración pulmonar, alteraciones de tiroides, cáncer y coagulopatías. Así como la medicación, y hábitos de los pacientes (Bruxismo, Tabaquismo). Variables clínicas: enfermedad periodontal, características de los implantes, regeneración ósea, tipo de carga, perdidos de revisión, pérdida ósea marginal, índice cortical mandibular Todos los procedimientos estadísticos se realizaron con el programa SPSS 19.0 para Windows (Chicago, IL). Se utilizó la frecuencia y porcentaje para la descripción de las variables cualitativas. El coeficiente de correlación fue medido mediante la prueba de Spearman. La comparación de los datos cualitativa se realizó mediante la prueba de Chi-cuadrado y la aplicación de la prueba post-hoc de Haberman. Para tomar en cuenta un posible error de clúster, se seleccionará un implante de cada paciente al azar. Se consideró que una asociación fue estadísticamente significativa para valores de p<0,05 (p<0,01; p<0,001, p<0,0001 y p<0,00001), siendo mayor la significación cuanto menor sea el valor de p. Asimismo, se indica “cuasi” cuando la prueba no es significativa pero se acerca (0,05≤p<0,10). La frecuencia y el porcentaje fueron utilizados para la descripción de las variables cualitativas. Se realizó la prueba de Kolmogorv-Smirnov y se observó que el cruce de las variables con respecto a la pérdida ósea marginal sigue una distribución no normal con lo que se han empleado pruebas no paramétricas para corroborar la significación estadística. La U de Mann-Whitney para las variables dicotómicas y el test de Kruskal Wallis para variables con más de dos categorías aplicando posteriormente el test de la U de Mann-Whitney para ver que grupos marcan diferencias significativas entre sí. Para comparar el cruce de todas las variables con respecto a la pérdida del implante se ha empleado el test de Chi-Cuadrado aplicando posteriormente el test de Haberman para valorar en qué grupos se marcan las diferencias. RESULTADOS Se analizaron un total de 456 implantes insertados en 143 pacientes (75 mujeres y 68 hombres), con al menos 2 años de carga (con un período de seguimiento de 2 a 8 años y medio). Se observó que los implantes de conexión interna presentaron una MBL media menor (0,86 ± 1,14mm) comparada con los implantes de conexión externa (2,39 ± 1,72mm) (p< 0,01). La longitud del implante (dicotomizada), mostrando una mayor MBL media los implantes cortos (1,60 ± 1,63mm) que los implantes convencionales (0,85 ± 1,13mm) (p<0,05). Se observó una asociación estadísticamente significativa entre la pérdida ósea marginal y la marca comercial del implante dental (p<0.0001). Mozo Grau presentó una pérdida ósea marginal de 2,01 ± 1,63 mm, (p<0.05). Se observa una mayor MBL media en implantes colocados en maxilar (1,15± 1,36mm) frente a los implantes mandibulares (0,56 ± 0,95mm) (p<0,0001). Se observó una pérdida ósea marginal mayor en aquellos implantes colocados en la zona anterior (1,44 ± 1,39mm) frente a los implantes colocados en sector posterior (0,86 ± 1,23 mm) (p< 0,0001). En pacientes fumadores la pérdida del implante se observó con una frecuencia del 18,8% y en no fumadores la pérdida del implante se presentó en el 3,5%. Los pacientes con enfermedad periodontal y pérdida del implante con una frecuencia del 6%, frente a pacientes sin enfermedad periodontal donde la pérdida de implantes se observó con una frecuencia del 2,2% (p<0,05). Se observan resultados estadísticamente significativos, entre el tipo de prótesis y la pérdida de implantes, observándose con mayor frecuencia la pérdida de implantes en prótesis ferulizadas, con una frecuencia del 4,4%, seguida por sobredentaduras con una frecuencia del 2,8% y por último en implantes unitarios con una frecuencia del 1,8% (p<0,0001). Aquellos pacientes que toman medicación tienen una menor MBL media anual (0,18 ± 0,26mm), frente a los pacientes que no toman medicación (0,26 ± 0,37mm) (p<0,05). Se observa además que los pacientes fumadores (0,39 ± 0,52mm) presentan una media de MBL mayor que los pacientes no fumadores (0,20 ± 0,29 mm) o exfumadores (0,29 ± 0,30 mm) (p<0,01). Los resultados obtenidos de MBL media anual según las características de los implantes, observándose una asociación estadísticamente significativa entre marca comercial del implante colocado y la MBL media anual, siendo los implantes de la casa comercial Straumann los que menor MBL media anual registraron (0,16 ± 0,22mm), seguido por Astra (0,17 ± 0,39mm) y Zimmer (0,33 ± 0,36mm), siendo la marca comercial Mozo Grau la que mayor pérdida ósea marginal experimentó (0,62 ± 0,59mm), (p< 0,0001). Se observó una asociación estadísticamente significativa al comparar la MBL media anual de los implantes colocados pertenecientes a la casa comercial Straumann (0,16 ± 0,22mm) frente al resto de implantes colocados no pertenecientes a la casa comercial Straumann (0,36 ± 0,43mm), (p<0,0001). Los implantes con diseño cilíndrico presentaron una menor MBL media anual (0,20 ± 0,28mm), frente a implantes cónicos (0,39 ± 0,49mm), (p< 0,001). El tipo de conexión mostró una asociación estadísticamente significativa con MBL media anual, siendo los implantes de conexión interna los que menor pérdida ósea marginal presentaron (0,20 ± 0,29mm), frente a implantes de conexión externa (0,63 ± 0,59mm), (p<0,0001). En la tabla 47 se detallan las principales diferencias significativas entre los MBL y la casa comercial a la que pertenecen los implantes colocados. CONCLUSIÓN Contrastados los resultados obtenidos con la literatura científica confirma mayor riesgo de pérdida ósea marginal en implantes de conexión externa, cuando se emplean implantes cortos y técnicas regenerativas. Pacientes fumadores presentan mayor incidencia de pérdidas óseas marginales, al igual que los pacientes con antecedentes de enfermedad periodontal. Los factores se enmarcan en una circunstancia específica para cada paciente, cuya situación ha de ser analizada según su particularidad, por lo que se hacen necesarios nuevos estudios en este sentido.
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