La anestesia total intravenosa TIVA consiste en la inducción y mantenimiento anestésicos mediante fármacos administrados por vía exclusivamente intravenosa IV. Constituye una alternativa a la anestesia general inhalatoria, aunque su utilización es comparativamente menor en medicina veterinaria. Se han descrito diversas ventajas del uso de TIVA en la especie canina, tales como mayor estabilidad hemodinámica, recuperación anestésica más suave, disminución de la presión intracraneal, o ausencia de contaminación del ambiente de quirófano y atmosférico. Por el contrario, no se han comparado ambas técnicas al emplear dosis reducidas de los fármacos, como cuando se realiza una anestesia equilibrada. Por ello, la presente tesis doctoral se ha centrado en la comparación de ambas técnicas y la utilización de TIVA en condiciones clínicas, cuando se realiza anestesia equilibrada, lo que permite emplear dosis reducidas de fármacos. Como primer objetivo se pretendió comparar los efectos cardiorrespiratorios y sobre la calidad de recuperación de la TIVA de propofol en comparación con la anestesia inhalatoria con isoflurano, cuando se emplea anestesia epidural en perros. El segundo objetivo pretendió determinar los efectos reductores de la dosis de propofol, y sus efectos cardiorrespiratorios asociados, añadiendo infusiones continuas intravenosas de dexmedetomidina o ketamina, durante una TIVA de propofol combinada con anestesia epidural. El tercer objetivo pretendió determinar los efectos cardiorrespiratorios y sobre la calidad de recuperación de una TIVA de alfaxalona y su combinación con infusiones continuas intravenosas de ketamina o midazolam. Por último, se pretendió describir las actitudes de los veterinarios hispanohablantes con interés en anestesia hacia el uso de TIVA. Los resultados confirman la eficacia clínica de la TIVA de propofol en la especie canina y sus ventajas, en términos de valores de presión arterial más elevados en comparación con la anestesia inhalatoria, así como una calidad de recuperación anestésica adecuada en los pacientes. Además, esta tesis demuestra las ventajas de emplear anestesia regional cuando se realiza TIVA, sin que la adición de otros fármacos adyuvantes en infusión continua ofrezca ventajas añadidas. Por otro lado, la utilidad clínica de la TIVA de alfaxalona es cuestionable puesto que su uso dio lugar a recuperaciones anestésicas de mala calidad, con mioclonías, vocalizaciones y pedaleos. Los veterinarios hispanohablantes consideraron el uso de TIVA tan adecuado como el de la anestesia inhalatoria, aunque la falta de familiaridad con la técnica limita su uso y las ventajas percibidas. Así mismo, aquellos que empleaban la TIVA con mayor frecuencia percibían menos las posibles barreras técnicas para su utilización como un mayor coste, o una mayor dificultad de la técnica o del equipamiento. Sin embargo, los encuestados prefirieron emplear otro anestésico inhalatorio como alternativa al isoflurano. Los resultados han aportado una mayor evidencia clínica de las características de la utilización de TIVA en perros, y su utilidad durante una anestesia equilibrada.
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