Introducción.
El hombre ha dejado reliquias de su existencia sobre la Tierra en numerosos restos arqueológicos, manos estarcidas y pinturas rupestres, que la ciencia actual permite datar hasta de 60.000 años atrás, dentro del Paleolítico Medio, existiendo fragmentos de metales nativos y meteoritos con muestras de haber sido manipulados por la mano del ser humano. Toda esta actividad, englobada bajo la denominación de Prehistoria, empieza a ser relatada a partir del siglo XXX a.C. con la aparición incipiente de la escritura cuneiforme, basada en grafismos, que empiezan a reflejar un pasado construido sobre épocas no vividas por quienes las escriben, pero que transmite un relato que condiciona el pensamiento humano del entorno que tiene acceso al mismo.
Es así como aparece el relato sobre el hombre más antiguo del que se tiene referencia escrita, Adán, que algún relator le atribuye ser el primer ser humano y, además, le asigna el haber sido creado por Dios. Aparecen también relatos que hacen referencia a sus descendientes, a los que asignan largos periodos de vida, entre ellos al propio Adán con una longevidad asignada de 930 años, que se supone conoció el árbol de la vida en el supuesto Jardín del Edén, cuyas hojas curaban las enfermedades. Sobre esta creencia nace la Alquimia, cuyo fin esencial era, y sigue siendo, llegar con intensos trabajos en laboratorios, a la Piedra Filosofal como medio de alcanzar la sabiduría y la longevidad.
La demostración de haber alcanzado este objetivo era utilizar la Piedra Filosofal, a través del polvo de proyección, para transmutar los metales impuros en metales nobles, como oro o plata. Y a esta actividad dedicaron sus vidas muchos Alquimistas, en buena medida para enriquecerse. Este proceso condujo a muchos descubrimientos con anterioridad al siglo XVII, como fueron productos químicos, tintes, cerámicas y vidrios coloreados, y también pigmentos que mantuvieron en secreto al amparo de una filosofía hermética que impedía su difusión, entre otras razones porque las élites poderosas deseaban ser sus únicos beneficiarios.
Síntesis, objetivos y resultados.
Este trabajo se ha enfocado hacia el conocimiento de la materia y, en particular, de los metales, que representan más del 80% de los 118 elementos químicos conocidos en la actualidad. Se ha centrando el esfuerzo en la obtención de color por ataque químico de soportes metálicos habitualmente utilizados en las artes plásticas. Específicamente en pintura y escultura. Se trata de poner en valor el conocimiento de la materia, a través de los modelos que configuran la estructura del átomo, como elemento impulsor de la creatividad, estableciendo procedimientos innovadores para la propia expresión artística. Con estos objetivos se aborda una investigación aplicada partiendo de recetas históricas, nacidas o no de la Alquimia, sentándose las bases para formular nuevas recetas, sobre los principios básicos que aporta la Química moderna, que permiten obtener resultados contrastables y repetibles.
Conclusiones.
El trabajo realizado permite concluir con la aplicabilidad de las técnicas y procedimientos desarrollados, al ser aplicados a distintos soportes, con aparejos y cargas habituales en las artes plásticas, que se someten a tratamientos específicos descritos para hacer posible su coloración con las recetas químicas desarrolladas y probadas, sin utilizar pigmentos tradicionales, que generan una amplia paleta de color in situ, tanto en chapas metálicas, como en maderas, telas y distintas resinas, realizándose ejercicios de demostración con resultados concretos en dibujo, pintura y escultura.
Bibliografía.
La tesis incluye una amplia bibliografía consultada clasificadas en libros, monografías y tesis doctorales, así como informaciones relacionadas con el contenido del trabajo en páginas webs. Se incluye también un directorio de casas comerciales, glosario de términos utilizados y un índice de Tablas y Figuras.
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