Mediante estudios epidemiológicos realizados en distintas poblaciones, se ha concluido que la situación nutricional durante las etapas prenatal y postnatal pueden influir en la susceptibilidad del adulto a padecer intolerancia a la glucosa, hipertensión, enfermedad cardiovascular y obesidad. Actualmente, la teoría de que los factores medioambientales en el feto, y en particular la nutrición de la madre, influyen en la susceptibilidad de padecer determinadas enfermedades en el adulto ha logrado numerosos apoyos.
A pesar de estos antecedentes, todavía desconocemos el impacto que tiene la nutrición de la madre sobre el desarrollo fetal en el hombre. De hecho, las intervenciones dietéticas durante la gestación sobre el peso corporal al nacer en el hombre han llevado incluso a la propuesta errónea de que la nutrición del feto depende poco de la nutrición de la madre. Realmente, el simple peso corporal al nacer constituye una medida poco precisa de la situación metabólica del feto, de forma que como se ha reconocido muy recientemente por el propio instaurador de la hipótesis de la programación fetal, David J.P. Barker, es necesario un conocimiento mas profundo de las secuelas a largo plazo que puedan tener las alteraciones nutricionales durante la etapa perinatal. Por razones éticas obvias, y por la necesidad de abordar el problema tanto desde el punto de vista de los acontecimientos que ocurren durante la gestación como en etapas avanzadas de la vida, resulta evidente que para alcanzar ese conocimiento se necesitan modelos experimentales apropiados para su abordaje.
Nos ha interesado de forma particular la malnutrición durante la primera mitad de la gestación, dado que ello impediría el adecuado acumulo de depósitos grasos en la madre, impidiendo así los cambios catabólicos que se producen durante la segunda mitad. Pensamos que esta situación de malnutrición en la madre afectará el normal desarrollo del feto, y lo que puede ser aún mas interesante, su desarrollo postnatal y la predisposición al desarrollo de diabetes y/o obesidad, a mas largo plazo. Existen antecedentes de malnutrición durante la gestación, pero normalmente la restricción de alimento se realiza durante la segunda mitad de la gestación, y hay escasos estudios dirigidos a determinar las consecuencias que pueda suponer el circunscribir dicha malnutrición a la primera parte de la gestación.
Por lo descrito anterirmente, pensamos que una reducción de la ingesta durante la primera mitad de gestación en la rata puede alterar el normal desarrollo del feto durante la segunda mitad, así como alterar la funcionalidad del eje glucosa/insulina durante la etapa postnatal, comprometiendo el normal desarrollo del recién nacido. A su vez, pensamos también que esa malnutrición puede suponer un riesgo de desarrollar diabetes u obesidad en el adulto.
En lo referente a parámetros del desarrollo perinatal, hemos seguido la metodología desarrollada en nuestro laboratorio, determinando tanto el desarrollo corporal como la maduración psicomotora y parámetros metabólicos. A su vez, en lo referente a cambios en la relación glucosa/insulina, hemos aplicado también el protocolo utilizado en nuestro laboratorio para animales de distintas edades. En lo referente a la respuesta insulínica, hemos determinado las relaciones dosis-respuesta a la insulina durante el desarrollo de un test de tolerancia oral a la glucosa.
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