Charles Péguy, en 1913, un año antes de morir, se define como “escritor, prosador, poeta, cronista (puede ser filósofo), moralista, publicista, periodista, ensayista, panfletista, retratista, animalista”.
Podemos sin duda afirmar que, ante todo, fue un pensador y, desplegando su reflexión en estos ámbitos, no tuvo ningún interés en ser un teólogo profesional, menos aún en desarrollar una cristología sistemática. Sin embargo, toda su obra constituye una comparación continua con la figura de Cristo, y en su obra existe un núcleo cristológico específico que puede ser identificado.
Sobre todo, a partir de su reencuentro con la fe cristiana, su misión de escritor coincidió en gran parte con una especie de misión teológica laica, es decir, sin mandato eclesiástico.
Nuestra investigación quiere reconocer el pensamiento cristológico de Péguy tal como es presentado en su obra mostrando los núcleos que lo componen. No se tratará, por tanto, de una simple presentación de textos en los que habla de Cristo, sino de la identificación y reflexión sobre los núcleos de este pensamiento.
Estos núcleos son constitutivos de la lógica-pensamiento que Péguy reconoció en la encarnación-redención de Jesús. En este sentido, lo que queremos mostrar es precisamente esta cristo-lógica, pues solo con cautela se puede hablar, a su respecto, de la presencia de una cristología en su obra. Esta cristo-lógica será como un desarrollo y coronación de la afirmación de san Pablo:
“Nosotros tenemos el pensamiento de Cristo (nous Christou)” (1 Co 2, 16). En efecto, la reflexión de Péguy acerca de Jesús ha consistido en volver a pensar en-con-por el mismo pensamiento-lógica con que Cristo ha obrado su encarnación-redención.
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