La tesis doctoral "Los niños y niñas como creadores de estilos locales de etnicidad. Una etnografía basada en la comparación de dos contextos" elaborada por Livia Jiménez Sedano tiene como objetivo describir el lugar que ocupa la etnicidad en la vida social de los niños y las niñas. Para ello se basa en el trabajo de campo realizado durante cinco años, entre 2002 y 2007, en dos contextos distintos: el primero, una serie de barrios de Madrid; el segundo, un barrio concreto de Andalucía. Una de las diferencias fundamentales entre ambos es que, mientras en Madrid la etnicidad aparecía a primera vista como algo irrelevante en la vida infantil, en el caso de Andalucía aparentaba ser algo extremadamente relevante en su día a día. La observación participante constituyó el núcleo duro de las técnicas empleadas, en una amplia diversidad de situaciones que iban desde la convivencia en el hogar con las familias, acompañamiento en las visitas a familiares, fiestas y celebraciones de distinto tipo, juego por las tardes con los niños en la calle, hasta situaciones de aula y patio escolar. También se realizaron entrevistas, historias de vida, grupos de discusión y análisis de documentación para triangular la información. Las conclusiones generales de la tesis se pueden resumir del siguiente modo: (1) la etnicidad no es el principio que estructura la vida social infantil, al menos en lo que a la agencia de los niños y niñas se refiere, sino que hay otros criterios funcionando, tales como la edad, los lazos de parentesco real y metafórico, la antigüedad en la cosa Nostra o grupo de socialización infantil de referencia, el habitus y los intereses políticos comunes. Por su parte, la administración escolar es el agente que opera la estructuración étnica más estable de todo el campo infantil. (2) La etnicidad sí es una trama simbólica que los actores sociales utilizan para crear sentimientos de pertenencia común; los agentes burocráticos, tal como los escolares, fracasan en su intento de fomentar estas pertenencias, mientras que en los campos domésticos los adultos tienen más éxito al tratar de hacer a los niños sentirse parte del grupo usando simbolización étnica. Los niños, por su parte, son extremadamente creativos en las manipulaciones y usos de estos símbolos. (3) La etnicidad también se convierte en un arma muy efectiva en las luchas de poder; en los campos burocráticos como el escolar, acaba siendo un arma de doble filo que los maestros nunca terminan de dominar y se vuelve en su contra. En los campos domésticos, los padres sí logran cierto éxito en la tarea de mantener la subordinación de los niños a los adultos, aunque no es perfecta. Y en los campos lúdicos, los niños tampoco se resisten a usar símbolos étnicos para lograr más poder y adhesión a sus luchas.
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