INTRODUCCIÓN La manera óptima de administración de los antibióticos betalactámicos es controvertida. Hace más de 60 años el porcentaje del tiempo en el que la concentración libre del fármaco se situaba por encima de la concentración mínima inhibitoria (T>CMI) de los microorganismos fue considerado como el mejor parámetro farmacocinético que predice óptimos resultados clínicos y microbiológicos. La mayor parte de los estudios están de acuerdo a que el T>CMI para los carbapenemes se encuentre en torno a 40-50% del intervalo de dosificación, siendo su eficacia máxima cuando es superior al 60-70%. Una de las estrategias utilizadas en la actualidad para la optimización del tratamiento con carbapenemes consiste en administrar la misma dosis con la misma frecuencia de administración pero prolongando el tiempo de infusión del fármaco. Al igual que algunos autores, consideramos que prolongar el tiempo de infusión conlleva a aumentar la probabilidad hasta el 100% del alcanzar el 100%del T>CMI.
Por el contrario, las administraciones intermitentes (AI) de fármacos dan como resultado concentraciones máximas elevadas y bajos valores valle en suero. Puede ocurrir que durante largos periodos de tiempo la concentración libre del fármaco presente niveles inferiores a los de la CMI del microorganismo, pudiendo dar lugar a una peor evolución clínica del paciente y el desarrollo de resistencias.
En 2010 la ficha técnica de Meropenem (MEM) fue modificada, no recomendándose la administración de la misma en la hora posterior a la preparacion.¿Qué ocurrió con todos aquellos pacientes tratados con MEM en 180 min. previamente al 2010? HIPÓTESIS La hipótesis de nuestro estudio fue que la administración de MEM en IC proporciona una eficacia superior y es igual de tóxica que la AI.
MATERIAL Y MÉTODOS El estudio se realizó en la Clínica Universidad de Navarra, hospital terciario de 300 camas. Se incluyeron 956 pacientes que recibieron tratamiento endovenoso con MEM, durante al menos 3 dosis, bien para el tratamiento de infecciones documentadas o de manera empírica, en el periodo de tiempo comprendido entre 2000-2010, con posología ajustada a la función renal, según las recomendaciones de la ficha técnica de MEM.
Nuestro estudio analizó por separado a los pacientes que habían recibido tratamiento estando ingresados en unidades de críticos y en plantas de hospitalización convencional, durante la infección.
Nuestra variable exposición fue el tiempo de administración del tratamiento con MEM: 30 min. para las AI, 180 min. para las IC.
RESULTADOS 1. Pacientes ingresados en unidades de críticos. La mortalidad intrahospitalaria y la relacionada con la infección y la duración de la estancia hospitalaria y los días de tratamiento con MEM son independientes de la modalidad de tratamiento administrada, IC o AI.
2. Pacientes ingresados en plantas de hospitalización convencional. La mortalidad intrahospitalaria y la relacionada con infección y los días de tratamiento con MEM son similares en ambos modos de administración con MEM, IC y AI. Sin embargo, los pacientes que reciben tratamiento con MEM en IC presentan más días de ingreso hospitalario.
3. Pacientes con aislamientos de microorganismos con CMI 1-2 diluciones por debajo del punto de corte para MEM, según las normas del CLSI. La mortalidad intrahospitalaria y la relacionada con la infección y la duración de la estancia hospitalaria y los días de tratamiento con MEM son independientes de la modalidad de tratamiento administrada, IC o AI en pacientes con aislamientos de microorganismos con CMI 1-2 diluciones por debajo del punto de corte para MEM, tanto en pacientes ingresados en unidades de críticos como en plantas de hospitalización convencional.
CONCLUSION No encontramos justificación para administrar MEM en IC, aunque considerando las limitaciones del estudio, está conclusión debe ratificarse realizando un estudio prospectivo, controlado y con asignación aleatoria de MEM en IC vs AI.
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