La esquizofrenia es un trastorno mental crónico, con una prevalencia en todo el mundo aproximada de entre el 0,3 y el 0,7%. Aunque las causas de la esquizofrenia son todavía desconocidas, se han propuesto muchos factores, tanto genéticos como ambientales, que podrían predisponer a sufrirla.
Es bien sabido que, tanto las personas con esquizofrenia como aquéllas que han sufrido un primer episodio de psicosis, tienen déficits neurocognitivos cuando se comparan con personas sanas. Por otro lado, este tipo de pacientes también parece realizar un consumo de sustancias más elevado que el que se da en la población general. No obstante, la respuesta a la pregunta de cómo están relacionadas estas dos variables, cognición y consumo de sustancias, en el contexto de un trastorno psicótico, no está del todo clara. En muchas ocasiones, los resultados obtenidos por los diversos estudios son contradictorios y, en otras, como es el caso de la cafeína, no hay datos disponibles. A todo esto se añade otra variable muy importante y frecuentemente olvidada en muchos estudios, las diferencias de sexo. Estas diferencias pueden influir de forma muy significativa en los resultados y deberían ser siempre tomadas en cuenta.
En la presente tesis doctoral se presentan 3 trabajos. El primero de ellos analiza las diferencias de sexo con respecto al consumo de sustancias en pacientes con un primer episodio psicótico. El segundo evalúa los efectos sobre la neurocognición del consumo habitual de cafeína y de tabaco en pacientes con esquizofrenia crónica. Por último, el tercero evalúa los efectos sobre la neurocognición del consumo medio y elevado de cánnabis en pacientes con un primer episodio psicótico.
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