El diagnóstico genético proporciona una información fundamental para la práctica clínica. No solamente puede proporcionar diagnósticos precisos o contribuir al diagnóstico diferencial sino que además puede orientar el tratamiento y permitir el desarrollo eficaz de una medicina preventiva. Esta aportación resulta especialmente importante en distintos trastornos del metabolismo lipídico, especialmente en los que resultan en una acumulación lipídica en el organismo. La hipercolesterolemia autosómica dominante (HAD) es uno de los trastornos de origen genético más frecuentes en población general. Provoca niveles plasmáticos muy elevados de lipoproteínas de baja densidad (LDL), lo que está relacionado con el desarrollo de aterosclerosis. La aterosclerosis es la principal causa de enfermedad coronaria, que a su vez es la principal causa de muerte en los países industrializados. Las lipidosis son un grupo de enfermedades causadas por la acumulación intracelular de distintas sustancias lipídicas. Son mucho menos frecuentes en población general, pero tienen una alta frecuencia en determinados grupos étnicos. El diagnóstico genético en ambos casos resulta de gran ayuda para la práctica clínica.
Para facilitar el diagnóstico, se han desarrollado y optimizado métodos que permiten analizar los genes asociados con HAD: LDLR, APOB, PCSK9 y APOE; y los genes asociados con enfermedad de Gaucher (GBA) y enfermedad de Niemann-Pick (SMPD1, NPC1, NPC2). Los métodos de análisis se han validado con muestras clínicas, descubriendo nuevas variantes no descritas con anterioridad que permiten avanzar en el conocimiento de las bases moleculares de trastornos del metabolismo lipídico.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados