La escoliosis es una deformidad que altera la columna vertebral de forma tridimensional en la que los principales parámetros son la inclinación lateral y la rotación, siendo este último, el que define la giba. Esta alteración puede afectar a cualquier etapa de la vida, apareciendo la mayoría de las veces a partir de los 10 años de edad, por cuyo motivo es importante plantear estudios de investigación donde médicos, fisioterapeutas y docentes implicados en la salud y educación de los escolares, contribuyan a detectar precozmente las alteraciones raquídeas.
El presente estudio tuvo como objetivo determinar la prevalencia de giba en una población escolar durante el curso académico 2009-2010, así como analizar la relación de ésta con factores antropométricos, sociodemográficos, de dominancia de miembro, de calidad de vida y funcionales.
El trabajo se planteó con un diseño observacional, descriptivo y transversal, en una muestra de 3.475 escolares de Enseñanza Primaria de edades comprendidas entre 6 y 12 años, pertenecientes a Almería y provincia. La selección se realizó por muestreo aleatorio por conglomerados, atendiendo a la composición natural de los grupos. Las variables analizadas fueron de tipo antropométricas, sociodemográficas, de dominancia de miembro, de calidad de vida y funcionales, valoradas según los instrumentos Test de Adams, escoliómetro, Índice de Masa Corporal categorizado, desarrollo madurativo, inventario de lateralidad manual de Edinburgh, test de lateralidad pédica de Harris modificado, hábitos sedentarios, prueba de equilibrio flamenco y prueba de flexibilidad.
Resultados: De los 3.475 escolares seleccionados, se perdieron 640 debido a que no acudieron al centro los días del estudio o no entregaron el consentimiento informado firmado y, además, se excluyeron 13 sujetos por tener cumplidos los 13 años en el momento de la exploración, dado que esta edad no pertenece al rango de edades de Enseñanza Primaria (población diana del estudio). De los 2.822 escolares estudiados, el 52% era de sexo masculino. El porcentaje de alumnos/as que participaron, por grupos de edad, fue muy homogéneo entre las franjas de 6 a 11 años, oscilando entre 18% y 14%, salvo en el grupo de 12 años, que contribuyó con solo el 1,9% de los casos.
El número de sujetos que presentaron giba fue de 1.023, con una prevalencia global de un 36,3 %; de éstos, el 11,6% era de tipo lumbar, el 5,8% de tipo dorsolumbar, el 1,3% dorsolumbar doble, siendo la más frecuente la gibosidad dorsal en el 17,6% de los alumnos. La relación de giba entre sexos fue del 44% para niñas y 29% para niños.
El 12,7% de los sujetos presentó obesidad y, tras la regresión logística binaria multivariante, se observó que, a igualdad de edad, género, zona, flexibilidad y modo de transporte de material escolar, éstos tenían el 32,4% menos de riesgo de padecer giba que los que presentaban normopeso. La prevalencia de giba de las alumnas que habían iniciado el desarrollo puberal fue del 48,3% con respecto al 33,1% que presentaban los niños. Respecto a la flexibilidad, se observó que un sujeto con un centímetro más de flexibilidad que otro, tiene el 2% más de probabilidad de padecer giba.
El 33,9% de los sujetos que tenían giba manifestó no haber tenido dolor de espalda en ningún momento. El 63,3% de los sujetos transportaban el material escolar en mochila con asas, frente al 36,7% que lo hacía en mochila con ruedas.
El porcentaje de (peso mochila)/ (peso corporal) en los sujetos de 8, 9, 10 y 11 años fue del 14,3%, 14,2%, 14% y 12,5% respectivamente, en relación con su peso corporal. Los sujetos que tenían giba llevaban de media de peso mochila un 12,27% de su peso corporal frente al 11,27% que transportaban los que no tenían esta alteración.
Como principales conclusiones cabe destacar que: La prevalencia de giba fue del 36,3%. A pesar de que en la población analizada predominaba el sexo masculino, fue el sexo femenino el que presentó un porcentaje de giba mayor (44% frente a 29%). La obesidad se presentó en el 12,7% de los sujetos y ésta se asoció como un factor protector de giba. El haber iniciado el desarrollo madurativo contribuyó a presentar valores más altos de giba. Tener un centímetro más de capacidad flexora aumentó la probabilidad de padecer giba en el 2%. Tener giba no se asoció con la presencia de dolor de espalda. La mochila con asas (una o dos asas) fue el modo de transporte de material escolar preferido por los alumnos, los sujetos que tenían giba llevaban de media de (peso mochila)/ (peso corporal) un porcentaje mayor que los que no padecían esta alteración.
Palabras Clave Prevalencia, Giba, Cribado, Escolares, Columna Vertebral
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