Introducción y Objetivos. La hemorragia intraventricular es la causa más común de hidrocefalia adquirida infantil. Nuestro principal objetivo es determinar si la implantación de derivación ventrículo peritoneal en hidrocefalia posthemorrágica como primario y definitivo tratamiento neuroquirúrgico, evitándo los procedimientos neuroquirúrgicos temporales, disminuye el número de complicaciones con buenos resultados funcionales.
Material y Métodos. 271 pacientes con hemorragia de matriz germinal fueron diagnosticados y tratados en el Hospital Carlos Haya entre los años 2003 y 2010. Se registraron las siguientes variables: edad gestacional, sexo, embarazo gemelar, perímetro craneal al nacimiento, peso al nacimiento, grado de Papile, necesidad de intervención quirúrgica y éxitus durante la estancia hospitalaria neonatal. Además se realizó un registro de las patologías neonatales y obstétricas. En 47 pacientes se implantantó derivación ventriculo peritoneal tras desarrollar hidrocefalia sintomática. Se registraron las complicaciones relacionadas con el procedimiento quirúrgico y se analizaron los resultados funcionales mediante una escala de desarrollo propio.
Resultados. De los 271 pacientes analizados en nuestra población, un 38.4% presentaron un grado I en la Clasificación de Papile, 10.3% grado II, 32.1% grado III y 19.2% grado IV. Un 51% de pacientes del grupo completo presentaron dilatación ventricular. De ellos, sólo 47 pacientes precisaron ser intervenidos por desarrollo de hidrocefalia establecida o sintomática. Estos pacientes representan un 17.34% del total de pacientes estudiados con HSE/HIV y un 33.81% del grupo de pacientes que presentaron dilatación del sistema ventricular. Por tanto, 66.18% pacientes con dilatación del sistema ventricular presentaban una hidrocefalia transitoria o una hidrocefalia ex-vacuo, los cuales no precisaron intervención quirúrgica. Los pacientes con menor edad gestacional, menor peso al nacimiento, embarazo gemelar, sepsis neonatal, patología infecciosa focal, ductus arterioso persistente o trombocitopenia presentan una relación estadísticamente significativa con un mayor grado de Papile y con la necesidad de intervención quirúrgica por desarrollo de hidrocefalia sintomática. La tasa de infección fue de 4.25% y la tasa de obstrucción primaria 4.25%. Más de un 80% de pacientes obtuvieron un grado funcional bueno o excelente.
Conclusiones. El protocolo quirúrgico detallado en nuestro estudio permite el tratamiento precoz de la hidrocefalia establecida en pacientes con hidrocefalia posthemorrágica, evitando los procedimientos quirúrgicos transitorios y con una menor tasa de complicaciones que otros protocolos registrados en la literatura.
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