Desde la Introducción de la terapia antirretroviral de alta eficacia (TARGA). La morbimortalidad asociada al SIDA ha disminuido de forma drástica. Sin embarga a pesar de la alta eficacia de estas paulas de tratamiento, es actualmente bien conocido que la supresión virológica completa, clave del control de la enfermedad, se consigue a largo plazo en menos de la mitad de los pacientes.
El fracasa del tratamiento antirretroviral puede estar motivado por factores relacionados con el virus, con la inmunidad del huésped, o con factores farmacológicos. Una baja adherencia al tratamiento es la causa que, con más frecuencia, condiciona el fracaso terapéutico. La frecuente complejidad de los tratamientos -varias lomas al día con restricciones dietéticas ocasionales y alto número de comprimidos- puede condicionar la correcta adherencia a los mismos, especialmente teniendo en cuenta que se trata de tratamientos prolongados. Otros factores, como unos niveles plasmáticos por debajo del rango terapéutico a consecuencia dan interacciones farmacológicas no deseables o el desarrollo de resistencias por parte del virus, pueden ser también causa en otras ocasiones del fracaso terapéutico. Los fármacos antirretrovirales pueden mostrar una gran variabilidad en sus concentraciones plasmáticas entre individuos tratados con una misma pauta posológica, e incluso en un mismo individuo en determinaciones medidas en momentos diferentes. Las variaciones tanto "inter" como "intra" individuales pueden deberse a diferentes causas: el sexo, la edad, cambios en la función renal y hepática o en la biodisponibilidad de los fármacos administrados. Interacciones entre los mismos, o diferencias en la actividad de los distintos isoenzimas relacionados con el metabolismo de los fármacos implicados. Estos hallazgos han provocado un creciente interés por la farmacocinética clínica de antirretrovirales como una herramienta útil en el tratamiento de los pacientes con la infección por VIH. El desarrollo de resistencias a los antirretrovirales es otra de las causas que se asocian al fracaso virológico. El VIH tiene una extraordinaria capacidad para generar resistencias a los fármacos debido a: la altísima tasa de replicación viral; el elevado número de errores que genera la RT -enzima encargada de transformar el genoma viral que es RNA en DNA para su posterior integración en el cromosoma nuclear- y que es incapaz de corregir; el fenómeno de recombinación viral; y, la gran plasticidad de las proteínas virales. La trascendencia de este fenómeno ha motivado que, el estudia de las vías de escape del virus a la presión de los diferentes antirretrovirales y la manera de cómo determinarlas sean dos aspectos de enorme interés en el tratamiento de los pacientes infectados por el VIH, especialmente tras el fracaso.
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