María Sofía Arriarán Germán Palacios
Catabolismo de la glucosa y los aminoácidos en el órgano adiposo de la rata En los últimos años, la trascendencia fisiológica del tejido adiposo blanco ha crecido considerablemente, en especial desde que se conocieron sus funciones endocrinas. Sin embargo, y a pesar de estos grandes avances, nuestro conocimiento en lo que respecta al metabolismo del nitrógeno y los aspectos cuantitativos de su función glucolítica, incluyendo la producción de lactato y glicerol, sigue siendo muy limitado. Esta tesis doctoral se ha centrado en el metabolismo energético del tejido adiposo blanco, estudiando, en especial, aspectos bioquímicos básicos del metabolismo de los aminoácidos y de la modulación de la utilización de la glucosa, con la producción de lactato como alternativa a la lipogénesis.
Para ello, iniciamos un estudio in vitro con adipocitos 3T3L1 y, posteriormente, analizamos y comparamos las principales vías metabólicas de partición de energía en las cuatro localizaciones de mayor tamaño de tejido adiposo blanco (subcutáneo, retroperitoneal, mesentérico y perigonadal) de ratas Wistar adultas, tanto machos como hembras con normopeso, comparándolas con una situación de obesidad en fase de desarrollo inducida por la dieta.
Los resultados obtenidos nos indican que el tejido adiposo blanco participa directamente en el mantenimiento de la glucemia al metabolizar la glucosa a lactato en grandes cantidades mediante la vía glucolítica. Este hallazgo contradice la idea generalizada de utilización de la glucosa sólo para promover la lipogénesis. La producción de lactato se mantiene en condiciones de normoxia y es proporcional a la disponibilidad de glucosa. Por tanto, hemos establecido que en condiciones normales pero con exceso de glucosa disponible, el tejido adiposo blanco, específicamente sus adipocitos, es esencialmente anaerobio, con independencia de la disponibilidad de oxígeno.
Por otro lado, pudimos comprobar, por primera vez, que el tejido adiposo blanco cuenta con un ciclo de la urea completo, activo y funcional. Es probable que este ciclo funcione según demanda, aunque creemos que su principal objetivo podría ser el de controlar la disponibilidad de arginina. La uniformidad del comportamiento del ciclo, en buena medida independiente de la localización estudiada, del sexo o de la dieta, sugiere que las diferentes masas del tejido adiposo blanco funcionan de manera coordinada, como un único órgano disperso. En paralelo al funcionamiento del ciclo de la urea, hemos comprobado que el tejido adiposo blanco está muy implicado en el metabolismo de los aminoácidos. En este caso, sin embargo, se observan importantes diferencias, en especial en lo que respecta a la producción y destoxificación de amonio, que están relacionadas con la dieta, y especialmente por el sexo. En conclusión, podemos afirmar que el potencial metabólico y de control del tejido adiposo blanco sobre el metabolismo energético global (y, en especial en cuanto al metabolismo de los aminoácidos) es más importante de lo que habitualmente se supone. En este sentido cuando consideramos toda la masa del órgano adiposo sólo sería comparable con el hígado.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados