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Resumen de Inflamació sistemàtica i cirrosi. Valor pronòstic de biomarcadors inflamatoris en la cirrosi descompensda

Isabel Graupera

  • La cirrosis hepática es el estadio final de todas las enfermedades hepáticas crónicas. Sea cuál sea la etiologia de la enfermedad hepática crónica (viral, alcohólica, por depósito de grasa, autoimmune, metabólica, etc ... ), el daño hepático persistente produce una inflamación local y activa los sitemas de reparación que produce depósito de colágeno en el hígado. El depósito de colágeno y fibra provoca desestructuración de la arquitectura normal del hígado y aumenta las resistencias vasculares intrahepáticas lo que favorece la aprición de hipertensión portal. Los pacientes con cirrosis pueden mantenerse en una fase silente y asintomática, llamada fase de cirrosis compensada en la que tienen una función de síntesis hepática y función immunológica preservadas y, o bien todavía no hay hieprtensión protal o ésta es mínima . A medida que la enfermedad avanza, hay cada vez más depósito de fibra y más distorsión de la arquitectura hepática y la hipetensión portal se agrava entrando en la fase descompensada y apareciendo las complicaciones asociadas a la enfermedad . La hipertensión portal se acompaña de una vasodilatación a nivel de la circulación espláncica producida por un desequilibrio entre los sitemas vasodilatadores y vasocontrictores. Esta vasodilatación produce una diminución del volumen arterial efectivo a nivel sistémico que activa una serie de mecanismos compensadores para elevar la presión arterial y el gasto cardiaco. Cuando la enfermedad avanza, los mecanismos compensadores están activados intensamente y generan efectos delétereos provocando la aparición de complicaciones de la enfermedad como la ascitis, encefalopatia, insuficiencia renal, hemorragia digestiva o la insuficiencia hepática aguda sobre crónica (ACLF en inglés) . El ACLF es un síndrome recientemente descrito que aparece con frecuencia en la cirrosis avanzada y que se caracteriza por un abrupto empeoramiento de la función hepática asociado a disfunción multiorgánica que se asocia a una alta mortalidad.

    Hasta hace poco se creía que la entrada de la enfermedad a una fase descompensada se debía exclusivamente a la progresión de la hipertensión portal y a la disfunción circulatoria. En los últimos años se han acumulado múltiples evidencias que demuestran que la cirrosis se acompaña de una inflamación crónica a nivel del hígado y a nivel sistémico que provocan un empeoramiento de la hipertensión portal y de la disfunción circulatoria favoreciendo la progresión de la enfermedad. En el caso del ACLF, se sostiene que la inflamación es la principal responsable de su desarrollo.

    Un biomarcador es cualquier molécula que pueda medirse y que define un estado biológico concreto. Los biomarcadores urinarios y plasmáticos son los más fáciles de obtener y algunos de ellos han demostrado su utilidad en la cirrosis para el diagnóstico de la insuficiencia renal o de ACLF.

    Con estos antecedentes, la hipótesis de la presente tesis es que los biomarcadores de inflamación podrían ser una buena herramienta para detectar a aquellos pacientes cirróticos más graves y que tiene mayor susceptibilidad de progresar . Por ello, el objetivo general de esta tesis doctoral fue evaluar la presencia de inflamación sistémica en la cirrosis hepática descompensada mediante la utilizacion de biomarcadores urinarios y plasmáticos e investigar su asociación con el pronóstico.


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