La osteoartrosis es una enfermedad crónica y degenerativa que constituye una de las principales causas de incapacidad en las personas de edad avanzada. Es la patología articular más frecuente y su prevalencia está aumentando de forma global debido al envejecimiento progresivo de la población. El diagnóstico de la osteoartrosis es principalmente clínico y radiológico, siendo el dolor crónico de características mecánicas el principal síntoma de la enfermedad.
En la actualidad existen muchas opciones farmacológicas para el abordaje terapéutico de la osteoartrosis. El tratamiento ideal es la combinación de medidas farmacológicas y no farmacológicas y tiene como objetivo aliviar el dolor, mejorar la capacidad funcional, prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad y sus complicaciones y educar al paciente en el manejo de ésta.
En los últimos años se ha observado un cambio en la relación médico-paciente, existiendo una mayor tendencia a un modelo de toma de decisiones compartidas, en el cual es importante el punto de vista del paciente.
La mayoría de los estudios utilizan el dolor, la capacidad funcional y la evaluación de la enfermedad por parte del paciente como medidas principales de resultados. Pocos se centran en la calidad de vida relacionada con la salud, en la evaluación de la enfermedad por parte del médico y en la satisfacción con el tratamiento realizado. Por ello, es interesante evaluar la satisfacción general, conocer la salud percibida por parte del paciente y ayudar a los profesionales a tomar decisiones acertadas.
La satisfacción con el tratamiento se define como la evaluación, por parte del paciente, del proceso de la toma del tratamiento y de los resultados obtenidos. Para lograr una mayor satisfacción es importante conocer aquellos aspectos que más preocupan al paciente. La valoración de la satisfacción se ve influenciada por múltiples factores.
Afortunadamente disponemos de la adaptación y validación en español del cuestionario ARTS (Arthritis Treatment Satisfaction Questionnaire), el cual permite valorar el resultado de diferentes tratamientos por parte de los afectados.
En el presente trabajo de tesis doctoral el propósito ha sido evaluar el nivel de satisfacción con el tratamiento de los pacientes diagnosticados de osteoartrosis y comprobar si existían diferencias entre las diferentes opciones farmacológicas disponibles en atención primaria. Además, describir la situación funcional y la autopercepción de salud de los pacientes con osteoartrosis, comprobando si ambas guardan relación con el nivel de satisfacción.
Se concluye que en los pacientes con osteoartrosis el dolor y la capacidad funcional son las dimensiones más afectadas. La situación funcional y la salud autopercibida son superiores en los pacientes activos, independientemente del número de articulaciones afectadas y de sus características sociodemográficas. Se observa un nivel moderado de satisfacción con el tratamiento farmacológico, condicionado por la situación funcional, las características sociodemográficas y la presencia de efectos adversos. En general, la satisfacción no depende ni de las características del tratamiento ni del número de fármacos consumidos.
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