Introducción.
“Saber sobre sí mismo” es una antigua aspiración en la historia de la Filosofía occidental. Formulada como sentencia entre las inscripciones oraculares del antiguo templo de Delfos, con unos orígenes que se difuminan en lo mitológico y religioso, ha dado lugar a interpretaciones diversas.
Para Descartes, empezamos a saber cada uno de sí mismo como siendo un ego cogitans. Como siendo cada cual para sí mismo, alguien que percibe, piensa, y quiere, mientras nos percatamos de ello en la inmediatez del ámbito interno de nuestra propia conciencia.
Las filosofías racionalistas e idealistas han contribuído a un enorme desarrollo en la profundización de ese camino abierto por Descartes hacia la exploración de la interioridad de la conciencia.
Pero esa aparente inmediatez, y la fecunda transparencia cartesiana e idealista han sido puestas en seria duda y discutidas por algunos filósofos, cuando no rechazadas. Zubiri adopta una posición un tanto intermedia.
Justificación.
Como justificación de la investigación diremos que, para Zubiri, saber de sí mismo como persona, supone poder llegar a saber acerca de un modo de realidad, el modo personal. Que nos abre, más allá de ella misma, a las posibilidades de un saber sobre unas dimensiones de la propia realidad en cuanto tal, de otro modo desconocidas.
Objetivos y Metodología.
Nuestro objetivo ha sido investigar lo que Xavier Zubiri ha pensado sobre este tema. Desde su personal planteamiento filosófico y desde su particular concepción de la persona. Sobre el trasfondo de la pretensión de alcanzar un horizonte de carácter radicalmente realista. Y en él, con su original análisis del proceso de saber en los actos del entendimiento humano. Un entendimiento estructurado sobre los actos de aprehensión intelección sentiente, que están modalizados en los actos aprehensivos de aprehensión primordial, logos y razón.
Hemos estudiado, en una primera parte del trabajo, la obra escrita publicada de Xavier Zubiri, y hemos consultado también algunos de sus cursos orales aún inéditos. Lo hemos hecho, en una primera parte del trabajo, con un criterio cronológico.
En una segunda parte de nuestro trabajo, hemos intentado ordenar y sistematizar algunos de los hallazgos obtenidos. Y, a partir de ellos, sacar las conclusiones, a nuestro juicio, más importantes.
Conclusiones.
Frente a la aprehensión de cosas o de otras personas, la aprehensión de sí mismo tiene sus características metodológicas propias. Tanto en aprehensión primordial, como en logos y en razón. Los tres momentos estructurales del entendimiento humano.
En primer lugar, continuando la tradición cartesiana y fenomenológica, para Zubiri hay efectivamente un primer saber inmediato sobre sí mismo como “mí, que se nos da en la inmediatez de la aprehensión primordial de realidad (primera modalización de la intelección sentiente). Este primer darse del “mí” tiene lugar en nuestra conciencia, entendida la conciencia como actualidad común noérgica.
Aunque, a diferencia de lo que piensa Descartes, para Zubiri es éste un “mí” no solo cogitante, sino también extenso. Intelectivo a la vez que sensitivo. Una unidad intelectivo sentiente. Un “mí” que se da a sí mismo como primaria unidad sustantiva psicoorgánica.
Además de unitario, es un “mí” que también se me da como apertura respectiva a mi propia realidad material y formal, como reduplicativamente mío. Es un “mí” que se da a sí mismo como “persona”. Y es un “mí” que se manifiesta como apertura respectiva a la realidad del mundo, en el que se presenta instalado como un absoluto relativo, en su dimensión transcendental.
En segundo lugar, tras esta primaria aprehensión primordial de la realidad del “mí”, el entendimiento humano intenta desarrollar en logos los contenidos de lo que ese mí “sería” y “es” entre otras realidades también aprehendidas.
Y, en tercer lugar, el entendimiento humano intenta construir en razón las posibilidades de lo que “podría ser” el “mí” en su fundamento en la realidad. Posibilidades que han de ser puestas a prueba en la realidad. Con un modo de hacerlo que es exclusivo de cada cual sobre sí mismo. Es lo que Zubiri llama la conformación de “mí” mismo.
El resultado son la mentalidad y la personalidad adquiridas por el “mí”, que van quedando decantadas en su vida. Son, a cada momento, el origen del saber que uno va adquiriendo sobre sí mismo para Xavier Zubiri, el saber sobre sí mismo del título de nuestra investigación.
Bibliografía consultada.
La obra completa de Xavier Zubiri publicada hasta la fecha.
Algunos cursos orales aún inéditos, conservados en la Fundación Xavier Zubiri de Madrid.
Bibliografía secundaria.
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