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Incidencia y factores determinantes de morbi-mortalidad anestésica canina

  • Autores: Verónica Vieitez Muñoz
  • Directores de la Tesis: Luis Javier Ezquerra Calvo (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad de Extremadura ( España ) en 2011
  • Idioma: español
  • ISBN: 978-84-394-6827-2
  • Número de páginas: 360
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Miguel Ángel Vives Vallés (presid.), Juan Rafael Lima Rodríguez (secret.), Federico Soria Gálvez (voc.), Ignacio Álvarez Gómez de Segura (voc.), Rafael Barrera Chacón (voc.)
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  • Resumen
    • Esta tesis presenta un estudio retrospectivo de morbi-mortalidad anestésica canina, con el objeto de identificar entre las características de los animales, el manejo anestésico y el procedimiento quirúrgico los factores de riesgo de tales complicaciones.

      Se realiza un estudio descriptivo de 2356 anestesias, realizadas desde 1987 al 2007 en la Unidad de Cirugía del HCV de la Universidad de Extremadura. Analizando mediante tablas de contingencia los factores de riesgo de cada complicación anestésica. Evaluando posteriormente los odds ratios ajustados mediante regresión logística.

      El análisis descriptivo muestra que trabajamos mayoritariamente con animales adultos (86,6%), de pura raza (73,21%), con un peso medio de 18,1± 12,8Kg, ASA 2 (60,9%) y más frecuentemente para someterse a cirugía traumatológica (16,1%). La duración media de los procedimientos es de 99,3±62 minutos La elección de la premedicación empleada muestra diferencias estadísticamente significativas respecto al peso del animal, edad, estado físico, procedimiento a realizar y duración del mismo. El 51,1% de los perros reciben en la premedicación una combinación de anticolinérgico (atropina), un opioide y un sedante, que en el 84,6% de los casos es una fenotiazina. De modo que la combinación preanestésica más frecuente es la acepromacina, atropina y buprenorfina (30%), empleando además AINES en el 70,7% de los casos.

      La inducción se realiza principalmente vía intravenosa (88,8%), empleándose en el 62,8% de los casos tiopental sódico, resultando también nsignificativo para su elección el peso, la edad, el estado físico del animal y el procedimiento a realizar. Reservando la inducción vía inhalada a los perros más pequeños (31% toy), los más jóvenes (41,7% pediátricos) y aquellos con peor condición física (35,7% ASA 5).

      El mantenimiento anestésico es principalmente inhalatorio (92,2%), siendo el isoflurano el agente más empleado 46,3% (halotano 42,4%, sevoflurano 3,4%). También es el estado físico del animal, su edad, peso y el procedimiento a realizar quien determina no solo el agente anestésico empleado sino también otros factores del mantenimiento aquí considerados como el empleo de relajantes musculares, la ventilación controlada o la administración de fentanilo intraoperatorio. El 4,8% reciben relajantes musculares, un 6,9% de los perros reciben fentanilo y el 12,7% son mantenidos con ventilación controlada.

      El protocolo anestésico más frecuente es la premedicación con atropina, buprenorfina y acepromacina, seguido de la inducción con tiopental sódico y el mantenimiento con halotano. Administrando a prácticamente todos los animales fluidoterapia e intubándolos.

      Los parámetros monitorizados más frecuentemente han sido la frecuencia cardiaca (86,3%), la frecuencia respiratoria (85,2%), pulsioximetría (67%) y capnografía (66,6%). Otros parámetros como la temperatura (13,8%), o la presión arterial (24%) han sido menos frecuentes, pero podemos decir que el 73,8% de los casos han recibido una monitorización avanzada. Además el grado de monitorización recibida resulta estadísticamente significativo en función de la edad, ASA y duración del procedimiento.

      El 71,5% de los perros del estudio han presentado alguna complicación anestésica, siendo la más frecuente la hipercapnia 43,3% (40,1 % bradipnea, 41,7% hipotermia, 31,6 hipocapnia, 16,3% taquipnea, 13,1% taquicardia, 13,1% apnea, 12,6% hipotensión, 11,2% bradicardia, 3% hipoxemia y 0,6% PCR). Aunque el análisis bivariante determina odds ratio crudos significativos para muchas de las variables consideradas, mediante el análisis multivariante de regresión logística obtenemos los odds ratio ajustados para cada complicación anestésica..

      La regresión nos muestra que el estado físico del animal (ASA) tan solo se comporta como un factor de riesgo significativo para la aparición de bradipnea (OR 0,428 en ASA 3 y OR 0,003 en ASA 4). Mientras que otros factores propios del animal como el tamaño, el peso o la edad han sido significativos en complicaciones como la hipercapnia, taquipnea, taquicardia, bradicardia, hipoxemia, hipotensión, bradipnea o la recuperación prolongada.

      De las variables consideradas en la premedicación tan solo el opioide empleado se muestra un factor de riesgo significativo para la hipercapnia, hipotermia o la bradicardia, destacando que en ninguna complicación ni el empleo de atropina ni el tranquilizante elegido se ha comportado como factor de riesgo. El agente empleado en la inducción ha sido un claro factor de riesgo de la apnea postinducción, pero tambien de la aparición de hipercapnia.Y respecto al agente anestésico para el mantenimiento tan solo es un factor de riesgo para la bradipnea, bradicardia y la apnea postnducción estando en todos los casos implicado el sevoflurano como factor que incrementa su riesgo. El tipo de procedimiento realizado no resulta significativo en ningún modelo de regresión de las diferentes complicaciones.

      El único factor de riesgo para la PCR ha sido la administración intraoperatoria de atropina. Hemos encontrado en la hipotermia un riesgo incrementado hasta ocho veces de presentar bradicardia. Los factores de riesgo para la recuperación prolongada son el peso del animal, tenieno hasta 3 veces más riesgo los de más de 25Kg, y el mantenimiento con ventilación controlada, no participando aquí ni los agentes empleados en premedicación, en inducción ni tan siquiera el agente anestésico seleccionado para el mantenimiento.

      Tenemos una tasa de mortalidad del 1,1%, incrementando su riesgo al incrementarse el ASA, la duración anestésica y que muestra diferencias estadísticamente significativas al considerar el opioide empleado en premedicación, el agente inductor, los relajantes musculares, la ventilación controlada y el procedimiento realizado. Aunque en el análisis multivariable tan solo mantiene como factor de riesgo el estado físico del animal y la presencia de PCR.

      Factores como el peso, edad, sexo del animal, tranquilizante empleado, uso de anticolinérgicos, grado de monitorización y agente anestésico empleado no han resultado significativos para la muerte anestésica.


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