La implantación de Sistemas de Gestión Ambiental normalizados en las empresas es la mejor manera de racionalizar los procesos y desarrollar las actividades de acuerdo con criterios de sostenibilidad. La Real Orden 14/10/97 se incluye la valoración ambiental en los concursos del Ministerio de Medio Ambiente desencadenó en España un gran interés en la mayoría de las constructoras para adaptar sus Sistemas de Gestión a lo que regulaba en el Reglamento Europeo de Ecogestión (EMAS) de 1993 ó las Normas de la Serie ISO 14.000 de 1996. Mientras que la Norma Europea EMAS estaba diseñada para empresas del sector industrial, el sistema ISO se abrió a todo tipo de organizaciones. Así las empresas del sector de Ingeniería Civil, hasta la fecha, han optado por la Norma Internacional. Sin embargo, las peculiaridades de esta actividad hacen necesaria una regulación muy meticulosa que permita a las Entidades de Certificación adaptar los criterios de auditoría a las especiales circunstancias del sector. La Ingeniería Civil es causante de grandes transformaciones sobre el medio ambiente y, en general, utiliza los Estudios de Impacto Ambiental en el desarrollo de los proyectos; pero los EIA no tienen en cuenta ni las Políticas Medioambientales de las empresas ni sus procedimientos de desarrollar el total de sus actividades según procedimientos que coincidan con las "buenas prácticas ambientales" que exigen ISO y EMAS. El carácter temporal de las obras, su ubicación dispersa y la subcontratación de muchas de las actuaciones hace muy difícil implantar procedimientos y establecer los compromisos de buena gestión ambiental por parte de terceros. Todo ello justifica esta investigación que intenta aportar criterios rigurosos para llevar a cabo las auditorias de certificación en las que las empresas están tan interesadas.
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